Jardines para disfrutar en invierno
Descubrimos cinco preciosos jardines repartidos por toda España para recorrerlos en invierno, porque cualquier momento es bueno, y necesario, para sumergirse en la naturaleza.
Tanto en brillantes días soleados, como en bucólicas jornadas lluviosas, la naturaleza nos ofrece siempre su mejor cara, incluso en invierno. Reduce el estrés y la ansiedad, nos recarga las energías y mantiene entretenidos a los más pequeños de la casa.
Si podemos visitar alguno de los muchos parques o reservas naturales que abundan en España, genial, pero también hay espectaculares jardines creados por la mano del hombre que nos ayudarán a saciar nuestras ansías de aire libre, y nos proporcionarán un gran material para nuestras redes sociales.
Te proponemos pasear en invierno, o en cualquier momento del año, por los Jardines del Pazo de Oca, en la localidad pontevedresa de A Estrada; el Chillida Leku, en Hernani; los Jardines de la Fonte Baixa, muy cerca de Luarca; el Parque del Laberinto de Horta, en Barcelona, y el Jardín de Cactus, en la isla de Lanzarote.
- Jardines del Pazo de Oca: se les conoce como "el Versalles Gallego", y nunca te cansarás de recorrerlos, ni siquiera en un lluvioso día de invierno, cuando su verdor es muy intenso. Se encuentran en en la comarca del Valle del Ulla, en el municipio pontevedrés de A Estrada, y pertenecen a un precioso pazo barroco, del siglo XVII. El murmullo del agua de sus numerosas fuentes nos acompaña en el paseo por este magnífico exponente de la jardinería gallega, donde los arbustos de boj, las azaleas, las palmeras, los rododendros y, por supuesto, las camelias, son los auténticos protagonistas.
- Chillida Leku: este maravilloso espacio natural de Hernani, en Guipúzcoa, es mucho más que un jardín. Es un museo al aire libre en el que se exponen más de 40 obras del famoso escultor vasco Eduardo Chillida. Las esculturas de acero y granito se reparten a lo largo de 11 hectáreas, entre bosques de robles y hayas y una gran variedad de plantas de hoja perenne, que mantienen la belleza de este jardín durante todo el año. Es la perfecta fusión entre naturaleza y arte, y la visita se puede completar con un recorrido por el caserío del siglo XVI donde se encuentra una gran parte de la obra de Chillida.
- Jardines de la Fonte Baixa: a un kilómetro de la localidad asturiana de Luarca se encuentra este jardín botánico de propiedad privada, considerado el más grande de Europa en su categoría. Conocidos también como los Jardines de Panrico o del Chano, se extienden a lo largo de 20 hectáreas de extensión, y acogen alrededor de 600 especies vegetales diferentes, siendo las más destacadas las enormes hortensias, las aromáticas camelias, las coloridas azaleas y los bellos rododendros. Ofrece visitas guiadas.
- Parque del Laberinto de Horta: se trata del jardín más antiguo de Barcelona, ya que fue diseñado en el año 1791. No es uno de los lugares más conocidos de la Ciudad Condal, así que la tranquilidad está asegurada. Se creó siguiendo los cánones del estilo neoclásico, pero a lo largo de los siglos ha ido incorporando otros elementos, como los de estilo romántico. El protagonista de este jardín es el laberinto vegetal hecho con cipreses, y en cuyo centro hay una escultura. Pero hay otros espectaculares elementos en este singular jardín, como una gigantesca secuoya de 1923, una encina de 1903, un madroño de 1913 o una gran plantación de camelias, y no faltan fuentes y manantiales, contando también con un arroyo y con una cascada.
- Jardín de Cactus: ubicado en la localidad de Guarita, en Lanzarote, este cactarium fue el último trabajo que salió de la creativa y genial mente del artista lanzaroteño César Manrique, que lo creó en el año 1991. Fue diseñado sobre una antigua cantera de extracción de lapilli, y alberga cactus traídos de todo el planeta. Son más de 10.000 ejemplares de cactus de 1.400 especies diferentes, llegados de lugares tan lejanos como Madagascar, Perú o Etiopía, y por supuesto también de las Islas Canarias. Es precisamente en los meses de invierno cuando los cactus se llenan de coloridas flores, ofreciendo un espectáculo difícil de olvidar.