Pueblo pesquero en Vizcaya: ELANTXOBE
Ante las bravas costas del cantábrico se encuentra Elantxobe, una pequeña localidad con un encanto especial, parte de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.
Historia
El origen de este pintoresco pueblopesquero lo encontramos en la población vecina de Ibarrangelu. Estasituada más hacia el interior, protegida en aquellos tiempos pasadosde los indeseables ataques por parte de piratas y saqueadores, alquedar oculta desde el mar.
Pero ya a principios del siglo XVI seestablecen una serie de caseríos en la que es la parte alta delactual Elantxobe. Barrio de Ibarrangelu al que se llamó Ancho.Un punto que les permitía un acceso más rápido a la costa, dondese construyó un primer y arcaico puerto.
La decisión deestablecer aquellos muelles allí se debió a la poderosa mole rocosaque forma el Cabo Ogoño, que protege la zona de los vientos marinosdel oeste y redirige las mareas. Con el tiempo seirán construyendo viviendas en las empinadas laderas que desciendenhacia el puerto, conformando la bella composición del Elantxobeactual.
Elmismo nombre del pueblo deriva de esta nueva zona, añadiendo a sunombre tradicional de El Anchola partícula euskera be,que significa bajo. Deeste El Ancho Bajo /El Ancho Be, acabóconvirtiéndose en Elanchove.
Llegando a 1987con este nombre, cuando será convertido en Elantxobe de maneraoficial.
Su independenciade Ibarrangelu y su establecimiento como ayuntamiento propio llegaantes, en 1858. Como resultado de la prosperidad que alcanzó através de su dedicación marinera, de gran importancia durante elsiglo XVII y XVIII como puesto de defensa costera. Y también por lapesca, recurso que otorgará al pueblo un aumento económico notable,especialmente a partir de su autonomía como municipio.
Uno de sus mayoresatractivos fue en su momento su mayor obstáculo de crecimiento, y esesa orografía tan pronunciada. Hoy fuente de turismo, pero quecomplicó en gran medida la construcción en la zona, así como losaccesos.
Conociendo yanuestro destino, nos ponemos en marcha.
Aproximándonos
Partiendo desde Bilbao, a 45 km deElantxobe, ponemos rumbo a Guernica-Lumo, donde comienza el largoestuario que conforma la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Y podemos optar por seguir lacarretera que nos lleva acompañando dicho estuario por su margenoriental o bien adentrarnos por las zonas de verdes montes delinterior.
Sea como sea, nos acompañaránbosques y campos, caseríos y pequeños pueblos, en esta hermosa rutaque nos llevará a nuestro destino.
La opción más corta, cabe señalar,es la que se adentra por el interior y nos dirige a la mencionadaIbarrangelu. Y también que desde aquí podremos tomar con másfacilidad la carretera que conduce al puerto de Elantxobe.
Y es que las empinadas laderas sobrelas que se ha construido nuestro destino son tan pronunciadas, quedos carreteras diferentes y sin conexión, dan acceso a él. Una porel alto y otra en la línea baja de costa. Situándose Elantxobeentre ellas.
Si llegas por la parte alta teencontrarás con la curiosa plaza giratoria de la localidad. Es poresa disposición mencionada, que la carretera que llega al puebloimpide que vehículos de gran tamaño, como los autobuses, puedan darla vuelta. Así que, situándose en el centro deesta plaza, la misma comienza a girar volviendo al vehículo en laotra dirección. Una original fórmula muy llamativa para elvisitante.
Sea por una ruta o por otra, sea antesu puerto o su curiosa plaza, este maravilloso pueblo te abre suspuertas.
Atractivos
Sin lugar a dudas uno de susprincipales intereses es la misma belleza del pueblo y su entorno.Las vistas desde lo alto nos asombran con la fuerza del horizonteperdiéndose en el profundo azul de sus aguas, con las rocosasparedes del Cabo Ogoño a la izquierda y el verdor natural que todolo tiñe.
Es en la parte alta donde se encuentrala humilde Iglesia de San Nicolás de Bari, por la que se llegaron aendeudar los marineros locales para pagar su construcción, allá porel 1803. Sorprende la amplitud de su interior, que guarda un belloretablo y bienes traídos de otros templos.
El mirador de la parte alta nos sitúaante pequeñas callejuelas y escaleras que descienden escalonadashasta el Mar Cantábrico, con sus casitas en cascada que rematan anteel puerto. Puerto que precisa de fuertesespigones para protegerse de la bravura de sus aguas. En el pasadolas tormentas llevaban la furia del mar contra Elantxobe y no esdifícil imaginar el valor de aquellas gentes que lo desafiaban.
Elantxobe no alcanza los 2 kmcuadrados de extensión, por lo que no tardaremos mucho en recorrerloy disfrutarlo.
Aunque carece de playa, sus gentesemplean los mismos muelles, donde disponen sus toallas para tomar elsol. Dado que no se trata de una orilla costera, se ideó una piscinanatural que se rellena con el agua del mar para los más pequeños.
Además de la belleza que el conjuntomanifiesta, que le da su característica imagen, podremos acercarnosa su tradición pesquera a través de la gastronomía, especialidadde la zona.
Y alcanzar más de esa belleza, pues aElantxobe muchos vienen para adentrarse en sus entornos naturales.Rutas de senderismo que nos invitan a recorrer el notorio Cabo Ogoñoy el resto de la región. Presentándose varias con distintasdificultades y distancias, pero todas ellas maravillándonos a travésdel contacto con la inspiradora esencia de sus parajes.
Pudiendo alcanzar la Playa de Laga, ungran arenal de casi 600 metros, al otro lado del Ogoño. Hasta aquívienen amantes del surf, habiendo incluso un club-escuela de surf.
El piragüismo y la vela son otros delos deportes practicados en esta playa. Así como el parapente paralos más osados, lanzándose desde el alto del Ogoño.
Al igual que otras comunidades delnorte vasco, la Fiesta de las Magdalenas del 22 de Julio se convierteen una fecha ideal para participar de sus tradiciones y encontrarseun pueblo lleno de la alegría que siempre las acompaña.
Una suma de buenos motivos paraacercarse y escapar de los típicos destinos.
Despedida
Y dejamos Elantxobe con la sensaciónde habernos llevado mucho más de lo que creíamos encontrar.
La tranquilidad ofrecida por elcarácter de sus gentes y por la comarca que habitan, la naturalezaque seduce y diversas opciones para disfrutarla.
Elantxobe nos ofrece más de loesperado.
El camino nos aleja, pero el corazónnos pide volver.