Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici

Historia

En algún momento del pasado prácticamente en todo lugar hubo asentamientos humanos. El cambio del clima o la situación con otros pueblos volvió algunos inhabitables u ofreció mejores posibilidades en otros, por lo que fueron abandonados. Pero este no es el caso.El Alto Pirineo se encontraba totalmente helado durante la última glaciación y conforme los hielos se fueron retirando, no mejoró de manera demasiado drástica. Su situación geográfica tampoco beneficiaba el que llegasen hasta él pobladores.

Los últimos descubrimientos arqueológicos en la zona señalan que sí hubo presencia humana hace más de 8 milenios, pero solo temporal; grupos de paso o que se acercaban para cazar y regresar a sus propias tierras.No será hasta entrada nuestra era y el desarrollo posterior, ya en tiempos más modernos, que la humanidad alcance estas regiones de manera más activa y amplíen la explotación de sus recursos.Esto convierte al Alto Pirineo en una tierra que ha permanecido natural y pura desde la más remota antigüedad.

Tras la constitución del Parque Nacional de Ordesa en 1918, en Aragón, hubo que esperar hasta el 1955 para el de Aigüestortes en Lleida; convirtiéndose en el segundo de los Pirineos y el quinto a nivel español.

Durante muchos años estuvo controlado exclusivamente por la Generalitat dejando de formar parte de los Parques Nacionales, tiempo en que amplió su espacio natural y periferia, así como se fueron estableciendo leyes para proteger sus recursos. A partir de 1997, con la modificación de las leyes sobre espacios naturales que permitió que la gestión de estos pudiese ser autonómica, Aigüestortes volvió a la red de Parques Naturales.

Actualmente recibe una media de unos 300.000 visitantes al año, ocupando el puesto octavo en la lista de Parques Nacionales.

Entorno

El parque se divide en dos zonas, una interna y otra periférica. La periférica está destinada a ser un cordón de seguridad para que la interna se mantenga en el mejor estado posible, alejándola de la erosión que le provocaría la presencia de asentamientos humanos.Esta zona interior ocupa más de 14 mil ha, mientras que la periférica supera por mucho las 26 mil ha. En total suman 40.852 ha.

También podemos encontrar varias zonas biológicas diferenciadas, entre las de alta montaña y las bajas, así como las vertientes de sus ríos. Sin olvidar los numerosos lagos y otros espacios con sus propios microclimas y particularidades. El parque se encuentra sobre los 1.100 m y alcanza cotas sobre los 3.000; por lo que su vegetación varía notablemente.Montes imponentes, amplias zonas verdes y el agua; porque esta es fundamental en Aigüestortes, de ella viene su nombre.

Aguas torcidas sería la traducción y esta le viene por los meandros y cursos de sus ríos. También se menciona el Lago de San Mauricio, siendo este el más emblemático de sus 80 lagos de montaña.

Sus picos más altos son el Pico Cornaloformo de 3.033 m y el Besiberri Sur de 3.017. El Besiberri Norte llega a los 3.015 m y el Punta Alta a los 3.014 m.Aunque las más famosas quedan por debajo de los 3.000; siendo el Pico de Peguera de 2.982 m, el Tuc de Colomers de 2.933 m o el Montardo de 2.833 m entre otros.

Y de la fauna que nos podemos encontrar en el parque hay una gran cantidad de aves, como el águila real, el buitre leonado, el quebrantahuesos o el urogallo. De los mamíferos el armiño y la marta, el jabalí, corzos y gamos. Aunque se ha de tener paciencia para poder disfrutarlos.

Qué hacer

El parque es recorrido por numerosos senderos que permiten adentrarse en él, especialmente en verano; aunque es recomendable hacerse con un folleto de información en los centros que el parque ofrece, puesto que existen diversas dificultades en los tramos y hay senderos que son difíciles de encontrar.

De entre estas rustas la principal es el Gran Recorrido, que cruza prácticamente todo el parque. La Travesía Espot-Boí, permite unas vistas espectaculares. Y el camino Carros de Fuego es tal vez el más complejo, con una ruta que se recomienda completar en 4 días como mínimo.

El alpinismo y la escalada son otras de las actividades que se pueden realizar en Aigüestortes, aprovechando sus cumbres. Y en los meses más fríos, cuando las nieves llegan a reclamar su lugar, el esquí de travesía o el senderismo con raquetas de nieve. Aigüestortes queda justo al sur de la conocida Baqueira Beret; así que es una opción más para los enamorados de las cumbres nevadas.

Qué ver

Uno de los principales atractivos del parque son sus lagos, que como otros pirenáicos han sido empleados para conseguir energía hidroeléctrica.

El de San Mauricio es el más conocido. Ante él se alzan Los Encantados, dos picos que surgen de la misma montaña y son seguramente la imagen más llamativa por el conjunto que logran. El Pequeño Encantado de 2738 metros y su hermano el Gran Encantado de 2747 metros; como una única montaña que un gigante partiese con su hacha. El Parque Nacional emplea estas cimas como emblema.

Además de San Mauricio se nos presentan lagos como el de Llebreta, rodeado por verdes prados, montes rocosos y bosques de pinos; el de Redó, de entorno similar pero línea más abrupta; o el Morrano, que situado a gran altitud encontramos rodeado de un paisaje de roca y monte lejano, que evoca la soledad más trascendente.

Nombrar todos y cada uno de los lagos nos llevaría muchas páginas. Y es que aún no quedaría hablar de sus ríos y riberas, de sus bosques y cumbres. Todo un paraje que guarda muchos en su interior y al que merece la pena dedicar varios días para explorarlo.

Dónde hospedarse: Hotel Taüll (Boí-Taull, Valle de Boi), Hotel Boi Taüll Resort (Boí-Taull, Valle de Boi)

Otra opción es la de alquilar estancia en uno de los 12 refugios dentro del mismo parque para pasar allí los días.