Tres destinos en la Costa Brava que te enamorarán

La franja de costa mediterránea que va desde Blanes hasta Portbou es conocida como la Costa Brava. Se encuentra en la provincia catalana de Girona, y no sólo posee un entorno natural espectacular, también acoge un buen número de pueblos con mucho encanto.

Son pueblos donde prevalece la esencia mediterránea, en muchos casos se conserva la herencia medieval y en todos se mantienen las tradiciones ancestrales, y donde no faltan buenas playas. De todos ellos, hemos escogido tres, Pals, Llança y Calella de Palafrugell. Ha sido una decisión complicada, porque son muchos los pueblos de la Costa Brava que te enamorarán.

El pueblo medieval de Pals

Se trata de uno de los pueblos más visitados de la Costa Brava, y los motivos saltan a la vista: su trazado medieval, sus calles empedradas, sus casas históricas y sus monumentos hacen de este municipio un lugar muy especial.

El conjunto monumental de Pals está integrado por la torre románica de las Horas, construida entre los siglos XI y XIII; el castillo, las murallas, la Iglesia de San Pere, las tumbas de la calle Mayor, la Plaza Mayor o el Barrio Gótico, donde predominan las casas con ventanas ojivales y balcones de piedra. Y no hay que perderse el Museo de Arqueología local.

A sólo unos kilómetros del centro urbano encontraremos un moderno núcleo turístico llamado Platja de Pals, situado en torno a una estupenda playa. Aquí se concentran la mayoría de los hoteles.

La villa de Llança

Lo primero que llama la atención de Llança son sus siete kilómetros de costa, que acogen la playa Rastell, la playa Bramant, la playa Canyelles, la cala Cap Ras, la cala Futaner, la playa del Cros, la playa Grifeu, la playa Sota del Parador o la playa del Port Llançà, entre otras playas y calas.

Además de ser un excelente destino para las vacaciones, este pueblo es uno de los más históricos de la Costa Brava, y se encuentra a 60 kilómetros de la ciudad de Girona. Consecuentemente, su patrimonio monumental es magnífico, e incluye una torre románica de estilo gótico del siglo XIII; las ruinas de un castillo del siglo XI; la Capella de la Mare de Déu del Port, que se cree fue construida en el siglo XVII, o el antiguo Recinto Amurallado, que rodeaba toda la población entre los siglos XIII y XIV.

Otras interesantes y entretenidas propuestas son el Museo de la Acuarela, único en toda Catalunya, y el puerto deportivo y pesquero, que cuenta con club náutico. Resulta de lo más recomendable ir a contemplar la llegada diaria de los barcos que traen la pesca, y también salir de compras por las pequeñas tiendas que hay en los alrededores del puerto.

La inspiradora Calella de Palafrugell

Éste es uno de los pueblos más tranquilos de la Costa Brava. Fue fuente de inspiración para el famoso cantautor catalán Joan Manuel Serrat, quien escribió aquí la mítica canción “Mediterráneo”, y pasó de ser un pueblo de pescadores a un solicitado destino turístico sin perder ni un ápice de su encanto marinero.

Para conocer en profundidad Calella de Palafrugell, basta con realizar sus rutas culturales. La Ruta de de Josep Pla se creó en honor al escritor catalán que da nombre a la misma; la Ruta de Les Torres Guaita recorre las antiguas torres de vigilancia de la zona, construidas entre los siglos XIV y XVIII; la Ruta del Triángulo de Can Mario transcurre por los tres espacios culturales que hay en la plaza de Can Mario, el Depósito de Agua modernista, el Museo del Corcho y la Fundación Vila Casas, y la Ruta del Suro o del Corcho gira en torno a la gran industria de este sector que tuvo Palafrugell.

Y todavía nos quedan por descubrir las playas locales. No son de gran tamaño, pero sí muy atractivas, como El Golfet, la playa de Sant Roc o dels Canyers, El Port Pelegrí, La Platgeta, Platja d’en Calau, Port Bo, Port de Malaespina y El Canadell, siendo esta última ideal para practicar el buceo. El día de playa se puede completar con una bonita ruta de senderismo, como la del Camí de Ronda, que recorre toda la costa.