Un hotel-grúa en Holanda
En la ciudad holandesa de Harlingen se halla uno de los hoteles más extraños del mundo, pues está ubicado en una grúa.
Fuente de la imagen: Canalviajes
Harlingen, en la provincia de Friesland, en Holanda, es una pequeña ciudad de origen marinero conocida, entre otras cosas, por contar con un peculiar hotel. Sólo dispone de una habitación para dos personas, y antes de funcionar como alojamiento era una grúa del puerto local.
Esta grúa portuaria trabajó a pleno rendimiento desde el año 1967 hasta mediados de la década de los 90. Al final de su vida útil se mantuvo abandonada hasta que ha principios del siglo XXI fue reconvertida en uno de los más originales hoteles en todo el mundo. Se llama Harlingen Harbour Crane Hotel, pero los habitantes de la ciudad lo conocen popularmente como la cabeza azul, la araña o William el largo.
Dormir en una grúa portuaria
Dispone de una sola habitación para dos personas, pero a la que no le falta ningún detalle. De hecho es una estancia muy lujosa habilitada en la sala de máquinas de la gigantesca grúa. El acceso a la habitación se realiza a través de dos ascensores. Un primer elevador lleva a los huéspedes hasta una plataforma situada entre las grandes palas de la grúa, mientras que el segundo ascensor sitúa a los clientes en la misma sala de máquinas, actual dormitorio de lujo.
Fuente de la imagen: Canaviajes
Este hotel-grúa posee una altura de 17 metros, y se encuentra en el muelle del puerto de la localidad holandesa. Uno de los principales atractivos de la habitación es que los propios huéspedes pueden girar la cabina 360 grados, disponiendo de unas espectaculares vistas panorámicas de la ciudad, del puerto, del mar de Wadden o del faro local.
Los precios de este original alojamiento oscilan entre los 320 euros por noche, incluyendo el desayuno, y los 600 euros que cuesta si deseamos pernoctar en la grúa la noche de fin de año.
Qué ver y hacer en Harlingen
Durante los meses de verano, son muchos los turistas que deciden visitar las islas frisias de Vlieland y Terschelling. Para llegar a ellas es inevitable pasar por Harlingen, en la costa norte de Holanda, ya que desde aquí salen los ferrys que conectan con las islas. Antes de conocerlas, merece la pena hacer una parada y visitar esta bonita ciudad marinera, poseedora de un encantador casco antiguo y un animado puerto, con muchas tiendas y restaurantes.
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Es muy recomendable acercarse al faro de la ciudad, también reconvertido en un hotel, y recorrer los edificios históricos e iglesias de la villa. No en vano, la localidad de Harlingen fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en el año 2009.
Creíamos que ya lo habíamos visto todo en lo tocante a emplazamientos para hoteles, como faros, aviones, barcos o carpas de circo. Pero en Holanda han ido más lejos, ya que en la localidad de pescadores de Harlingen nos sorprenderán con un alojamiento ubicado en una grúa portuaria, el Harlingen Harbour Crane Hotel.