Candelario, una villa con afán por mantener viva su historia, tradiciones y fiestas

La villa de Candelario pertenece a la provincia de Salamanca y se ubica en la ladera de la sierra que lleva su mismo nombre. Sus calles principales van en el sentido de la pendiente, y las secundarias suelen ser transversales a estas, por lo que los paseos carecen de una horizontalidad que se ve compensada por la relajación que aporta el mismo.

Precisamente, por su singularidad y belleza, así como por ser uno de los núcleos mejor conservados de la provincia, fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1975. Además, casi todas sus viviendas conservan la estructura tradicional de tres pisos con unas puertas muy características que impedían la entrada de los animales, las batipuertas.

Descubriendo Candelario

El origen de Candelario fue en el Barrio Somero, levantado por los pastores astures. El barrio, que se encontraba a uno de los lados del inicio del camino de Navacarros, ya está desaparecido. Sin embargo, la demarcación se amplió alrededor de la iglesia, surgió una judería e incluso, tuvo una ermita en la zona baja de la ladera. El resto del pueblo, que es el que hoy en día podemos visitar, se fue construyendo más tarde, especialmente desde el siglo XVIII, con el inicio de la expansión de la industria chacinera.

Con el fin de facilitar al turista su visita y darle la posibilidad de conocer Candelario de la mejor forma posible, el pueblo cuenta con una ruta urbana perfectamente señalizada que indica, a través de QR, los puntos turísticos más atractivos. Al escanear los tótems informativos, el visitante podrá obtener toda la información del punto en el que se encuentra, consiguiendo así una experiencia completa y dinámica.

Pero si hay un lugar al que el visitante no debe dejar de acudir es el Museo Casa Chacinera, un museo etnográfico que muestra el día a día de la vida en Candelario a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. La propia división de la casa, amueblada con mobiliario y enseres originales, permite al tematizar los diferentes aspectos de la vida cotidiana. Por su parte, su musealización se completa con paneles, módulos expositivos y una actuación teatralizada que permite a todo aquel que acude a sumergirse en el ambiente de la matanza de Candelario en torno a la década de los años 20.

Fiestas y tradiciones de Candelario

Parte de la declaración de Candelario como Conjunto Histórico Artístico se debe, en parte, a la gran implicación de la población en mantener las tradiciones y costumbres de sus antepasados, pues son los propios pobladores los encargados de potenciarlas y difundirlas.

Entre las fiestas, están la representación del Viacrucis, la del Belén viviente, la fiesta de la Candelaria y, destaca entre ellas la boda típica de Candelario. La Asociación Cultural “Cuesta de la Romana” organiza cada segundo domingo de agosto la celebración de la Boda Típica, en la que se recrea todo el ritual de una boda a la antigua usanza.

De forma consciente o no, Candelario ha conservado muchos de los rituales que tenían las bodas en el siglo XIX, así que, a iniciativa de un par de hermanas que tuvieron una gran sensibilidad en recopilar estos datos pasados, surgió la idea de revivir las bodas tal y como se celebraran antaño. En el año 1989 se hizo la primera representación y, desde entonces, todos los años se ha celebrado el segundo domingo de agosto.