Los Misteriosos Castros

Acercamiento histórico y el debate celta

Esta cultura se desarrolló principalmente por Galicia durante la Edad del Bronce, pero también por el norte portugués, Asturias y las regiones occidentales leonesas. Alcanzaron incluso tierras cántabras y vascas.

Tras la conquista romana del norte peninsular, aún se siguieron construyendo castros, pero muchos fueron abandonados debido a la influencia romana que llevó a sus habitantes a vivir en tierras bajas.

Existe gran discusión sobre si la cultura castrense pertenecía a la céltica, si fueron estos pueblos indoeuropeos quienes los edificaron o si ni tan siquiera llegaron hasta estas tierras físicamente, siendo solo su cultura la que las alcanzó.

Lo cierto es que mediante la toponimia podemos encontrar innumerables lugares que poseen nombres de origen celta, además de hallar también muchos restos arqueológicos que se les vincula.

Por otro lado, muchos castros se encuentran junto a megalitos y petroglifos, de tiempos más remotos. Esto da a entender que existía una población previa a la llegada celta en la zona, que habitaba precisamente donde más tarde se levantarían estas villas fortificadas.

Fueron las primeras posiciones de este tipo en el occidente europeo, y esto nos habla de un pueblo que conocía bien la guerra y debía proteger sus poblaciones de enemigos. Además también de un alto nivel organizativo. Esto último vuelve a generar otra cuestión y es que no se encuentran en los castros viviendas que destaquen desproporcionadamente sobre el resto, que podrían entenderse como las de sus líderes; así que sus jerarquización no se muestra en este sentido.

Leyendas y misterios

Es quizá con las leyendas y mitos tradicionales que podemos aproximarnos de un modo distinto al pasado.

En Galicia existen unas criaturas de sus cuentos llamadas mouros que en Asturias conocen como moros. El origen de esta palabra se pierde en el pasado, aunque existen algunas hipótesis, como que sugiere que hace referencia a que se trataba de un pueblo muerto; que había sido vencido y debió huir.

El mito mouro es muy similar al de los Tuatha Dé Danann irlandeses, en el sentido de que son seres con poderes mágicos, aspecto humano y que pierden un conflicto que les obliga a vivir bajo tierra. Grandes orfebres y comerciantes, guardianes de tesoros y capaces de dar poder y riquezas a los hombres.

Es por lo tanto un mito con claras raíces célticas. Y es a ellos a quienes atribuyen los castros, tanto en los cuentos asturianos, como en los gallegos.

Según dicen, ellos levantaron los menhires y dólmenes, y los castros eran sus ciudades. Pero fueron vencidos y se vieron obligados a vivir bajo tierra. Dada la cristianización de la antigua Gallaecia, todos los mitos se vieron manipulados dentro de su paradigma; así que estas derrotas se cuentan contra Jesús, contra el apóstol Santiago o relacionadas con estas creencias religiosas.

Lo curioso, y ya como opinión personal, es que según los propios relatos irlandeses los pueblos celtas que alcanzaron su isla procedían de Galicia. Esto se recoge en el Libro de las Invasiones, donde se relatan un gran número de cuentos populares y entre ellos la victoria de los hijos de Mile, que sería descendiente de Breogán, sobre los Tuatha Dé Danann. ¿Se esconde tras estas leyendas el recuerdo de la conquista celta de las poblaciones castreñas?

Los más interesantes castros gallegos

En la comunidad gallega se encuentra la mayoría de estas poblaciones, así como las mejor conservadas. Aquí os nombraremos algunos de los más interesantes.

Los hay en altos cerros o en primera línea de costa, de algunos incluso se ha logrado hallar sus murallas; sorprendiendo por el tamaño y fuerza que estas llegaron a tener.

En la provincia de Ourense encontramos uno de los más grandes encontrados y en excelente estado de conservación, conocido como A Cidade. Aún sigue siendo excavado pero se puede visitar totalmente gratis. Es fácil alcanzarlo, pues se halla muy próximo a la capital, entre los municipios de San Amaro y Pungín.

Otro magnífico castro que visitar, también en un gran estado de conservación, es el de Viladonga, muy cerca de la ciudad de Lugo. Cuenta con su propio museo, en el que podremos contemplar las piezas arqueológicas allí encontradas. Otra parte de la colección de piezas de Viladonga se guarda en el museo provincial de Lugo.

El castro de Baroña, en la provincia de A Coruña, es uno de los más famosos y visitados. Esto se debe sobre todo a su posición, en un pequeño promotorio que se forma tras un delgado brazo de tierra en el mar.

La ciudad de Vigo se desarrolla en torno al monte Castro, cuyo nombre le llega por el que se encontraba dominándolo. Hoy se sigue trabajando en él y se han rehabilitado un par de viviendas tal y como fueron.

Aunque el más importante de la provincia de Pontevedra, y probablemente de Galicia, es el de Santa Tegra, junto a la población de A Guarda. Alzándose en un monte solitario ante la desembocadura del río Miño. Cobra especial magia durante las fiestas locales, conocidas como las Fiestas del Monte, cuando diversas bandas de tambores suben a su cima, compitiendo en una lucha acústica de ritmos que se entremezclan en un poderoso sonido conjunto.

Dónde hospedarse: Hotel Huse Puerta San Pedro (Lugo), Hotel Noia (Noia, A Coruña), Hotel Hesperia Vigo (Vigo), Hotel Glasgow (Viladesuso, A Guarda)