Turismo por la provincia de Salamanca: El Cabaco
En una de las zonas más bellas de Salamanca, la Comarca de la Sierra de Francia- Quilamas, se halla la población de El Cabaco. Con dos pedanías incluidas en su ayuntamiento, Zarzoso y Zarzosillo, El Cabaco es un destino en el interior de España de lo más recomendable para los amantes del turismo rural y de naturaleza.
La localidad castellano leonesa de El Cabaco se encuentra en un enclave que ya se hallaba habitado en la época de los romanos, los cuales la eligieron por sus minas de oro. Como pueblo, El Cabaco existe desde 1215, año en que el rey Alfonso IX de León lo anexionó a la jurisdicción de la cercana localidad de Miranda del Castañar. Perteneció a esta villa hasta el año 1811, momento en que el Gobierno español abolió los señoríos y las jurisdicciones para que El Cabaco pudiera conseguir su independencia.
Por su situación geográfica en el interior de la Península Ibérica, El Cabaco posee un clima de tipo continental. Esto significa que sus inviernos son muy largos y fríos, mientras que los veranos son secos y calurosos, aunque de corta duración. La temperatura media anual es de 12 grados centígrados, siendo la media en verano de 29 grados y de -1 grado en los meses de invierno. Respecto a las precipitaciones, la media anual es de 763 mm.
El Cabaco ofrece a sus visitantes un interesante patrimonio monumental y natural. Respecto al primero, en la localidad podremos visitar la iglesia parroquial de San Juan, del siglo XVI; el puente de un solo ojo, que está realizado en sillería de granito; la ermita del Humilladero; las Cavenes, las antiguas minas de oro romanas, que se encuentran a un kilómetro del pueblo o el Convento de Porta Coeli, un monasterio de monjas franciscanas de la Tercera Orden Regular que está ubicado en la pedanía de Zarzoso, sin olvidar el popular Santuario de la Virgen de la Peña de Francia.
Por los que se refiere a los encantos naturales de El Cabaco, sólo hay que recordar que estamos en la salmantina Sierra de Francia, una zona de espectacular belleza. Casi obligatorio es realizar la subida a pie hasta la Peña de Francia (1.723 metros). Se puede hacer en una sola jornada, y en su cima encontraremos el Santuario de la Virgen de la Peña de Francia. En los alrededores de El Cabaco existen numerosas rutas señalizadas para descubrir sus bellos parajes a pie, a caballo o en bicicleta.
En la gastronomía serrana de El Cabaco, como en la de toda la Sierra de Francia, abundan los productos de la huerta, de los frutales y de su excelente cabaña de cerdo ibérico, con el que se elaboran magníficos embutidos y jamones. También está muy presente en su cocina la carne de caza. Son tradicionales en El Cabaco recetas como las patatas meneás, que se cuecen en puchero de barro; el limón, una ensalada que lleva naranja, limón, huevos, chorizo, carne asada, vino tinto y aceite de oliva; las alubias y un buen número de platos elaborados con los deliciosos hongos y setas de la zona.
La oferta de hoteles de El Cabaco incluye establecimientos como la Hospedería del Santuario Peña de Francia, de tres estrellas. Se puede reservar habitación en este hotel a través de la página web de Hoteles.net a un excelente precio. Además, registrándonos gratis en la web de Hoteles.net obtendremos descuentos directos de entre un 1 y un 7% en todas las reservas. También se acumulan puntos canjeables para descuentos adicionales en las próximas reservas.
Además de todos los motivos ya expuestos para realizar una escapada a El Cabaco, el municipio todavía nos reserva otros atractivos, como sus merenderos naturales, varias áreas de recreo, buenas instalaciones deportivas, una piscina natural en el río Cavín o el Centro de Interpretación de Las Cavenes, una interesante aula arqueológica.
El calendario de eventos de El Cabaco incluye fiestas como la de San Isidro, el 15 de mayo; la fiesta de “La Emperrá”, que suele caer en la última semana de mayo o en la primera de junio, o la Fiesta Mayor, en honor de San Juan Evangelista, que se celebra el 29 de agosto. Pero cualquier momento es bueno para disfrutar de la belleza serrana del pueblo salmantino de El Cabaco y de su maravilloso entorno natural.