Orbaneja del Castillo, Burgos

Introducción

Existe un lugar al norte de Burgos, junto a la ribera del Ebro, que parece sacado de un cuento, perfilado por la magia de los duendes y las hadas. Un entorno onírico en el que se asienta un pequeño y antiguo pueblo.Lo remoto de su ubicación hoy es ligeramente más asequible que en el pasado, así que aprovechando nuestra fortuna nos acercaremos hasta allí y echaremos un vistazo a las maravillas que nos tiene reservadas.

Desde los tiempos prehistóricos del paleolítico se tienen referencias de presencia humana en las cuevas de esta región. Se desconocen datos históricos concisos sobre poblaciones pre-romanas, aunque el mismo nombre de Orbaneja provendría del indoeuropeo, haciendo referencia a la hidrografía; característica más que notable en este pueblo.

Será en la edad media cuando realmente podamos señalar su existencia y, como su nombre indica, el hecho de que en su momento existiese un castillo. Aunque tal vez dicho castillo sea fruto de la fantasía, pues rodea el pueblo una sorprendente formación rocosa que semejan las ruinas de una formidable fortaleza, propia de gigantes.Los famosos caballeros templarios estuvieron en Orbaneja, donde fundaron un convento-hospital. Desgraciadamente salvo unas pocas piedras que los lugareños señalan como partes de aquel, nada más resta.

El título de villa le será dado por los Reyes Católicos. Dedicados a la labranza y ganadería, se detuvo el tiempo en este lugar. Pero no solo el del medievo que inspiran sus viejas viviendas tradicionales de montaña, sino uno más antiguo aún, ese que es la leyenda y fue antes y nunca.

Orbaneja del Castillo es un lugar de cuento. No uno de esos edulcorados por Disney, sino de los que inspiraron los mitos; luz y oscuridad, la incertidumbre de lo desconocido que se muestra ante los ojos incrédulos. Un entorno único que revela secretos a los pocos capaces de entender su vieja lengua.

Aproximándonos

En menos de una hora, saliendo en dirección norte desde Burgos, nos pondremos en Orbaneja del Castillo. Es una ruta cómoda, que nos transporta entre paisajes magníficos; especialmente cuando estamos a punto de llegar y el Ebro describe su amplia curva, y nos rodea de pronto con las paredes del cañón que ha formado su paso en los milenios.

La carretera que nos sitúa en el mismo pueblo no es especialmente ancha y esto se debe tener en cuenta si la visita se decide para el verano, cuando son sus fiestas y hay mayor afluencia de gentes.

También desde Burgos podemos llegar a Orbaneja en línea de autobús. Eso sí, esta viaja pueblo por pueblo y tarda mucho más en realizar el recorrido.

Atractivos

El pueblo de Orbaneja del Castillo fue declarado Conjunto Histórico en 1993, queriendo preservar la belleza tradicional de sus casas de orígenes medievales. Aunque ya estas viviendas poseen esa belleza especial, varias edificaciones son de señalar. La llamada Casa de los Pobres, hospital del siglo XVI; la Casa de los Marqueses de Aguilar, elevada sobre una plataforma rocosa en la misma plaza municipal; o la Casa de los Canes, conocida así por la decoración de sus muros. Y por supuesto su iglesia románica, que aún siendo humilde en comparación a otros templos, aquí se perfila como el más importante de sus edificaciones.

La villa es pequeña, se recorre en un breve tiempo. Sencilla, campesina y totalmente integrada en su entorno, posee una belleza en su conjunto que a nadie decepcionará.Vamos a referirnos ahora a ese entorno, porque en todo momento nos veremos impregnados por él.

Hablaremos primero del lugar en que se enclava. Orbaneja tiene el Ebro a su vera, asentándose en el valle de su cauce, que forma un amplio meandro. Esto es sinónimo de maravillosas vistas, de tierras ricas en verdor.

Fue el paso durante milenios del curso del Ebro, sumado a los vientos erosionadores, lo que conformó la curiosa formación rocosa que se alza como muralla. Algunas partes han quedado separadas de este muro, siendo una conocida por los visitantes como “el beso del camello”, porque curiosamente parece un camello besando a otro. Una broma de los seres feéricos o un capricho natural. Sobrevolando el cañón podrás contemplar los buitres que anidan aquí.Y no es esta corona de roca la única maravilla natural que encontraremos.

En la parte baja se reúnen las aguas en unas amplias pozas, antes de poner destino al Ebro. Estas son alimentadas por una bellísima cascada de unos 25 metros que baja entre casas y árboles, saltando entre rocas, por el perpendicular terreno.Siguiendo este curso hacia arriba en busca de sus fuentes, llegaremos a la Cueva del Agua. Esta cueva natural preside el mismo pueblo, a ella se filtran las aguas freaticas que guarda el subsuelo de la región. La exploración de sus profundidades a cargo de espeleólogos, reveló hace pocos años su basta extensión y sus conexiones con otras.

Es posible acceder a su interior, al menos al primer tramo, colmando los oídos por los misteriosos sonidos que en ella reverberan. Para realizar esta visita es necesario solicitarlo en la oficina de turismo de Sedano; municipio al que pertenece Orbaneja del Castillo. Junto a la entrada de esta cueva es donde se alza la roca y la mencionada Casa de los Marqueses de Aguilar que encima se construyó.

Existen otras cuevas interesantes, como la de Niéspara o la del Azar; habiendo sido habitadas en los tiempos prehistóricos y teniendo, la segunda, pinturas rupestres.

Varias rutas programadas de senderismo nos acercarán a otros lugares de inmensa belleza en el cañón del Ebro. También podemos ascender a las tierras llanas sobre el pueblo, conocidas como Las Eras, en donde sus gentes tienen los campos de cultivo y los pastos. Aquí encontraremos antiquísimas chozas de piedra, en donde se guardaban las herramientas y los pastores y campesinos podían resguardarse de la dura climatología; estas pequeñas cabañas son un legado milenario que nos remonta hasta los primeros hombres que lograron domeñar esta tierra.

Hay que tener en cuenta que el clima en estos parajes es duro. En el invierno el frío puede llevar a nieves o granizo, y en el verano el calor pega fuerte. Si se quiere poder disfrutar de paseos tranquilos, lo mejor es esperar a los meses soleados; aunque tener en cuenta que en sus noches refresca.

También en verano, concretamente en Agosto, se celebran sus fiestas. Así que es otro motivo más para acercarse.

Despidiéndonos

Orbaneja es un lugar curioso. Lo es por las caprichosas formas de la naturaleza, por la tozudez de sus habitantes que supieron adaptarse y prosperar. En un instante en silencio, el sonido de las aguas cayendo en la cascada, los pasos por sus estrechas callejas, el viento recorriendo las murallas del cañón y cada pequeña casa; nos muestra la sutil magia que todo lo impregna, en este rincón que quiere seguir apartado del mundo.