Ledesma: una villa histórica y natural en Salamanca
Nada mejor para una escapada de fin de semana que unir el turismo cultural con la naturaleza. Lo encontramos en Ledesma, una villa histórica en la provincia de Salamanca.
En un estratégico cruce de caminos en el norte salmantino se encuentra Ledesma, una villa con mucha historia a tan solo 35 kilómetros de Salamanca que bien merece una parada. Se trata de un destino para disfrutar del patrimonio monumental, del turismo de naturaleza y, por supuesto, de la gastronomía.
La villa se alza sobre una muela granítica ocupando una posición defensiva ideal. Por algo en el siglo XII, Fernando II le otorgó el fuero de la villa a Ledesma y se convirtió en un importante centro económico, político y un punto clave en la comunicación del entonces reino de León.
Qué ver en Ledesma
- Puente viejo: es un puente del siglo XV sobre el río Tormes que mandó construir Beltrán de la Cueva, I conde de Ledesma. Y frente al puente, la muralla con partes de diferentes épocas históricas que nos llevan hasta el castro vetón prerromano que un día fue la localidad.
- Castillo de Ledesma: también llamado la Fortaleza. En una villa amurallada no podía faltar su castillo defensivo. Su origen se sitúa en el siglo XIII, aunque su forma definitiva la adquirió en tiempos de Beltrán de la Cueva.
- Ayuntamiento: es un edificio del siglo XV que parece casi una fortificación. Destaca su particular fachada sobria en la parte baja y con vidrieras en la parte superior. Dentro hay dos columnas góticas y un acceso a lo que antiguamente fue la Cárcel Real.
- Iglesia de San Miguel: es un templo de origen románico, aunque ha sufrido muchas remodelaciones. Forma parte del recinto amurallado y hoy es la sede del imprescindible Centro de Interpretación Histórica de Ledesma, Bletisa.
- Iglesia de Santa María la Mayor: declarada Bien de Interés Cultural, es una joya del gótico hispano-flamenco en Castilla y León que alberga el Museo de Arte Sacro.
- Palacio de los Beltranes: entre las numerosas casonas y palacios de Ledesma, destaca este palacio del siglo XV que perteneció al famoso Beltrán de la Cueva y en el que se alojó durante un tiempo el rey Enrique IV.
Turismo de naturaleza en Ledesma
Además de patrimonio cultural, Ledesma es el punto de partida para adentrarte en uno de los paisajes más atractivos de Castilla y León. Hablamos del Parque Natural Arribes de Duero, con más de 100.000 hectáreas que abarcan las provincias de Zamora y Salamanca.
El cauce del río Duero es el protagonista a lo largo de todo el parque y no te puedes perder los cañones y acantilados excavados por el río sobre la roca granítica. Las rutas de senderismo te llevarán a descubrir bosques de encinas, enebros y quejigos y puede que te encuentres en el camino con algunos habitantes de su fauna local como el halcón peregrino, el búho real, las nutrias o las garduñas.
Gastronomía en Ledesma
Nadie se va de Castilla y León decepcionado con su gastronomía y Ledesma cumple con creces cualquier expectativa. Su producto estrella y más famoso son las rosquillas, elaboradas de forma artesanal en los obradores de la localidad.
Comer en Ledesma es comer los guisos tradicionales de Castilla elaborados con las mejores materias primas. Pero, sobre todo, es comer embutido de calidad, como el jamón de cerdo ibérico que pasta por la zona.
Cultura, naturaleza y gastronomía son los tres pilares sobre los que se asienta Ledesma para que vivas una escapada inolvidable.