Allariz, Ourense

Introducción

Tendríamos que remontarnos a tiempos muy lejanos para encontrar sus orígenes. Dominando el río Arnoia se erigió un castro con vías de comunicación con otras regiones, denotando su importancia. Este sería el primer núcleo poblacional del que se tiene constancia, en época pre-romana.Será con la llegada de los germánicos suevos, en el siglo VI, que se funde oficialmente Allariz, con el nombre de Vila Aliaricii, de donde derivaría el actual.

Tendrá a lo largo de la edad media gran relevancia, llegando a disponer de su propio fuero. El famosísimo rey Alfonso X el Sabio se educó en esta villa, aprendiendo en ella el idioma gallego que sería el que promocionaría y él mismo emplearía, fomentando y escribiendo de su propia mano algunas de las tan importantes Cantigas.

Las gentes de Allariz participarán también en las Revueltas Irmandiñas, que levantaron al pueblo contra la nobleza y clero.La guerra tocó en estas etapas la población varias veces. Principalmente los conflictos dinásticos con Portugal. Y ya pasada la edad media, durante la invasión napoleónica, sufrió encarnizados combates.

Allariz lleva con ella un largo legado que conserva con dedicación, sin obviar ninguna de sus partes.Cobró interés esta villa gallega por un hecho acontecido a mediados del siglo XIX, el juicio de Manuel Blanco Romasanta, al que se le recuerda como El Hombre Lobo de Allariz. Su muerte se supone fue en las cárceles de la villa, tras ser juzgado por sus salvajes asesinatos; aunque existen teorías que la sitúan en A Coruña o incluso Ceuta.

En la actualidad en Allariz se sigue respirando un aire distinto, elegante, de una dignidad de gran ciudad decimonónica entremezclada con ese embrujo sutil que impregna Galicia y la tranquilidad que ofrecen las pequeñas poblaciones.

Un conjunto curioso, agradable y que ofrece un excelente patrimonio que disfrutar.

Aproximándonos

Allariz está a poco más de 20 km de la ciudad de Ourense en dirección sur. Siguiendo la autovía A-52 se tardan 20 minutos en llegar.

Sabiendo esto da ganas el perderse un poco por carreteras anexas y descubrir los pequeños rincones previos. Acercarse a las aldeas de este rural gallego rodeado por arboledas.

Aunque también hay mucho que ver allí a donde vamos.

Atractivos

En Allariz el paseo es una actividad gratificante, descubriéndonos rincones de gran encanto. Su casco histórico, totalmente rehabilitado, es una verdadera maravilla. En el que incluimos también su Barrio Judío, que en su tiempo fue lugar a extramuros en donde se afincaron llegando de otras localidades y del que surgieron interesantes leyendas.

Dentro de los monumentos más destacados citaremos sus templos.

La Iglesia de Santiago que podremos encontrar es un ejemplo del románico gallego, siendo su origen en el siglo XII, con aportaciones posteriores del siglo XIII.

La Iglesia de Santo Estevo, aunque también fue edificada en el siglo XII dentro del románico, recibió ampliaciones durante más tiempo. Por ejemplo la torre, que fue levantada a finales del siglo XVI.

Como representante del barroco la de Iglesia San Bieito o San Benito, de finales del XVIII.

Y por supuesto el Convento de Santa Clara, que lo encontraremos junto a la anterior iglesia. Este fue levantado originalmente en 1268 por orden de la reina Violante, esposa de Alfonso X el Sabio. Desgraciadamente sufrió enormes daños durante un incendio y hubo de ser reconstruida buena parte en el siglo XVIII.Este convento posee el claustro barroco más grande de España, pero al seguir teniendo actividad monacal, no es posible una visita completa; pues sus monjas son de clausura. De todos modos cuenta con el Museo de Arte Sacra, que sí está dispuesto para el curioso que quiera contemplar sus obras.

Además de los edificios religiosos tenemos otros restos antiguos como los que aún se conservan de sus murallas defensivas.Del antiguo castillo que dominaba la villa solo queda la elevada cota en que se alzó y el dibujo de su planta, pero merece la pena subir hasta allí por las magníficas vistas.

Otro sitio de interés es el Museo Galego do Xoguete, el museo gallego del juguete. En un edificio hermosísimo, con un estilo similar al típico pazo gallego, y que fue palacio del juzgado; se encuentra esta exposición que cuenta con más de 1.500 piezas. Juguetes que van desde 1910 en adelante, que sorprenden y también tocan la fibra más nostálgica cuando alcanzan fechas más tempranas, que queramos o no van quedando cada vez más atrás.

Podríamos citar otros edificios o espacios, sus casas hidalgas y parques, las riberas del bello río Arnoia; podríamos hablar de sus fiestas gastronómicas, de sus divertidos carnavales, O Entroido que es como se le dice en gallego.

Y no solo detenernos ahí, sino también mirar alrededor de Allariz, en donde encontraremos más patrimonio histórico, pueblos y zonas naturales.

No extraña que sea considerada uno de los destinos más interesantes del interior gallego.

Despidiéndonos

Allariz deja muy buen sabor de boca, y no solo por sus famosos postres almendrados. Es una visita más que interesante a nivel cultural e histórico, así como simplemente para disfrutar de sus distintas estéticas y el buen hacer para presentarlas siempre impolutas.

Sea por ir a la Festa da Empanada e hincharse a comer o por desconectar unos días en un lugar tan apacible como hermoso.

Dejamos atrás Allariz sabiendo que siempre merecerá la pena volver.