Roncesvalles, punto de partida del Camino Francés de Santiago
Histórico, legendario y realmente bonito. Así es Roncesvalles, un pequeño pueblo navarro con un gran encanto.
Aunque llevemos toda la vida oyendo hablar de Roncesvalles, sobre todo por ser el inicio del Camino Francés que lleva a Santiago de Compostela, no muchos saben que se trata de un pueblo no muy grande, y en el que tan sólo viven hoy en día alrededor de 20 personas.
Conocido en euskera como Orreaga, y oficialmente como Orreaga/Roncesvalles, se trata de la última población de la comarca de Auñamendi. Situado sobre el collado de Ibañeta, esta bella localidad navarra ha sido lugar de paso desde la Prehistoria para entrar en la Península Ibérica desde Francia.
Hoy en día, además de ser un destino habitual en Navarra para hospedar a los peregrinos que llegan desde el otro lado de los Pirineos, Roncesvalles también puede presumir de contar con un impresionante conjunto arquitectónico religioso, dotado de un enorme valor histórico y artístico.
Qué ver en Roncesvalles
La primera parada obligada en Roncesvalles es en la Real Colegiata de Santa María, un hermoso conjunto religioso dotado de una iglesia de estilo gótico francés en perfecto estado de conservación. Consagrado en el año 1219, este templo también cuenta con una torre defensiva que se le incorporó en el siglo XIV. En su interior destaca el Altar Mayor, donde se encuentra la imagen de Santa María de Roncesvalles, una talla gótica del siglo XIV.
Junto a la iglesia hay un claustro del siglo XVII, que sustituye al anterior, el cual fue derribado debido a los daños sufridos durante una gran nevada. También se halla junto al templo la Capilla de San Agustín, que acoge en su interior la tumba de uno de los reyes más queridos de Navarra: Sancho VII el Fuerte. El conjunto religioso se completa con la Capilla del Sancti Spiritus, también conocida como el Silo de Carlomagno. Fue construida en el siglo XII, y es de estilo románico. En torno a ella corren varias leyendas, como que fue aquí donde Roldán, el sobrino de Carlomagno, clavó su espada tras la derrota en la Batalla de Roncesvalles.
Hay otros dos lugares que merece la pena conocer en este navarro pueblo fronterizo. Uno es el Museo Biblioteca, situado en un edificio del siglo XIX. Alberga tesoros como el Ajedrez de Carlomagno, un evangeliario románico de plata o un relicario de plata dorada y esmaltada, además de otras muchas obras de escultura, pintura y orfebrería. También acoge antiguos muebles, tapices, monedas y libros de gran interés bibliográfico. El otro lugar es la Fuente de la Virgen, un lugar poco frecuentado, pero con un gran encanto. Se encuentra en un prado cercano al antiguo Albergue de Itzandegia.
Roncesvalles más allá del Camino
Además de destino clave en el Camino de Santiago, merece la pena viajar a Roncesvalles para disfrutar de su maravilloso entorno natural. Y es que el norte de Navarra, sobre todo la zona pirenaica, es un auténtico paraíso natural.
En torno a Orreaga-Roncesvalles se pueden realizar numerosas rutas, las cuales no sólo nos sumergirán en el paisaje, también nos llevarán a conocer lugares que llevan poblados desde la Prehistoria.
La lista de los hermosos parajes naturales y sitios especiales que recorrer incluye Urkulu, Sorogain, Garralda-Aria, la Selva de Irati, Lindus y sus megalitos, el Haya de Navala, el Bosque de Basajaunberro, el Camino Canónigo o el Collado de Lepoeder, entre otras posibilidades.