Barcarrota, tierra de conquistadores y menhires
Poblada desde la Antigüedad, la localidad pacense de Barcarrota cuenta con un gran legado prehistórico y con un magnífico patrimonio monumental y de naturaleza, y aquí nacieron muchos de los conquistadores que viajaron a descubrir el Nuevo Mundo.
Situado en la provincia de Badajoz, Barcarrota es uno de esos encantadores pueblos blancos extremeños que brillan al sol. La localidad se halla situada a medio camino entre Jerez de los Caballeros y la ciudad de Badajoz, y está rodeada por dehesas de encinas, por alcornoques y por monte bajo.
El pueblo cuenta con uno de los conjuntos megalíticos más importantes de España, el cual incluye uno de los pocos menhires que se conservan en la Península Ibérica y uno de los más grandes de España, el Dólmen del Milano. También posee un interesante legado romano, y desde este pueblo partieron en los siglos XV y XVI más de un centenar de conquistadores y pobladores hacia el Nuevo Mundo. Todos los años se celebra una fiesta en honor del descubridor de La Florida, Hernando de Soto, ilustre personaje de la localidad.
No falta el agua en esta población, ya que, junto a Mérida, son las localidades más lluviosas de Extremadura. No suele llover en verano, cuando el calor aprieta y la temperatura media es de 34 grados. Pero sí lo hace el resto del año, especialmente en primavera y otoño.
Paseo monumental por Barcarrota
El patrimonio monumental de esta villa extremeña incluye lugares tan especiales como la Iglesia de la Virgen de Nuestra Señora de Soterraño, que es de estilo gótico. Originalmente era un pequeño santuario que a finales del siglo XVI se transformó en una bella iglesia de una sola nave. La imagen de la Virgen del Soterraño ocupa el centro de un magnífico retablo barroco, y en su interior también hay otras valiosas piezas, como un Cristo Gótico y dos pinturas, una de Morales y otra de Covarsí, además de varias muestras de rejería local.
Otro gran monumento religioso es la Iglesia de Santiago Apóstol, del siglo XIII. De estilo románico de transición, posee una nave central de medio punto y dos naves laterales más estrechas de estilo ojival. En el interior llama la atención el retablo policromado del siglo XVIII, una urna cineraria romana y un cuadro de la escuela sevillana que representa a Santa Justa.
En cuanto a obra civil, destaca el Castillo de las Siete Torres, del siglo XIV, que posee una torre del homenaje rectangular realizada en mampostería reforzada. Perteneció a la Orden de Alcántara, y actualmente su patio de armas funciona como plaza de toros. Merece también una visita la magnífica Plaza de España, donde se encuentran el Ayuntamiento y el Casino de estilo Art Nouveau de finales del XIX, además de varias viviendas de estilo modernista.
Qué hacer en Barcarrota
Durante nuestra estancia en la villa de Barcarrota es obligatorio degustar su cocina tradicional. En ella encontraremos guisos de herencia árabe y judía, como los escabeches o las boronías, y podremos comprobar la importancia que tienen los productos derivados del cerdo ibérico, como los embutidos, chorizos, lomos, morcones o jamones, todos de excelente calidad. También son de gran calidad los espárragos trigueros y los caracoles de la zona. Y no dejes de probar el bollo turco, un dulce que se elabora con almendras, huevos y azúcar.
La localidad puede presumir de estar rodeada de bellos parajes naturales, encuadrados en la categoría de Bosque Mediterráneo, donde abundan los madroños, los brezos, las jaras, las encinas o los alcornoques. Son lugares perfectos para realizar actividades como el senderismo por riberas, bosques y dehesas, o disfrutar del ecosistema acuático del Embalse del Ahijón. Muy cerca de allí se encuentra el Centro de Interpretación de la Naturaleza “Agua-Aire”.
También en Barcarrota hay un parque de aventura que cuenta con tiro con arco, tirolinas, piraguas, rapel, escaladas y otras muchas actividades. Se encuentra en la calle Monte número 6.