Guía de Tudela
La histórica ciudad de Tudela es el lugar perfecto para una escapada, porque se puede recorrer cómodamente a pie y porque en ella descubriremos lugares, sabores y nuevas sensaciones.
Decir que Tudela es la segunda ciudad por tamaño de la Comunidad Foral de Navarra es mucho decir. Y es que hablamos de una localidad no muy grande, ideal para visitarla andando, especialmente su precioso casco histórico. Su entorno natural es de fuertes contrastes, por un lado la aridez de las Bardenas y por otro el verdor de la huerta de la comarca de la Ribera.
Fundada en el siglo IX a orillas del caudaloso río Ebro, fue lugar de convivencia para musulmanes, judíos y cristianos durante más de 400 años. Esto se ha traducido en un impresionante legado monumental o en una gastronomía que refleja muy claramente su herencia de las tres culturas. Hoy en día, la villa forma parte de la Red de Juderías de España-Caminos de Sefarad, y está presente en las rutas turísticas sefardíes.
Nuestra Guía de Tudela es un homenaje a esta bella ciudad navarra que tiene mucho que ofrecer a cuantos la visitan.
Sitios de interés en Tudela
- Catedral de Santa María: es el monumento más emblemático de la ciudad, y su origen se remonta al siglo XIII. Fue construida sobre una antigua mezquita, y está considerada Monumento Nacional. Hay que detenerse a contemplar sus tres portadas, sobre todo la del Juicio Final; su claustro románico o las joyas que alberga en su interior, como la sillería del coro, la barroca Capilla de Santa Ana o la Capilla de Nuestra Señora de la Esperanza.
- Conventos y ermitas de Tudela: son varios los recintos conventuales y ermitas que podremos visitar en esta villa navarra, como el Convento del Carmen y el de las Dominicas, ambos del siglo XVII, o los conventos de las Capuchinas y de las Clarisas, del siglo XVIII. En cuanto a las ermitas, mencionar la de la Virgen de la Cabeza y la Ermita de Santa Cruz.
- Imagen del Sagrado Corazón: se encuentra situada en lo más alto de un monte, convirtiéndose en un fantástico mirador desde donde contemplar las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
- Plaza de los Fueros: justo en esta plaza confluyen la parte antigua y la nueva de Tudela, y se ha convertido en el principal punto de encuentro de los tudelanos, que celebran aquí sus más señalados eventos y fiestas. Como casi todo en esta ciudad, es antigua, ya que fue construida en el año 1687. Tiene un bonito quiosco en el centro, y a su alrededor llaman la atención las fachadas de las casas, en las que se han colocado los escudos heráldicos de todas las poblaciones de la Ribera de Navarra.
- Judería de Tudela: incluida en la Red de Juderías de España-Caminos de Sefarad, está dividida en dos partes. Por un lado, la Judería Vetula, cuyo origen se remonta a mediados del siglo IX, y por otro la Judería Nueva, que fue creada en el siglo XII.
- Museo Diocesano: se encuentra ubicado en el interior del Palacio Decanal, un edificio del siglo XV que se halla junto a la catedral. En su interior se pueden ver destacadas obras de arte sacro, como cuadros del pintor Vicente Berdusán, considerado el mejor pintor barroco navarro del siglo XVII; la obra en óleo sobre tabla conocida como El Juicio Final, que se atribuye a "El Bosco", o una tabla gótica de San Lucas.
- Iglesia de la Magdalena: está antigua iglesia del siglo XII ha sido declarada Monumento Nacional, y en ella se puede ver una de las pocas torres románicas que hay en toda Navarra. Otras iglesias tudelanas que merece la pena visitar son la de San Jorge, del siglo XVII; la Iglesia del Carmen, también del XVII; la Iglesia de San Nicolás de Bari, del siglo XVIII, o la de Santa María, del siglo XVI.
- Palacio del Marqués de San Adrián: ubicado en la calle Magallón, este palacio del siglo XVI es el más imponente de la ciudad, además de estar considerado la obra cumbre de la arquitectura civil renacentista de Navarra. En su interior cuenta con un magnífico patio de luces y con unos espectaculares frescos renacentistas, que están junto a la escalera que comunica con la zona más noble del edificio.
- Palacio del Marqués de Huarte: construido siguiendo el estilo barroco imperante en el siglo XVIII, en él destacan su decorada fachada y el precioso patio interior, además de la llamada escalera imperial, considerada la más bonita de Navarra. Se encuentra en la calle Herrería.
- Museo Muñoz Sola de Arte Moderno: alberga obras de arte moderno, sobre todo de la segunda mitad del siglo XIX. Está situado en la Plaza Vieja, en la Casa-Palacio de los Beráiz. En su interior destaca la obra del pintor local César Muñoz Sola, vinculado al Realismo y al Impresionismo francés.
- La Mejana: se trata de una pequeña isla situada sobre el río Ebro que se formó de forma natural, debido a la acumulación de los limos que arrastra el río. En realidad, con la palabra mejana se define a todas las isletas que el Ebro ha originado en su discurrir por Navarra y Aragón, pero la mejana más famosa es la de Tudela, situada junto al casco urbano y al puente árabe de piedra sobre el río, que tiene 17 arcos.
- Torre Monreal: este edificio de tipo defensivo del siglo XIII se encuentra ubicado sobre una atalaya, y durante su última reforma fue convertida en la primera cámara oscura de Navarra. Esta cámara consiste en dejar pasar la luz a través de un pequeño agujero realizado en un cuarto totalmente cerrado, y en la pared opuesta al agujero se podrá ver la imagen de lo que se encuentre enfrente. Además es un centro de interpretación de las tres culturas que habitaron Tudela, la judía, la árabe y la cristiana.
- Parque Natural de las Bardenas Reales: hay que reservar tiempo para conocer este cercano y peculiar espacio semidesértico que se encuentra protegido. En este singular paraje, el viento y la lluvia han ido conformando uno de los paisajes más originales de la Península Ibérica.
La gastronomía tudelana
Al igual que sucede con el patrimonio monumental de Tudela, en su gastronomía también se nota la herencia de las tres culturas que moraron en la villa. También influye su privilegiada situación en la ribera del Ebro, que ha dado lugar a las famosas huertas tudelanas. En ellas se cultivan exquisitas verduras que han dado fama a la ciudad, como las alcachofas, los cogollos, el cardo, la borraja o los espárragos.
No es de extrañar que uno de los platos más típicos de la localidad sea la menestra, que se prepara con alcachofas, judías verdes, guisantes, espárragos, acelgas y jamón serrano. No sólo la podrás degustar en los restaurantes locales, también podrás comprar sus ingredientes en conserva para poder cocinarla en tu propia casa.
Otros platos tradicionales de la villa son los callos, los jarretes y las costillicas de cordero, el estofado de carne de toro, las recetas elaboradas con perdices o el calderete, un guiso de carne y verduras. De postre, olvídate de los dulces y pide algunas de las excelentes frutas locales, como las manzanas, los melocotones, las peras o las cerezas. Acompaña tus homenajes gastronómicos tudelanos con los estupendos vinos navarros, que incluyen sus reconocidos rosados y sus nuevos tintos, de gran calidad.
Salir de compras y de copas por Tudela
Tudela es una ciudad con un excelente oferta comercial, en la que se puede adquirir de todo, desde un regalo o recuerdo para llevar hasta un capricho, véase un bolso, unos pantalones, un pañuelo o unos zapatos. Pero si lo que queremos es adquirir productos típicos de la ciudad, aquí realizan unos maravillosos manteles de forma artesanal. También se pueden comprar conservas de verduras y frutas de la huerta tudelana y vinos con Denominación de Origen Navarra.
Y tras los planes de shopping de la mañana, llega el momento de conocer la noche en Tudela. Para empezar, y si no lo has hecho a la hora del aperitivo, ahora podrás cenar a base de los estupendos pinchos que preparan en sus bares. La mejor zona para ir de tapas es la que se sitúa entre la Catedral, la calle Herrerías y la Plaza de los Fueros. Hay pinchos de todo tipo, desde los más clásicos hasta auténticas joyas gastronómicas. Y lo mejor, acompáñalos con un buen vino navarro.
Ya con el estómago lleno, llega el momento de las copas. Si te va la música en directo, los gintonics bien preparados o las cervezas, tanto nacionales como de importación, te recomendamos el Bar Amadeus, en la calle Herrerías, 18. Un clásico de la noche tudelana es el Bar Conseti2, en la Plaza Mercadal, donde presumen de preparar las mejores copas de Tudela. Otros buenos locales nocturnos son La Locura de Ángel, en San Marcial, 13, que ofrece espectáculos y música en directo, o la Cervecería Number Sixty, situada en el Hotel Tudela Bárdenas, en la Avenida de Zaragoza, 60.
Fiestas más señaladas de Tudela
- Fiestas Patronales por Santa Ana: se celebran en honor de la Patrona de Tudela, que festeja su día el 26 de julio, pero duran desde el 24 al 30 de julio. Están declaradas de Interés Turístico, y comienzan con el lanzamiento de un cohete en la Plaza de los Fueros. Al grito de ¡Viva Santa Ana! y ¡Viva Tudela!, los tudelanos se lanzan a disfrutar de siete días en los que hay tiempo para todo: la música de las charangas de las peñas, una feria taurina, la Gigantada con la Procesión de Santa Ana o la Revoltosa, un baile surgido en 1928 que se baila en torno al kiosko de la plaza.
- La Bajada del Ángel: se trata de un evento que se celebra en Semana Santa y está considerado como Fiesta de Interés Turístico Nacional. La Bajada del Ángel es una antigua tradición que tiene lugar el Domingo de Resurrección en la Plaza de los Fueros. Sobre la plaza, un ángel, representado por un niño, desciende por un cable aéreo hasta situarse frente a la imagen de la Virgen, que en ese momento todavía se cubre con un velo negro por la muerte de su Hijo. El ángel se lo quita, simbolizando la Resurrección de Cristo, al mismo tiempo que exclama con todas sus fuerzas "alégrate María, porque tu hijo ha resucitado".
- El Volantín: su origen se remonta al siglo XIV, y se celebra el Sábado Santo, a las 10 de la mañana, en la Plaza de los Fueros. Declarado de Interés Turístico Nacional, este evento consiste en una representación de la muerte del traidor Judas Iscariote, el que entregó a Jesús a los romanos por unas pocas monedas. Judas es un muñeco de madera articulado que va vestido de forma ridícula. En su boca lleva un puro, que en realidad es un petardo. Tras prenderlo el muñeco comienza a girar a gran velocidad, y lo hace hasta que su ropa sale despedida hecha jirones sobre los asistentes. Es el momento en el que la Orden del Volatín lanza una lluvia de caramelos y balones.
- Jornadas de Exaltación y Fiestas de la Verdura: se celebran entre mediados de abril y comienzos de mayo, y son unas jornadas gastronómicas que giran en torno a la gastronomía de la comarca de la Ribera, de la que Tudela es capital. Incluyen degustaciones, talleres de cocina, exposiciones, charlas o catas de bebidas como la cerveza o el parcharán. Durante su celebración también tienen lugar actos culturales, actuaciones teatrales o torneos de pelota vasca.