Te sorprenderá esta pequeña localidad en la extensa llanura de Tierra de Campos

Maria Reig 10 Febrero, 2025

A veces, los municipios más pequeños esconden un gran patrimonio que atrapa a sus visitantes. Es el caso de esta población palentina que no deberías perderte.

Támara de Campos, Palencia.
Támara de Campos, Palencia. Fuente: Palencia Turismo.

En la comarca natural de Tierra de Campos, en la provincia de Palencia y a tan sólo 30 km de la capital, encontramos la histórica localidad de Támara de Campos. Está considerada Conjunto Histórico Artístico desde 1998 por sus monumentos, casas nobles e iglesias medievales.

Situada de forma equidistante al Camino Francés de Santiago y al Canal de Castilla, entre los ríos Carrión y Pisuerga, en un pequeño valle, el recorrido por su casco urbano lleno de un rico patrimonio, permite conocer un lugar que ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos.

Támara de Campos, Palencia.
Támara de Campos, Palencia. Fuente: Palencia Turismo.

Historia y patrimonio de Támara de Campos

Parece que el lugar se originó en el siglo X, junto al monasterio de San Miguel que data del año 960, cuando se procedió a la repoblación de la zona. Considerada una de las Nuevas Villas de Campos, tenía el privilegio de tener ordenanzas propias y gobierno federado que se reunía una vez al año en esta localidad. De su pasado histórico cabe mencionar la Batalla de Támara que tuvo lugar en 1037 y que dio origen a la unión de los Reinos de Castilla y de León.

Con apenas 80 habitantes, la villa conserva todo su antiguo esplendor. Buenas muestras de arquitectura popular son el trazado medieval del casco urbano, su plaza porticada y numerosas casas señoriales blasonadas, así como bodegas subterráneas en la parte alta y restos de los antiguos palomares castellanos. En Támara de Campos se puede contemplar los restos de su antigua muralla medieval del siglo XI, destacando las cuatro puertas de acceso a la villa: la de San Miguel, San Roque, Caño y Monte. La mejor conservada es la Puerta del Caño, obra arquitectónica con doble arco apuntado al exterior.

Muy cerca de la Plaza Mayor se encuentra la iglesia del Castillo, iglesia del antiguo hospital de los Peregrinos. Construida por la Orden de San Juan de Jerusalén en el siglo XII, contaba con un hospital para atender a los peregrinos que caminaban hacia Santiago de Compostela. Hoy en día acoge el Ayuntamiento y el museo etnográfico. A las afueras del casco urbano se encuentra la iglesia del monasterio benedictino de San Miguel, del siglo XIII, formada por tres naves cubiertas con bóveda de crucería. A pocos kilómetros, la ermita de la Virgen de Rombrada, acoge a la patrona de la localidad. Presenta una planta entre visigótica y románica, lo que hace pensar que sería uno de los edificios más antiguos de la localidad según crónicas religiosas de 1502. Acoge una imagen gótica de la Virgen con el niño.

Támara de Campos, Palencia.
Támara de Campos, Palencia. Fuente: Turismo Castilla y León.

La iglesia de San Hipólito El Real

Este es, sin duda, el mayor monumento de la villa. Aunque no tenga la consideración canóniga, es, por su tamaño y belleza, una hermosa catedral. Se trata de la iglesia parroquial dedicada a San Hipólito que se encuentra en la misma Plaza Mayor de Támara de Campos. Parece que su construcción se inició a finales del siglo XIV y finalizó a principios del siglo XVI, época de transición del gótico tardío al renacimiento. Declarada Monumento Nacional en 1931, está rematada con una magnífica torre de la Escuela de Juan de Herrera construida en el siglo XVII tras derrumbarse la anterior, gótica, de la que sólo quedan algunos vestigios. La torre tiene forma cuadrada y está compuesta por cuatro cuerpos. En el segundo se encuentran los escudos de los Reyes Católicos.

No existen razones claras que llevaron a patrocinar un templo de tal envergadura en una pequeña población, pero es un hecho que muchos reyes castellanos, como Juan II, Sancho IV, Fernando IV y Alfonso XI, otorgaron privilegios a esta iglesia. El templo posee una planta de cruz latina y cuenta con tres naves cerradas con bóvedas de crucería. Su interior está repleto de numerosos atractivos y joyas de arte imposibles de enumerar. Su retablo mayor de estilo churrigueresco, un extraordinario púlpito adosado a una de las columnas, el coro alto al que se accede a través de una escalera de caracol, la pila bautismal de mármol y traza gótica con escenas de la vida de Cristo, son sólo algunos de los ejemplos que justifican una visita.

Mención especial merece su espléndido órgano. Construido sobre una esbelta columna de madera que simula mármol, con una profusa decoración en su remate, fue realizado por Pedro Merino de la Rosa en 1733. Además, sus retablos, vidrieras, rejerías, sillerías y, en general, la excelencia de toda la obra en su conjunto, considerado el mayor templo de la provincia tras la Catedral de Palencia, hace de Támara de Campos un lugar para visitar y no olvidar.

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