Castillo de Soutomaior, Pontevedra

Xabier Tovar 12 Septiembre, 2018

En el corazón de las Rias Baixas, en un lugar rural muy privilegiado y rodeado de preciosos paisajes, encontramos uno de los tesoros y atractivos de la provincia mas recomendados para visitar en familia. Una fortaleza medieval: Castillo de Soutomaior.

Castillo de Soutomaior, Pontevedra
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Introducción

En la bellísima Ría de Vigo encontramos un gran número de lugares que despiertan el interés de cualquier viajero, pero en este artículo vamos a destacar uno en concreto.

Situado en el municipio de Soutomaior, al fondo de la ría más allá del Estrecho de Rande, nos aguarda uno de los castillos mejor conservados del medievo gallego.

Su origen data del siglo XII, ordenado construir por Fernán Eanes de Soutomaior en una cota elevada que le permitiese dominar su feudo. Pero esta primera edificación sufrirá grandes daños durante las Revueltas Irmandiñas de mediados del siglo XV. Su señor entonces era Pedro Álvarez de Soutomaior, conocido como Pedro Madruga por decir la tradición que era muy dado a dormir poco. Será el noble que logre vencer a los revolucionarios gracias a la ayuda de sus aliados portugueses y castellanos, restaurando la edificación.

En el siglo XVIII y finales del siglo XIX tendrán lugar ciertas reformas en él, llevándolo de fortaleza militar a casa habitable. Siendo en esta última época su propietaria la marquesa de Ayerbe. Personaje con una vida convulsa debido a sus tendencias políticas, una de las impulsoras del temprano feminismo y parte del Partido Socialista de aquellos tiempos. Motivos todos ellos por los que se la conoció como la Marquesa Roja. Perderá el castillo en 1917 al ser considerado lugar de conspiraciones políticas y ella fallecerá en París, durante la ocupación nazi en los años 40.

A lo largo de los siglos el castillo mantuvo su digna porte, hasta que en 1982 la Diputación de Pontevedra lo adquirió y destinó a fines culturales. Y lo primero que se realizó fue un estudio de su evolución arquitectónica para realizar una última reforma. De este modo se logró restaurar sus dotes bélicas originales, junto a la belleza de sus añadidos neogóticos posteriores, completando un edificio que merece mucho la pena disfrutar.

Castillo de Soutomaior, Pontevedra
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Aproximándonos

Soutomaior es un municipio principalmente rural, parte del Área Metropolitana de Vigo. Tanto desde Pontevedra como desde Vigo se llega en poco tiempo.

Quizá la ruta desde Vigo sea la más atractiva, por ser bordeando la ría. Así disfrutaremos de sus hermosas vistas, del gran puente de Rande o la bella isla de San Simón.

Partiendo desde Vigo hacia el barrio rural de Chapela, continuaremos hacia la localidad vecina de Redondela. Se nos presenta la opción de adentrarse por interior, a través de los pequeños pueblos, o continuar por la costa. La primera opción es la más rápida, la segunda nos mantendrá junto a las vistas del agradable mar.

Si optamos por la segunda, viajaremos hasta Arcade, población del mismo municipio de Soutomaior y que se desarrolla en la misma costa. A partir de ahí, el rumbo será dirección este y nuestro destino estará a pocos minutos.

Desde Pontevedra el camino también termina en Arcade, aunque de un modo más directo y siempre por interior.

Castillo de Soutomaior, Pontevedra
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Atractivos

Pondremos atención en primer lugar en el castillo, aunque no olvidaremos mencionar otros lugares de interés en la zona.

Una vez alcanzamos las tierras que la antigua edificación domina, vemos que a diferencia de otras construcciones de este tipo, el castillo de Soutomaior se encuentra en una colina de no difícil acceso. Desde lo alto tiene visión de la región y es fácil imaginar a su señor observando el devenir de sus territorios encaramado en sus murallas.

La elección de este sitio se debió a varios factores. El primero era alejar la fortificación lo suficiente de la costa como para evitar ataques directos desde el mar, de ahí que se construyese al fondo de la ría y a 6 km de la línea de costa.

La presencia del río Verdugo, a poco más de 1 km del castillo, ofrecía agua. También era entonces esta zona un punto fundamental de las rutas terrestres de la región. Y en realidad lo fue así hasta la construcción del puente de Rande, que unió la península del Morrazo con Vigo.

Una vez nos aproximamos, penetramos entre sus murallas a través del puente levadizo, pasando bajo el escudo de armas de los Marqueses de Mos quienes fueron otros de sus señores. La misma torre del homenaje nos vigila soberbia.

El paseo por sus salas nos agasaja con un gran ejercicio de restauración que nos traslada al medievo. Destaca dentro de esta solidez militar feudal la Galería de las Damas, parte de los tiempos posteriores.

La visita interior no debe dejar de lado la exterior, porque los jardines de este castillo son de los mejores que se pueden encontrar en Galicia. Unas 25 hectáreas de finca, en las que nos esperan formas geométricas diseñadas con setos y coloridas flores, así como viejos árboles de gran variedad de especies. Algunos de sus castaños superan los 500 años, estimándose que incluso puedan llegar a los 800. Todo el conjunto goza de un gran cuidado que atrae numerosos visitantes al año y se ha convertido también en lugar típico para realizar las fotos de boda.

Sus puertas están abiertas todo el año, con un precio de 2 € por persona; aunque presentan ofertas por número cuando se contrata la misma, así como por otros factores.

Una de las formas más entretenidas de descubrir Soutomaior es mediante las visitas teatralizadas, que se contratan por web. Actores y actrices representan durante un recorrido de unos 40 minutos diversos sucesos históricos de la vida del castillo. Está especialmente destinado para los más pequeños y las visitas escolares; pero no desmerece tampoco para el resto.

Y tras haber disfrutado de lo que nos ofrece este magnífico enclave, podemos encontrar otros puntos interesantes en la misma región.

En una cota cercana se encuentra la Ermita de la Peneda o Ermida da Peneda en gallego. Peneda significa colina y esta es más elevada incluso que la del mismo castillo. Destaca curiosa por su posición solitaria. En ella se encontraba un antiguo castro de tiempos pre-romanos, pero sobre este se construyó un castillo por orden del arzobispado con la única intención de mantener controlado al noble Pedro Madruga y su castillo de Soutomaior.

Al fin, debido a las luchas nobles de aquel entonces, Don Pedro tomará el castillo y lo derribará. En su lugar edificará una ermita. Además del pequeño y antiguo edificio, desde esta altura tendremos unas excelentes vistas del valle del río Verdugo y la ría en la lejanía. Una zona mirador ya se dedica a ello.

Y no debemos dejar de lado el mencionado río Verdugo. Este río tiene un importante caudal que permite su baño en él, habiendo tranquilas playas fluviales en las que disfrutar sus aguas. Una de las más agradables se encuentra en la confluencia entre el Verdugo y el río Oitaven, que es quien más caudal añade antes de las desembocadura. Cruzado este tramo por un puente colgante y con un pequeño arenal, todo rodeado de bosque.

Sin olvidar que a pocos km se encuentra la ría y en ella la ensenada de San Simón. Playas y servicios, con la isla y su oscura historia a la que podremos acceder también en otra visita.

Y por supuesto la gastronomía, uno de los principales reclamos turísticos gallegos.

No tuvo mal ojo al escoger la zona el buen Fernán de Soutomaior.

Castillo de Soutomaior, Pontevedra
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Conclusion

El castillo y la región se prestan a la fotografía, forman un conjunto magnífico. Además de permitir respirar el fresco aire de una zona rural y transmitir el ensueño de un paseo por el medievo.

Siendo destino principal o como parte de una ruta mayor, deja siempre un buen sabor de boca.

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