La Plaza Mayor de Salamanca
Salamanca, ciudad universitaria, monumental e histórica, cuenta con una de las plazas más bonitas, animadas y visitadas de España.
Mucho se ha hablado y se ha dicho de la impresionante Plaza Mayor de Salamanca, pero fue el escritor vasco Miguel de Unamuno quien mejor supo definirla: “Es un cuadrilátero. Irregular, pero asombrosamente armónico”. Y nadie mejor que él para hablar de esta plaza, ya que el escritor fue rector de la universidad salmantina, y vivió muchos años en esta ciudad castellana, donde finalmente encontró la muerte.
Hoy en día está considerada como una de las plazas más bellas de nuestro país, y es la que más visitas recibe de toda España.
Historia de la Plaza Mayor de Salamanca
Construida entre los años 1729 y 1753 por el arquitecto Alberto Churriguera, esta plaza de estilo barroco se proyectó, inicialmente, a imitación de la Plaza Mayor de Madrid. Pero finalmente imperó el peculiar y recargado estilo de los Churriguera, que crearon entre Alberto y sus hermanos José y Joaquín. Alberto Churriguera murió antes de poder terminar la obra, siendo sustituido por Andrés García de Quiñones, quien también diseñó el edificio del Ayuntamiento que se encuentra en la misma plaza.
La plaza fue realizada con piedra de la localidad salmantina Villamayor, cuya riqueza pétrea también fue utilizada para construir la famosa Casa de las Conchas o la Catedral de Salamanca. A mediados del siglo XX empezó a convertirse en lugar de reunión de los estudiantes de la reconocida universidad local, los cuales fueron imitados por miles de turistas que empezaron a llenar los bares, los cafés y las terrazas de esta monumental plaza.
Es uno de los lugares más emblemáticos de la capital salmantina, y por ella han pasado desde jefes de estado a Papas, pasando por poetas, escritores o políticos. Además, se ha convertido en un recurrente escenario cinematográfico y televisivo, apareciendo en películas como la estadounidense "En el punto de mira" (2008), que en realidad se rodó en un duplicado de la plaza; "La princesa de Éboli", de Terence Young (1955); "Nueve cartas a Berta", de Basilio Martín Patino (1965); "Tuno Negro", dirigida por Pedro L. Barbero y Vicente J. Martín (2001), o "Los fantasmas de Goya", de Miloš Forman (2006).
Recorriendo la Plaza Mayor de Salamanca
Se trata de una plaza porticada con soportales, los cuales se encuentran sustentados sobre 88 arcos de medio punto. Y todos y cada uno de ellos tiene sobre las enjutas de los arcos la efigie, dentro de un medallón, de un personaje histórico relacionado con la ciudad del Tormes. Es el caso de reyes como Felipe V, Isabel de Farnesio, Fernando III, Alfonso XI, Pedro I El Cruel, Enrique II, Juan I, Enrique III, Juan II, Enrique IV o los Reyes Católicos. Otros famosos personajes son el Duque de Wellington, Miguel de Cervantes, Santa Teresa de Jesús, Miguel de Unamuno, Antonio de Lebrija o Fray Luis de León.
Ya hemos comentado que en esta plaza se encuentra el Ayuntamiento de Salamanca. Es un peculiar edificio situado sobre cinco arcos mayores que está rematado con una espadaña que acoge tres campanas. Otros destacados edificios son el Pabellón de Petrineros y Guarnicioneros, que fue realizado también por García de Quiñones; la Iglesia de San Martín, cuya existencia fue la responsable de que la plaza actual no sea rectangular; el Pabellón Real y varios edificios destinados a viviendas, a la Universidad o a los Colegios Mayores.
Un último dato curioso. Si nos fijamos, comprobaremos que ninguno de los edificios de la Plaza Mayor de Salamanca tiene la misma altura. Casi todas las fachadas de la plaza tiene tres pisos de altura, menos la del Ayuntamiento, que tiene sólo dos. Pero estas diferencias no impedirán que disfrutemos de la que es una de las plazas con más ambiente de toda España.