Guardo, en la ruta del Camino Olvidado de Santiago
Los romanos dijeron de esta villa castellana que era “la boca de las Alturas de la sorprendente Montaña Palentina”, y es que este pueblo de leyenda posee un impresionante entorno natural.
A 1.100 metros de altura, en pleno valle del Río Carrión, encontramos un pueblo que sigue siendo lugar de paso de los peregrinos que realizan la ancestral ruta jacobea de la montaña, conocida como el Camino Olvidado a Santiago. Se trata de la población de Guardo, que dista 92 kilómetros de la ciudad de Palencia, y sólo siete de Velilla del Río Carrión, considerada la puerta natural de acceso a la Montaña Palentina.
La población de Guardo está flanqueado por las Sierras del Brezo y de la Peña, y escoltada por las moles del Espigüete y del Curavacas, los picos más altos de la Montaña Palentina. Su casco urbano es bastante moderno, y de lo más funcional, debido sobre todo al gran crecimiento que experimentó la población en los años 50 del pasado siglo.
Qué ver en Guardo
A pesar de ser una localidad bastante moderna, Guardo sigue contando con algunos monumentos históricos, como la Iglesia de San Juan, en la que se conserva una pila bautismal románica; la Casa Grande, un bello palacio barroco del siglo XVIII, o la Ermita del Cristo, situada en pleno Camino Olvidado en su paso hacia San Pedro de Cansoles. Desde esta ermita se disfruta de unas espectaculares vistas de la zona occidental de la Montaña Palentina,
Hay otros muchos lugares de interés, como el Monumento al Minero, el Puente de Piedra sobre el Río Carrión, la Plaza de la Constitución, la Iglesia de Santa Bárbara, el Monumento a la Montaña Palentina, la Fuente de los Cuatro Caños o el Monumento a Guardo.
Llama la atención su moderno ayuntamiento, que también ejerce como auditorio. Además, la villa cuenta con magníficas instalaciones deportivas, incluyendo una piscina climatizada y un centro hidrotermal.
Qué hacer en Guardo
Otro de los puntos fuertes de Guardo es su gastronomía, basada en la cocina tradicional castellana y en especial la de la Montaña Palentina. No hay que dejar de probar su plato estrella, la contundente Olla Ferroviaria, un guiso cuyo ingrediente principal es la carne de aguja de de ternera.
Tanto el pueblo de Guardo como su entorno natural están envueltos en peculiares leyendas. Relacionadas con ellas, el Ayuntamiento ha creado una serie de interesantes rutas que recorren los parajes donde surgieron estas leyendas, como el Camino de las Doncellas del Hoyal, la Senda de las Brujas de Cansoles a la Cueva del Erro, la Senda de San Juan el Verde, el Sendero de los Lobos al Balcón de Judas, la Senda de Arduina o el Sendero al Valle de las Brujas. Más información sobre estas rutas en este link.
Y, si es posible, siempre se puede hacer coincidir nuestra visita a Guardo con alguna de sus fiestas y eventos, como las fiestas patronales en honor de San Antonio de Padua, en torno al 13 de junio; la festividad de Santa Bárbara, patrona de la localidad y de los mineros, que es el 4 de diciembre; la Feria de la Primavera, la Feria Ecuestre o la veraniega Feria del Camino Olvidado a Santiago.