La villa medieval de Castro Caldelas, en la Ribeira Sacra
Por su patrimonio histórico, en el que destaca el Castillo de los Condes de Lemos, así como por su proximidad a la Ribeira Sacra, no dudarás incluir a Castro Caldelas en el listado de próximas escapadas.
El municipio de Castro Caldelas pertenece a la provincia de Orense y, sin duda, bien merece una visita al recorrer Galicia. Se trata de un pequeño pero emblemático pueblo de montaña y de ribera que forma parte de la Ribeira Sacra, muy próximo a Maceda, y se encuentra bañado por el río Sil. Su visión traslada al visitante a la época medieval con sus calles empedradas y estrechas, y sus casas de piedra con galerías y escudos, que descubren la importancia de este lugar en la Edad Media.
Está incluido en la lista de los pueblos más bonitos de España y fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1998. Aunque se considera que estas tierras estuvieron habitadas hace ya 4500 años, situando sus primeros pobladores en la época megalítica y más tarde ocupado por un campamento romano, actualmente su legado medieval es el símbolo más visible de su historia: el castillo o fortaleza, situado en una colina que domina todo el entorno, los miradores a los cañones del Sil y los viñedos dispuestos en terrazas.
El casco antiguo de la Castro Caldelas
La mejor opción para conocer Castro Caldelas en recorrer su casco antiguo, recorriendo las calles que suben al Castillo de los Condes de Lemos. La ruta puede iniciarse en la plaza del Prado, en el centro del pueblo, desde donde ya se pueden divisar las torres del castillo. El paseo por la calle del Sol y la calle Grande, empedradas y siguiendo un trazado medieval, muestran bellas casas de piedra con blasones en la fachada y otras con amplias galerías pintadas de blanco. En una de ellas vivió el escritor y político gallego Vicente Risco, hoy en día convertida en posada.
La ruta conduce directamente al castillo. Fue construido por orden de Pedro Fernández de Castro, VII Conde de Lemos, en el segundo tercio del siglo XIV a fin de defender los dominios que le habían sido cedidos por el rey Alfonso IX. Se configura como una fortaleza medieval de carácter militar y se destaca el buen estado en el que se conservan la Torre del Reloj, la Torre del Homenaje y el patio de armas. En su interior se alojan las exposiciones del Museo Arqueológico y Etnográfico, que hoy por hoy es visitable.
Cerca del castillo está la iglesia de Santa Isabel. Datada en el siglo XVI y de estilo renacentista, muestra en una de sus fachadas los escudos de armas de los Condes de Lemos y, justo al lado, el cementerio. Tanto desde este lugar como desde el castillo, hay unas espectaculares vistas panorámicas del cañón del Sil en la Ribeira Sacra. De vuelta a la plaza central también se puede parar en el Santuario de los Remedios, un edificio del siglo XIX, de estilo neoclásico levantado sobre el lugar que ocupaba la antigua Capilla del Prado.
Qué hacer en Castro Caldelas
Además de su rico patrimonio histórico y cultural, Castro Caldelas es una villa con numerosas tradiciones. Destaca la fiesta de los Fachós que se celebra la noche del 19 de enero. En honor a San Sebastián, se realiza una procesión alrededor del castillo portando antorchas de paja. La imagen del santo, también realizada con paja, va precedida de una larga antorcha de alrededor de 30 metros.
Para los amantes del senderismo, hay una ruta cercana a la villa: el sendero de los Bosques Mágicos, un recorrido de algo más de 20 kilómetros divididos en dos tramos que pasan lugares de interés histórico como el Monasterio de Abeleda o la antigua iglesia de Camba. El paseo transcurre casi en su totalidad por los bosques mágicos que rodean Castro Caldelas.
Por último, destaca que Castro Caldelas sirve como base perfecta para, en unos días, recorrer la Ribeira Sacra. Muy cerca está Parada do Sil, otra hermosa población con miradores al Sil y donde visitar un importante templo románico: el Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil. También nos permitirá acercarnos a la cultura del vino visitando alguna de sus bodegas como Ponte da Boga, centenaria bodega situada en un lugar privilegiado con sus inclinadas terrazas de piedra donde aprender la importancia que los viñedos tienen en esta comarca.