El Cabaco, destino con mucho encanto en Salamanca
El Cabaco es un histórico pueblo salmantino situado en pleno Parque Natural Las Batuecas-Sierra de Francia, un destino a tener muy en cuenta para los aficionados al turismo rural.
Situado a los pies de la enorme Peña de Francia, una montaña salmantina que cuenta con más de 1.700 metros de altura, El Cabaco parece todavía más pequeño de lo que en realidad es. Para que te sitúes, estamos al sur de la provincia de Salamanca, en Castilla y León, en la cuenca alta del río Yeltes y dentro del Parque Natural Las Batuecas-Sierra de Francia, considerado Reserva de la Biosfera.
Eso se traduce en un impresionante y grandioso escenario natural para una pequeña localidad que lleva habitada desde el siglo XIII, aunque en la zona ya moraron los romanos unos cuantos siglos antes. A la población de El Cabaco se unen dos pedanías, El Zarzoso y Zarzosillo, constituyendo toda esta zona un recomendable destino para los aficionados al turismo rural y para los amantes de la naturaleza.
Conociendo El Cabaco
Comenzamos la visita a El Cabaco haciendo un recorrido por sus lugares de interés histórico y monumental, y la primer aparada la hacemos en la Iglesia Parroquial de San Juan, que fue edificada en el siglo XVI. El Convento de Porta Coeli no es tan antiguo, pero sí mucho más grande, y está rodeado por un bello entorno natural. Se encuentra en la pedanía de El Zarzoso, a dos kilómetros del pueblo, y sus mojas hacen unos dulces artesanales de chuparte los dedos.
Seguimos recorriendo esta villa salmantina y nos encontramos con un puente de un solo ojo, todo él realizado en sillería de granito; con la Ermita del Humilladero, y con unas antiguas minas de oro romanas que se encuentran a un kilómetro del pueblo, conocidas como Las Cavenes.
Y de allí tomamos fuerzas para subir andando al Santuario de la Virgen de la Peña de Francia, que se halla en la cima de la montaña homónima, a 1.723 metros de altura. Además de la iglesia, cuenta con tres capillas exteriores, siendo la más bonita la Capilla de la Blanca. También hay un convento de frailes que cuenta con hospedería. En torno El Cabaco existe una red de rutas señalizadas que nos llevarán a descubrir los atractivos naturales del municipio, y que podremos recorrer a pie, a caballo o en bicicleta.
La cocina serrana de El Cabaco
Tanto si has pasado el día subiendo y bajando de la Peña de Francia, como si sólo has dado un relajado paseo por la zona, ha llegado el momento de reponer fuerzas. Y será un placer gracias a la rica cocina serrana y a la buena oferta de restauración de la zona. En la gastronomía local se emplean buenos productos de la huerta, carne de caza y los productos que se obtienen de la magnífica cabaña de cerdo ibérico salmantina, como embutidos y jamones. Hay que probar las patatas meneás, que se hacen en puchero de barro; el limón, una ensalada que lleva naranja, limón, huevos, chorizo, carne asada, vino tinto y aceite de oliva; los contundentes platos de alubias y las recetas que se preparan con los deliciosos hongos y setas de los alrededores.
Pero todavía hay muchas más razones para hacer una escapada a El Cabaco. Y es que el municipio cuenta con varios merenderos naturales y áreas de recreo, con buenas instalaciones deportivas, con una piscina natural en el río Cavín y con el Centro de Interpretación de Las Cavenes, una interesante aula arqueológica.
Para conocer el lado festivo de El Cabaco, déjate caer por el pueblo en fechas como el 15 de mayo, cuando se celebra San Isidro; durante la última semana de mayo o la primera de junio, que es cuando tiene lugar la fiesta de “La Emperrá”, o a finales de agosto, para pasarlo a lo grande en la Fiesta Mayor en honor de San Juan Evangelista. Pero cualquier momento es bueno para disfrutar de la belleza serrana del pueblo salmantino de El Cabaco y de su maravilloso entorno natural.