La villa costera de Moaña, en Pontevedra

Tradicionalmente, la localidad pontevedresa de Moaña es para la mayoría de los turistas un lugar de vacaciones de verano. Pero hay que ir más allá de la época estival, y escoger esta villa gallega para pasear por sus playas en otoño, para degustar ricos mariscos en invierno o para hacer preciosas rutas de senderismo en primavera. Sólo hace falta que en nuestra maleta no falte ropa y calzado para la lluvia.

Situado en la comarca de O Morrazo, este antiguo pueblo se encuentra en la península de Morrazo, que está flanqueada por las rías de Pontevedra y de Vigo. Estamos en una villa abierta al mar, que posee 20 kilómetros de costa salpicados por hermosas playas de todo tipo: pequeñas, enormes, salvajes, familiares... Y en su litoral también hay dos puertos, el del mismo Moaña y el de la parroquia de Domaio.

Su paisaje, entre el mar y la montaña, es excepcional, ofreciendo magníficos parajes naturales que recorrer. Y no le falta a esta localidad un buen patrimonio cultural, que incluye interesantes momentos históricos. Un animado paseo marítimo, un campo de golf, preciosos miradores, un puerto deportivo o agradables rutas de senderismo completan la oferta turística de Moaña.

Qué ver en Moaña

Es inevitable comenzar con un recorrido por las playas de Moaña. Uno de sus principales atractivos en la variedad, por lo que podremos escoger una para cada día. La lista incluye la Playa de A Xunqueira, la Playa de Sobreira, la Playa de O Con, la Playa de O Porto, la Playa de O Almacen
Playa de O Almacen, la Playa da Borna, la Playa de Tiran, la Playa de O Canaval y la Playa Niño do Corvo.

De las playas pasamos a los monumentos que merece la pena visitar en Moaña. Y empezamos acercándonos a la ladera del Monte Xaxán, donde se encuentran el dolmen y la mamoa de Chan da Arquiña, un monumento megalítico funerario con más de 5.000 años de antigüedad. En el municipio hay varios antiguos edificios religiosos, como la Iglesia Románica de Tirán, la Iglesia de San Pedro de Domaio, la Capilla de San Bartolomé, la Iglesia de San Martiño de Moaña o la Iglesia de Santa Eulalia.

Por todo el municipio encontraremos cruceiros, una excelente muestra de la etnografía gallega. Y para contemplar y fotografiar Moaña en todo en su esplendor, sólo habrá que acercarse a algunos de sus miradores, como el Mirador de Fraga o el Mirador de Domaio.

Qué hacer en Moaña

Entre los planes para disfrutar de nuestra estancia en Moaña está la posibilidad de jugar al golf en el Campo de Golf Ría de Vigo. También contaremos con preciosas rutas de senderismo, como la Ruta del río da Fraga, que discurre por un magnífico ecosistema de gran riqueza natural y muy bello.

Otros propuestas de naturaleza en la zona son las Marismas de Meira y el río da Ponte, de enorme valor natural y ecológico, o el Parque Forestal Domaio, que se extiende hasta las altas cumbres del Paralaia o el Xaxán, ofreciendo unas espectaculares vistas panorámicas de las Rías Bajas, sobre todo desde el pico Monte Faro de Domaio.

Practicar deportes náuticos, sobre todo el remo y la pesca, o degustar ricos mariscos y pescados, especialmente los mejillones de batea, son planes muy recomendables. Y no hay que dejar de recorrer el larguísimo Paseo Marítimo de Moaña, que va desde la parroquia de Meira hasta O Con. A lo largo de él hay tanto zonas de playa como de ocio, e incluye lugares tan emblemáticos como la gran explanada de A Xunqueira o la plaza de abastos, donde se celebran las fiestas locales y se instala el mercado semanal.