La singular Iglesia de Santa María de Eunate, en Navarra
Ubicada en mitad de un páramo navarro, la Iglesia de Santa María de Eunate compagina belleza con misterio y mucha historia.
Se desconoce su procedencia, ya que no hay constancia de quien la construyó, pero lo que sí se sabe es que la iglesia medieval de Santa María de Eunate se edificó en torno a la segunda mitad del siglo XII, siguiendo el estilo románico imperante en la época.
Se encuentra en mitad de un páramo desierto, en el valle navarro de Izarbe o Valdizarbe, a sólo dos kilómetros del pequeño pueblo de Muruzábal, a cinco kilómetros de Puente la Reina y a unos 23 kilómetros de la ciudad de Pamplona.
Lo primero que llama la atención en este templo es su curiosa forma, ya que sus muros forman un polígono octogonal, algo realmente raro en la arquitectura románica en la Península Ibérica. Pero hay otras muchas peculiaridades que convierten a esta iglesia en un lugar muy especial, misterioso, histórico, espiritual y de lo más fotogénico.
Historia de Santa María de Eunate
Hasta el año 1520 no se encuentra ninguna referencia escrita sobre esta iglesia, que es casi seguro que llegó a funcionar como un hospital para los peregrinos y como un cementerio. También hay una leyenda en torno al templo que asegura que fue un observatorio astronómico donde se reunían los cofrades de un culto esotérico.
Lo que sí se sabe con certeza es que a mediados del siglo XVI pertenecía a la Orden de San Juan, a la que fueron a parar muchos de los bienes de los que despojaron a los templarios, los cuales fueron expulsados de la Península Ibérica en el año 1309, tras caer el Castillo de Monfort.
Durante mucho tiempo estuvo considerada como una capilla funeraria, debido a que allí eran sepultados los peregrinos que morían haciendo el Camino. De hecho se han hallado algunas vieiras o conchas de Santiago grabadas en algunas de sus tumbas, lo que confirmaría que hubo un hospital para cuidar a los peregrinos enfermos y un cementerio para enterrar a los que morían.
El posible origen templario de Santa María de Eunate
La Iglesia de Santa María de Eunate se halla justo en la confluencia del Camino Francés de Santiago, que llega desde Roncesvalles, con el que viene de Aragón, y se cree que su origen era templario, aunque no existen pruebas de ello. En la zona también se cuenta que fue mandado construir por una dama de alta cuna que deseaba ser enterrada en el lugar, y que de hecho su cuerpo yace junto a los muros del templo.
Pero es la forma de esta iglesia navarra, un octágono imperfecto, lo que podría refrendar la teoría de su origen templario. Y es que esta peculiar forma recuerda a la planta de la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén, que en tiempos de los cruzados se usó como palacio y fue rebautizada como el Templo de Salomón.
También se especula con que las líneas imaginarias que van desde el centro de Eunate a los ángulos del octógono conectan con otros enclaves templarios situados en diversos puntos de la Península. Todo el recinto está circundado por un perímetro externo de 33 arcos, los cuales están asentados sobre un muro de piedra, y fueron decorados con curiosos capiteles que representan serpientes, dragones, aves y algunos monstruos mitológicos. Eunate en euskera significa “cien puertas”, lo que suscita la posibilidad de que quienes construyeron el recinto tenían la intención de levantar un segundo perímetro, pero finalmente no se ejecutó.