Palacio Real Riofrio
El palacio real de Riofrío, en la provincia de Segovia, es uno de los grandes desconocidos de la zona, eclipsado siempre por el Palacio de la Granja de San Ildefonos y sin embargo tiene mucho que ver. Es una de las residencias de la Familia Real Española y se encuentra en un entorno natural maravilloso: un extenso bosque de 625 hectáreas, donde habitan gamos y ciervos.
La visita al palacio real de Riofrío, en la provincia de Segovia, brinda una atractiva combinación de historia y naturaleza, un plan perfecto de día si vives en madrid y Segovia. Este Palacio es uno de los grandes desconocidos de la zona, eclipsado siempre por el Palacio de la Granja de San Ildefonos y sin embargo tiene mucho que ver.
El Palacio Real de Riofrío es una de las residencias de la Familia Real Española. Se encuentra en un enclave del término municipal de Real Sitio de San Ildefonso, en Segovia, a 11 kilómetros de la localidad de San Ildefonso en un entorno natural y sin duda es un palacio que merece una visita. Se encuentra rodeado por un extenso bosque de 625 hectáreas, donde habitan gamos y ciervos, entre otros y los alrededores hacen que el conjunto sea idílico.
El edificio fue encargado en 1752 por Isabel de Farnesio, segunda esposa de Felipe V, que mandó construir para su hijo, el infante Luis, un lugar en el que pasar sus días a la altura de su dignidad y boato. En un principio, era una finca que alquilaba Felipe V como coto de caza pero una vez que el rey murió en 1746, la reina viuda decidió comprarlo y edificar un palacio con el fin de tener un dominio del que fuese señora absoluta una vez separada de la Corte así dotar a su hijo pequeño, don Luis, de una residencia campestre propia.
La idea es que el Palacio tuviera un aire al palacio real de Madrid en cuanto a fachada y al de La Granja en cuanto a decoración, fuentes, jardines y lugares de esparcimiento.
El palacio es de estilo italiano con planta cuadrada y tres pisos de altura, diseñado por el arquitecto italiano Virgilio Rabaglio a imagen y semejanza del Palacio Real de Madrid. El edificio, aunque incompleto, no deja de ser una parte de la historia dinástica de España que merece la pena recorrerse por dentro. La visita, que se realiza siempre guiada, da comienzo en la capilla, el lugar en el que también comenzaron las obras. Después de atravesar el patio principal se accede a las escaleras imperiales.
El Palacio fue utilizado por los sucesivos soberanos españoles cuando iban de caza a los bosques de Riofrío. Habitaron el palacio de forma habitual Francisco de Asís de Borbón, rey consorte y marido de Isabel II, que se retiró a Riofrío cansado de las infidelidades de su esposa, y Alfonso XII, durante el duelo por la muerte de su esposa María de las Mercedes. Fue en tiempos de Isabel II cuando se decoraron algunos de sus salones, destacando el dormitorio utilizado por Alfonso XII y el comedor, así como el original sistema de "llamadores" para la servidumbre.
Entre las particularidades que presentan está la de que cada una de las 18 habitaciones que se visitan aparece decorada con un estilo diferente. El único nexo en común son las deslumbrantes lámparas de cristal y los espejos realizados en la Real Fábrica de Cristales de La Granja.
Es una manera amena de conocer la historia de nuestro país y está situado en una zona privilegiada de extensos, bosques habitados por ciervos que con un poco de suerte, podrán ver los niños.