Bolonia, naturaleza y arte en el norte de Italia
La antigua ciudad de Bolonia, o Bologna en italiano, sorprende por su esplendido patrimonio monumental, pero también por su maravilloso entorno natural. Aunque no es uno de los destinos más reclamados de Italia, esta ciudad universitaria de origen medieval no tiene nada que envidiar a ciudades como Venecia o Florencia
Bolonia está situada al norte de Italia, entre los Montes Apeninos y el mar Adriático, en la región de Emilia Romagna. Rodeada por bellos parajes naturales de colinas, llanuras y montañas, recorrer esta ciudad es un auténtico placer, ya que no se encuentra tan llena de turistas como sucede en otras ciudades italianas.
Bolonia posee un clima de tipo continental. El mar queda un poco lejos, por lo que sus inviernos suelen ser bastante fríos, y los veranos secos y calurosos. La temperatura máxima media anual es de 18,3 grados centígrados, siendo la temperatura mínima media de 8,8 grados.
Conocer el patrimonio monumental y cultural de Bolonia lleva su tiempo. Podemos empezar la visita por su casco antiguo, excelentemente conversado, que es uno de los más grandes de Italia. En él encontraremos más de de 38 kilómetros de encantadoras calles porticadas y varias torres de origen medieval. Aunque la ciudad llegó a contar con un centenar, en la actualidad sólo queda una veintena, como la Torre de Altabella, de 61 metros de altura; la Torre Prendiparte, de 60 metros; la Torre Asinelli, de 98 metros, o la Torre Garisenda, de 48 metros.
Otro elemento habitual en Bolonia son los palacios. Destacan, entre otros, el Palazzo dell’Archiginnasio, uno de los edificios más importantes de la villa, que fue sede de la Universidad; el Palacio Municipal, que se remonta al siglo XIII; el Palacio Re Enzo, que fue construido entre 1244 y 1246 como sede del municipio, o el Palacio de la Mercancía, del año 1391.
Entre las iglesias de Bolonia, no hay que dejar de visitar la Basílica de San Petronio, que se comenzó a construir en el año 1390 bajo la dirección de Antonio di Vincezo; la Iglesia de San Francisco, del siglo XIII; el complejo de San Esteban, también conocido como las Siete Iglesias, que incluye un conjunto de iglesias y capillas unidas por un patio y un claustro; la Iglesia de San Pedro, que se calcula fue construida en el siglo XI; el Santuario de la Virgen de San Lucas, situado en la colina de la Guardia, o la Iglesia de San Domingo, de 1221.
Otro lugar de interés en la ciudad es la Universidad de Bolonia, considerada la más antigua de las universidades en el mundo occidental. Fue fundada en 1088, y actualmente aporta a la ciudad una animada vida social.
Llegada la hora de comer, conviene saber que Bolonia posee una excelente reputación gastronómica, que se remonta a la Edad Media. Y no hay que olvidar que en la región italiana de Emilia Romagna nació la pasta, siendo los tortellini unos de los platos más simbólicos de Bolonia. Son también tradicionales los cappelletti (raviolis redondos), los tortelloni de requesón boloñés o las lasañas y tallarines aliñados con ragú de carne.
En Bolonia son muy populares sus patatas, sus cebollas, los espárragos y sus embutidos. De esta zona de Italia son la popular mortadela boloñesa, los ciccioli (chicharrones), los crocantes de cerdo, el salchichón rosa, la sobrasada, el jamón de Parma, el zampone (pie de cerdo relleno de carne), los cotechini o los cappelli da prete.
De la región de Emilia Romagna son también los quesos parmigiano reggiano y el grana padano, además del vino espumoso Lambrusco. Otro vino tinto de la zona es el Sangiovese di Romagna, además de contar con los vinos blancos Albana di Romagna y Monterosso Val d’Arda.
La oferta de hoteles en Bolonia está compuesta por alojamientos de cinco estrellas como el Grand Hotel Majestic Gia Baglioni; de cuatro estrellas como el Art Hotel Corona D’oro, el Hotel NH Bologna Villanova, el Hotel Holiday Inn Bologna San Lázaro, el Hotel Sheraton Bologna o el Zanhotel Europa; de tres estrellas, como el Hotel del Borgo, el Hotel Fiera, el Hotel Nuovo del Porto o el Hotel Roma – Porretta Terme, y de dos y de una estrellas, como el Hotel Albergo Giardinetto o el Hotel San Giorgio, entre otras posibilidades.
Bolonia es un destino altamente recomendable si visitamos Italia. No es tan popular como Venecia, aunque también posee algunos canales, ni tampoco como Roma, pero está repleta de historia y de monumentos. Cuenta con una animada vida universitaria, puede presumir de su famosa y reconocida gastronomía y se halla rodeada por un maravilloso entorno natural.