El pueblo medieval de Pals, en Girona

Belén Valdehita
Belén Valdehita 01 Agosto, 2018

Un precioso casco antiguo de origen medieval y una bonita playa son algunos de los reclamos turísticos de Pals, en la Costa Brava de Girona.

Pals, en Girona
Fuente de la imagen: clubvillamar.com


Situado en la comarca del Bajo Ampurdán, en la catalana provincia de Girona, se encuentra el pueblo de Pals, uno de los más conocidos de la Costa Brava. Limita con los municipios de Torroella de Montgrí, Fontanillas, Palau-Sator, Torrent, Regencós y Begur.


Posee un antiguo conjunto monumental con una larga trayectoria histórica, formado por la antigua villa, el castillo y las murallas. Al hallarse junto a la costa, no le falta una buena playa, ubicada muy cerca de la población.


Otro de sus atractivos es su clima mediterráneo, que le proporciona unos veranos largos y cálidos y unos inviernos suaves. La temperatura en verano, de junio a septiembre, no suele superar los 28 grados centígrados de máxima. No es habitual que llueva en verano, a excepción de alguna tormenta estival. En invierno la temperatura máxima es de aproximadamente 14 grados y la mínima de no suele bajar de los 7 grados.

Calle de Pals, en Girona
Fuente de la imagen: Flickr / Antoni Castells

Paseo histórico por Pals

Comenzamos el recorrido de esta localidad gerundense por su precioso centro histórico de origen medieval. Allí se hallan lugares tan históricos como la torre románica de las Horas, que fue construida entre los siglos XI y XIII. También hay un barrio gótico en la villa, que se caracteriza por sus calles empedradas, los arcos de medio punto y los edificios con ventanas ojivales y balcones de piedra.


Nuestra visita nos lleva hasta el castillo, del que actualmente sólo quedan en pie la torre del Homenaje, dos puentes en arco rebajado y la base sobre la que se construyó la capilla del edificio. El lugar donde estaba el castillo lo ocupa ahora la residencia privada de la familia Pi i Figueras.


Nos quedan por ver lugares como el mirador de Josep Pla, las murallas de la villa, la Plaza Mayor, las tumbas de la calle Mayor o la Iglesia de San Pere. Hay también en Pals un interesante Museo de Arqueología.

Playa de Pals, en Girona
Fuente de la imagen: Apartamentos Les dunes

Hora de comer en Pals

En este pueblo catalán predomina la gastronomía tradicional del Baix Ampordà, en cuyos platos confluyen tanto productos del mar como de la tierra. Son recetas típicas la esqueixada, que es una ensalada de bacalao que también lleva habas y guisantes; la escalivada, un asado de berenjena, cebolla y pimientos, o los guisos de pollo o conejo con marisco.

Y es que de la costa mediterránea llegan productos del mar como las gambas, las lubinas o las doradas, que aquí se pueden preparar de numerosas maneras.

Para postre, nada mejor que las frutas de la zona, como las fresas, los melocotones, los melones, las sandías o las naranjas, que en verano se convierten en deliciosos helados y sorbetes preparados de forma artesana.

Iglesia de Sant Pere, en Pals, Girona
Fuente de la imagen: Mi Mundo Viajero

Motivos para viajar a Pals

Pals es uno de los pueblos más visitados de la Costa Brava. Su bello trazado medieval, sus monumentos góticos, las calles empedradas o las peculiares fachadas de sus históricas casas, hacen que resulte un destino de lo más encantador y atractivo.

A pocos kilómetros de Pals está el núcleo turístico de Platja de Pals, situado en torno a una buena playa. En él, además de grandes villas, hay también algunas urbanizaciones y varios hoteles.


Cerca de Pals encontraremos otros pueblos que también poseen un gran encanto, y a los que podremos hacer excursiones, como Palafrugell y Begur, donde también abundan las playas y calas, como Sa Riera, Sa Tuna o Aiguafreda.

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