Descubre la ciudad de Pamplona en un día
Pamplona, también conocida como Iruña, es una maravillosa ciudad que merece ser visitada en cualquier época del año, y no sólo durante la celebración de los Sanfermines.
La ciudad de Pamplona, capital de la Comunidad Foral de Navarra, es un apasionante destino en el norte de España. Y no sólo por las populares fiestas en honor a San Fermín. También por su patrimonio monumental, su cultura y tradiciones, su gastronomía o su excelente oferta de ocio. Pamplona es lugar de paso del Camino de Santiago, y es una villa moderna y acogedora a la vez.
La capital navarra fue fundada durante la época de la ocupación romana en España, y se halla situada a lo largo de ambas orillas del río Arga. Es conocida a nivel internacional por sus Sanfermines, una emblemática fiesta que tiene lugar desde hace siglos entre los días 6 y 14 de julio. Se celebra en honor a San Fermín, copatrono de Navarra y patrón de la diócesis pamplonesa. El escritor estadounidense Ernest Hemingway fue, en gran parte, responsable de la merecida fama que, tanto la ciudad como los Sanfermines, adquirieron de forma mundial.
Te ofrecemos un completo plan para disfrutar de la ciudad de Pamplona en un sólo día. Pero vete preparado, porque el clima local es caprichoso. Se trata de un clima de transición entre el mediterráneo y atlántico, y la lluvia es un fenómeno recurrente a lo largo de todo el año, aunque las precipitaciones son más intensas entre los meses de octubre a diciembre y de abril a mayo.
Qué ver en en Pamplona en un día
El patrimonio histórico de Pamplona es excepcional, contando con magníficos edificios. Si sólo vamos a estar en esta ciudad un día, es obligado visitar la Catedral gótica de Santa María, que fue construida entre los siglos XIV y XV. También debemos incluir en nuestro recorrido el recinto amurallado medieval, que está considerado Monumento Nacional; los tres Burgos y sus correspondientes iglesias guerreras; el edificio del Ayuntamiento, del siglo XVIII, y alguno de sus atractivos palacios, como el del Archivo Real, el del Condestable o el de la Diputación Foral.
Si te sobre tiempo, puedes acercarte a conocer lugares como el Museo de Navarra, la Plaza del Castillo, el Rincón del Caballo Blanco o la plazuela de San José. Y es que en Pamplona existen muchos monumentos declarados Bien de Interés Cultural, como la Iglesia de San Saturnino, la Iglesia de San Nicolás, la Ciudadela o la Cámara de Comptos, que quizá haya que reservar para otra próxima visita.
Y entre monumento y monumento, nada mejor que descansar en alguno de los numerosos parques y jardines de la ciudad, como La Ciudadela, La Media Luna, el Yamaguchi (un parque de estilo japonés), el Parque Fluvial del Arga o el Minizoo que se encuentra en los fosos de los jardines de La Taconera.
Homenaje gastronómico en Pamplona
Hay que reservar tiempo para degustar la rica gastronomía en Pamplona que, como en toda Navarra, es un auténtico placer. La cocina forma parte de las tradiciones de la tierra, y sus platos se elaboran con los magníficos productos de la huerta, como espárragos, pimientos del piquillo, alubias rojas y pochas, alcachofas, habas, cardo o borraja). También incluyen buenas carnes de ganado y de caza, setas y hongos y peces de río. Y no hay que olvidar productos derivados de la leche, como los estupendos quesos Roncal e Idiazabal.
Si preferimos una comida ligera, pero no exenta de calidad, nada mejor que la tradición de los pintxos navarros. Son tapas de gran variedad, y que constituyen auténticas exquisiteces gastronómicas.
Una jornada en la ciudad navarra de Pamplona da para mucho, incluso para pasarse por el Café Iruña, en la Plaza del Castillo, 44. Fundado en el año 1888, fue el primer establecimiento de la ciudad que tuvo luz eléctrica, y el escritor Ernest Hemingway era un habitual de su terraza, donde solía escribir mientras se tomaba un coñac.