TUI, Pontevedra

Introducción

De entre los destinos que nos seducen en las Rías Baixas tenemos esta hermosa ciudad: Tui, situada junto al río Miño, ante la frontera con Portugal. A unos 30 km de Vigo, la mayor urbe gallega.

Nos acercamos a una de las localidades más históricas de Galicia, heredera de un remoto y rico pasado. Habitada desde la prehistoria, posee algunos de los yacimientos más antiguos de Galicia.

En los tiempos celtas fue la capital de los celtas grovios. A ellos se les atribuirían los castros de la zona. Así como la villa de la que surgiría Tui, recogida en las crónicas romanas como Castellum Tude.Según la leyenda fundada en realidad por el héroe griego, Diómedes, uno de los mencionados por Homero en su Ilíada y en su Odisea. Hijo del rey Tideo de Etolia; del cual vendría el nombre dado a la villa.

Nombre que durante buena parte fue directamente Tude, pero que con el tiempo perdió la D y acabó diciéndose Tui o Tuy. La Y también sería legada por ese supuesto fundador griego, pero dado que en el gallego no existe dicha letra, se emplea la latina.

Ante Tui se alza el Monte Aloia, un hermoso parque natural del que hablaremos más adelante; en él se encontró una muralla de tiempos pre-romanos de unos 3 km. Este descubrimiento ha llevado a pensar a muchos que el legendario Monte Medulio, donde celtas y romanos libraron la última batalla, podría encontrarse allí.

Su importancia no termina ahí. A lo largo del dominio romano, así como bajo el de suevos, visigodos y tras la reconquista; Tui siguió gozando de un protagonismo notable.

Curiosamente Tui fue la última ciudad en caer ante los sublevados durante la Guerra Civil española.

En la actualidad la ciudad se encuentra procurando modernizarse y recuperar su antigua posición.

La suma de industria, un entorno de gran belleza y su legado histórico, son buenas bazas tanto para atraer inversores, como turistas.

Junto a la ciudad portuguesa de Valença do Minho conforman una eurociudad. Este poco conocido apelativo se emplea sobre ciudades situadas en dos estados distintos, que se hermanan y colaboran por un futuro común. En el que entraría acabar convirtiéndose en una única ciudad. Dos grandes puentes las conectan, siendo la principal vía entre España y Portugal en el sur gallego.

Orgulloso pasado, esforzado presente y prometedor futuro de una villa llena de cosas que ver.

Aproximándonos

Tui está conectada a una amplia red de carreteras, siendo la principal la autovía que la une a su vecina Porriño y a partir de ahí con el resto de España, y que continúa desde la misma urbe adentrándose en Portugal.

Si se ha llegado en avión o tren hasta Vigo, el mayor núcleo urbano gallego, o si se viaja hasta la provincia de Pontevedra en coche; esta autovía es el camino más rápido para llegar a Tui.Aún yendo por una vía rápida, los verdes parajes gallegos nos acompañan.

Siempre tendremos la oportunidad de llegar a nuestro destino por caminos con menos prisa y así disfrutar de los pequeños pueblos. Sea recorriendo la ruta costera desde Vigo hasta A Guarda y desde ahí remontando el río Miño. Siguiendo el curso del mismo, que serpentea con pueblitos en sus riberas a ambos lados de la frontera. O incluso internándonos por los montes del sur pontevedrés.

Cabe recordar que la Galicia lluviosa es cosa de los meses fríos y que en estas latitudes los meses de verano son bastante cálidos, alcanzando los 30 grados con facilidad.

Atractivos

Se trata de una ciudad pequeña, con una población de menos de 20.000 habitantes. Por ello se vuelve cómoda de visitar y conserva buena parte de su esencia, lejos de un crecimiento urbanístico desmesurado.

Como bien indicamos al principio, Tui posee larga historia y esta se ve reflejada tanto en el trazado y aspecto que ofrecen sus calles, como en muchos de sus edificios.

Quizá el más conocido es la Catedral de Santa María, sede episcopal de la Diócesis de Tui-Vigo. Fue construida en la zona alta de la villa, por lo que su perfil domina toda la urbe.Su construcción original data de finales del siglo XI, con un estilo románico que, si bien se inspiraba en el primer estilo de la Catedral de Santiago, tomó ciertas libertades que acabaron por convertirla en modelo de los templos de esta región española e incluso del lado portugués.Añadidos posteriores en los siguientes dos siglos trajeron consigo el estilo gótico al conjunto. El mismo pórtico de la entrada está considerado la primera obra gótica peninsular. Las últimas modificaciones son del siglo XIV.Su aspecto de fuerte impresión defensiva es una de sus características más reseñables. Así como algunas de las figuras en cantería que la engalanan. Tanto por su sólida belleza exterior, como por los tesoros de arte-religioso interior, así como por su maravilloso claustro de estilo cisterciense; es una visita obligada en Tui.

Y abriendo un itinerario de templos interesantes, hemos de mencionar la Iglesia-Monasterio de Santo Domingo , la Iglesia de San Francisco o el Convento de las Clarisas; monjas de clausura a las que conocen por este motivo como “Las Encerradas”. Es famoso el túnel que pasa por debajo de este convento y que conectaba la villa antigua de intramuros con la parte alta de la misma.

Obligada también la visita al Paseo de la Corredera, quizá la zona más bella de la ciudad y en donde disfrutar de las terrazas.

No solo su arquitectura es lo que llama de Tui, que se encuentra en una zona envidiable. Próximo tendrás el Parque Natural del Monte Aloia, por el que el pasear es un verdadero placer. Sin olvidar al gran Miño, que también dispone de paseo fluvial y playa.

Para aquellos que quieran llevar esto del paseo más allá, todo el sur pontevedrés dispone de rutas de senderismo, siendo sin duda la principal el Camino de Santiago Portugués, que cruza a través de Tui.

Rutas en bici, en kayak e incluso una escuela de iniciación de vuelo en ultraligeros, para aquellos que se atrevan. La oferta de ocio es más que grande.

Está claro que Tui posee atractivos suficientes para querer acercarse más de una vez.

Conclusión

Naturaleza, historia y todos los servicios de una buena ciudad, conectada con las grandes urbes gallegas y portuguesas.

Es una suma que llama a ser visitada una y otra vez. Conocer sus fiestas y encontrar sus secretos, que como en toda Galicia, esconde con su magia de meiga.