El palentino Espacio Natural de Covalagua
Un complejo y peculiar paisaje, repleto de enrevesadas formaciones rocosas, cascadas y cuevas, es lo que nos espera en el Espacio Natural de Covalagua.
Entre las provincias de Burgos y Palencia, a poco menos de diez kilómetros de la población palentina de Aguilar de Campoo, se halla el Páramo de Lora. Se trata de una enorme llanura cuyo singular aspecto lleva moldeándose desde hace siglos a golpe de agua y viento.
Habitada desde el neolítico, esta zona cuenta con rocas que ya han cumplido más de 215 millones de años, siendo del triásico superior, y abundan también los fósiles. Pero que no nos engañe este agreste territorio, porque alberga varios lugares que nos dejarán fascinados. Es el caso de la Cueva de los Franceses o del Valle de Covalagua, donde se localiza el Espacio Natural de Covalagua, que pertenece al término municipal de Pomar de Valdivia, población que se encuentra a una hora de la ciudad de Palencia.
El Espacio Natural de Covalagua
Te invitamos a descubrir esta impresionante muestra de formación kárstica que constituye el Espacio Natural de Covalagua. Posee una extensión de 1.860 hectáreas, que se reparten por los núcleos de población de Revilla de Pomar, Respenda de Aguilar y Pomar de Valdivia. Y muy cerca de Covalagua podremos visitar lugares tan sugerentes como el monasterio cisterciense de Santa María la Real, en Aguilar de Campoo, o el castro-fortaleza de origen cántabro de Monte Bernorio, que se encuentra en el pueblo palentino de Villarén de Valdivia.
Pero volvemos a Covalagua, donde descubriremos un fascinante mundo de originales estructuras geológicas, tan especiales que confieren a este espacio una singular belleza. Una gran parte de las curiosas formas naturales han sido originadas por la acción del río Ivia, que surge en una de las numerosas cuevas que abundan en las profundidades de la comarca de La Valdivia. Las más destacadas son la Cueva de los Franceses y la Cueva del Pozo de los Lobos.
El Espacio Natural de Covalagua no sólo está integrado por alucinantes formas rocosas, saltos de agua y cuevas, también posee abundante vegetación, como hayas, quejidos, encinas, tejos, acebos, brezos o tomillo. Entre los páramos de Covalagua podremos ver y fotografiar, con un poco de suerte, lobos, ciervos, jabalíes, zorros, comadrejas y hasta martas. Se trata también de una zona de gran riqueza ornitológica, así que no dejes de mirar hacia arriba para no perderte nada.
La Cueva de los Franceses
La localidad palentina de Revilla de Pomar acoge la espectacular Cueva de los Franceses, un alucinante universo subterráneo que se formó por la acción del agua sobre las rocas a lo largo de siglos y siglos. Un modernísimo edificio da acceso a este prodigio de la naturaleza, cuyo nombre se debe a que en su interior se hallaron los restos de varios soldados franceses que cayeron en esta zona durante la Guerra de la Independencia, en el año 1808.
Conocida originalmente como la Gruta de la Lora, fue descubierta oficialmente en el año 1904 por Luciano Huidobro, un sacerdote que también era catedrático y residía temporalmente en el cercano pueblo de Puentetoma. Tras varias obras de ampliación, en al actualidad la Cueva de los Franceses posee un recorrido visitable de 482 metros, que se realizan por una cómoda pasarela durante 45 minutos. La cueva también cuenta con un auditorio equipado con una moderna instalación de equipos de imagen y sonido.
El recorrido se realiza en grupos de 25 personas, a las que acompaña un guía encargado de comentar y ameniza la visita. Tras la visita, en el auditorio podremos contemplar un original espectáculo de luz y sonido. Junto a la cueva hay un pabellón que acoge una exposición audiovisual sobre la propia cueva y el entorno: los espacios naturales protegidos del Páramo de la Lora y el Valle de Covalagua, y no falta una pequeña tienda donde adquirir recuerdos de la cueva.