Guía de la ciudad de Palencia
Situada a orillas del río Carrión, la castellana ciudad de Palencia es “la bella desconocida”. Te invitamos a descubrir todo lo que esta villa puede ofrecer a sus visitantes, y te aseguramos que no quedarás defraudado.
De todas las ciudades castellano-leonesas, Palencia es la menos conocida y visitada. Pero estamos dispuestos a demostrarte que merece la pena pasar unos días en la capital palentina. Un gran patrimonio monumental, preciosas zonas verdes, históricas calles o una exquisita oferta gastronómica son sólo algunas de sus propuestas, para empezar. Y hay que tener muy en cuenta el buen carácter y la amabilidad de los palentinos, algo que hará tu estancia mucho más agradable.
La ciudad de Palencia se encuentra situada en la meseta norte de la Península Ibérica, y más exactamente al sur de la provincia homónima. Dista 240 kilómetros de la ciudad de Madrid, y sólo 45 de la capital vallisoletana. Cuenta con una población de alrededor de 80.700 habitantes, y está excelentemente comunicada con el resto de España tanto por carretera como por tren.
Ubicada en plena Tierra de Campos, esta localidad castellana es un destino para conocer en cualquier época del año. Aquí todo está cerca, y se puede ir a casi todas partes andando, así que, ponte calzado cómodo y sigue nuestra Guía de la ciudad de Palencia para no perderte nada.
Qué ver en Palencia
- Catedral de Palencia: de estilo románico, fue construida por orden del rey Sancho III de Navarra sobre una antigua iglesia del siglo VIII, de la que se conserva la Cripta de San Antolín. Una ampliación entre los siglos XIV al XVI le aportó a la catedral un aire gótico. Del siglo XVI son la Sala Capitular y el Claustro. En su interior, destaca el trascoro, de estilo plateresco y hecho en piedra, que incluye el tríptico flamenco “los Dolores de la Virgen”.
- Plaza Mayor: se construyó en el siglo XVII para convertirse en el centro neurálgico de la ciudad. Hasta el siglo XIX tenía lugar en ella un mercado, y actualmente sigue siendo el eje central de la villa.
- Iglesia de San Miguel: dotada de una torre defensiva construida entre los siglos XI al XIII, en esta iglesia contrajeron matrimonio Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, y Doña Jimena.
- Palacio de la Diputación Provincial: de principios del siglo XIX, este edificio neorrenacentista se encuentra en la Calle Mayor, y está considerado como el más bello de la ciudad.
- Iglesia de la Compañía: construida por la Compañía de Jesús en el siglo XVI, acoge en su interior un magnífico retablo mayor del siglo XVIII realizado por Pedro Bahamonde.
- Iglesia de San Lázaro: de estilo gótico, en ella destaca su retablo, con magníficas obras de la escuela de Berruguete y de Valmaseda.
- Monasterio de las Claras: se halla en un edificio gótico que en sus orígenes funcionó como el mausoleo de la familia Enríquez, almirantes de Castilla. En su interior destacan obras como el Cristo de la Buena Muerte Yacente y algunos retablos del los siglos XVI al XVIII.
- Convento de San Francisco: situado en la Plaza Mayor, se remonta al siglo XIII, y es de estilo gótico. Durante el siglo XIV fue la sede de las Cortes Generales, además de funcionar como residencia temporal de reyes.
- Convento de San Pablo: declarado Monumento Nacional, fue fundado por Santo Domingo de Guzmán en el siglo XIII. Cuenta con varias reconstrucciones posteriores en los siglos XV, XVI y XVIII. En su interior llama la atención el retablo mayor, de estilo plateresco, y la cubierta, que está decorada por bóvedas estrelladas del siglo XVI.
Qué hacer en Palencia
- Dar un paseo a orillas del Carrión: imprescindible pasear junto a este río y contemplar los tres puentes que lo cruzan: el Puente de Hierro, del siglo XIX; el Puente Mayor, del siglo XVI, y Puentecillas, un puente de origen romano que se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad.
- Conocer las zonas verdes: en la capital palentina abunda los jardines y parques, como el de las riveras del río Carrión, el Parque del Salón, la Huerta del Obispo, el parque Islas dos Aguas, el Sotillo de los Canónigos o los Jardinillos. Un poco más alejado, a cinco kilómetros de la ciudad, se encuentra el Monte el Viejo, uno de los lugares preferidos por los palentinos para disfrutar de un día de campo.
- Subir al Cristo de Otero: es otro de los símbolos de la ciudad de Palencia. Se trata de una gigantesca escultura de estilo postcubista, de 30 metros de altura, realizada por Victorio Macho en el año 1931. Representa a un Cristo, y se halla a las afueras de la ciudad, sobre el cerro del Otero. Desde su privilegiada situación se contemplan impresionantes panorámicas de la capital palentina y de sus alrededores.
- Descubrir los museos de Palencia: la ciudad cuenta con una gran oferta museística, que incluye el Museo de Palencia, el Museo Catedralicio, el Museo Diocesano, el Museo del Agua, el Centro del Interpretación del Románico, el Centro de interpretación de Victorio Macho o el Museo Díaz Caneja.
- Acércarse a la dársena del Canal de Castilla: esta magnífica obra de ingeniería civil es una de las más destacadas de las realizadas entre el siglo XVIII y el XIX. Pasear por su dársena es uno de los planes más originales de la ciudad, disfrutando de su maravilloso entorno natural y de las vistas de Palencia.
Qué comer en Palencia
Con profundas raíces castellanas, la oferta gastronómica de Palencia cuenta con platos tan populares como el lechazo churro asado en horno de leña, la menestra palentina, la sopa negra, la perdiz y la codorniz en escabeche o la sopa castellana. Esta última puede ser de dos clases en la capital palentina: las sopas de rastrojo o sopas tostadas y la sopa albada, que es una sopa de ajo gratinada. Otros dos platos estrella son los guisos de caracoles y cangrejos. La receta de los caracoles se remonta a la Edad Media, y todos los años por San Marcos, el 25 de abril, tiene lugar una gran caracolada en el Parque del Sotillo.
No dejes de probar los productos típicos de la matanza, como la morcilla, el lomo en aceite, el chorizo, las jijaso los torreznos. En el capítulo de los dulces, podrás probar auténticas delicias llegadas de toda la provincia palentina, como las rosquillas de palo, los mantecados de Carrión, las ciegas de Saldaña, los amarguillos de Villoldo, los “bollos tontos y listos” de Frechilla, los sequillos, los almendrados, la leche frita, el tocinillo de cielo o las pelusas. La provincia también cuenta con buenos vinos, como los que tienen Denominación de Origen Arlanza o los de Denominación de Origen Cigales.
Palencia es una ciudad ideal para salir de tapas. Entre sus cientos de bares y tabernas, te recomendamos tres propuestas: La Mejillonera (Los Soldados, 7), donde no puedes dejar de pedir las patatas bravas con su salsa secreta; el Bar Perico (Colón, 10), con sus populares huevos rellenos, o el Bar El Casero (Calle Mayor), famoso por sus gambas a la gabardina.
Salir de compras y de copas por Palencia
La mejor zona para ir de compras en Palencia se extiende por la Calle Mayor y las calles de alrededor. La primera es totalmente peatonal, y está jalonada por todo tipo de tiendas, en las que encontrarás recuerdos y productos de la tierra, como la cerámica palentina o las prendas elaboradas con lana de oveja. También abundan los comercios de paños y los que venden alfombras y mantas. Otros productos típicos que podrás adquirir son el queso de Cerrato, los vinos de Arlanza y Cigales o los embutidos.
Llegada la noche, Palencia cuenta con diferentes zonas de marcha. En ellas hallarás bares de todo tipo y para todas las edades. Una vez más, la Plaza Mayor y alrededores son un buen lugar, esta vez para vivir la noche, gracias a la gran cantidad de bares y tabernas. Otras zonas de copas, con muy buen ambiente, son la de alrededor de la Plaza del Seminario o la de San Miguel y el barrio de la Puebla, conocidas popularmente como “La Zona”. En todas ellas encontrarás locales de copas, pubs, restaurantes, disco-bares...
Una de las propuestas más originales es The Lemon Society, sobre todo si te gustan los gintonics. Se trata del bar con más ginebras del mundo, o eso dicen, contando con más de 600 marcas. Se encuentra en el número 13 del Paseo del Salón.
Principales eventos en Palencia
- Bautizo del Niño: esta tradición palentina del día 1 de enero está considerada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Se trata de una ceremonia organizada por la cofradía del Dulce Nombre de Jesús, y que se lleva realizando desde el siglo XVI en la Iglesia de San Miguel. Consiste en que cientos de personas llevan en procesión al Niño Jesús alrededor del templo mientras cantan el “Ea”, un villancico de origen palentino. Mientras tanto, la madrina del acto y las autoridades locales van lanzando caramelos a los niños presentes.
- San Antón: se celebra el 17 de enero con una misa solemne, y posteriormente tiene lugar la bendición de los animales, todo ello en la Iglesia de San Miguel. Los asistentes son obsequiados con unas rosquillas típicas de este día.
- Nuestra Señora de la Calle o “Las Candelas: la patrona de la capital palentina festeja su día el 2 de febrero. Su imagen se encuentra en la Iglesia de La Compañía, y es conocida popularmente como “La Morenilla”. Se trata de una talla del siglo XV que cada 2 de febrero es llevada en procesión hasta la Catedral, rodeada por un gran fervor popular.
- Semana Santa de Palencia: declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, es como todas las celebradas en Castilla y León, sobria y silenciosa. La Semana comienza con la procesión de la Borriquilla del Domingo de Ramos. Otras procesiones populares son la “Procesión de los Pasos” y “El Santo Entierro”, que se celebran el viernes Santo, o el “Rompimiento del Velo”, que tiene lugar el Domingo de Resurrección.
- Romería de Santo Toribio: está basada en una antigua historia popular del siglo VI, que cuenta como los palentinos apedrearon a Santo Toribio, que se retiró a una cueva en el Cerro del Otero para rezar. Tras estos hechos se produjo una gran inundación, que los palentinos interpretaron como una maldición divina. Cada año se recuerdan estos hechos con una multitudinaria fiesta, que incluye una procesión con la imagen del Santo hasta la ermita que hay en el cerro. Tras una misa, el Alcalde y las autoridades locales lanzan bolsas a los asistentes con pan y queso. A este acto se le conoce como la “pedrea” del pan y el queso. Este evento está considerado Fiesta de Interés Turístico Regional.
- San Marcos: se celebra el 25 de abril con una romería popular en el parque del Sotillo de los Canónigos. La festividad incluye las tradicionales rogativas pidiendo lluvia para los campos y la degustación de uno de los platos más típicos palentinos: los caracoles.
- Feria Chica: tiene lugar a finales de mayo o primeros de junio, coincidiendo con Pentecostés. Es otro evento de histórico origen, ya que se basa en un privilegio que concedió Fernando IV a Palencia en 1296. Esta fiesta incluye lanzamiento de cohetes, danzas tradicionales, la Muestra de Cerámica y la Feria del Libro de Ocasión. Se la llama "chica" para diferenciarla de la feria grande, que es la de San Antolín.
- Festividad de San Juan: comienza la víspera del día 24 de junio con una procesión desde la Capilla del Santo Sepulcro hasta la Plaza Mayor, donde los que lo deseen pueden besar la reliquia del Santo, mientras que las autoridades locales reparten tomillo bendecido entre los asistentes. Por la noche es el momento de las hogueras y de los ritos ancestrales. Una costumbre de este día es que los más pequeños recorran la ciudad solicitando “una limosna pa' San Juanillo”.
- San Antolín: cada 2 de septiembre comienzan en la ciudad de Palencia las fiestas patronales en honor de su patrón, San Antolín. Es tradición que los palentinos se acerquen a la Cripta de la Catedral, llamada Cripta de San Antolín, para poder beber el agua que les otorgará los favores del Santo.