Escapada natural a Falces en Navarra

Se encuentra a unos 50 kilómetros al sur de Pamplona. Hablamos de Falces, una villa histórica de la Ribera Alta en Navarra a orillas del río Arga. Lo que nos ofrece Falces es una escapada diferente para disfrutar de su patrimonio natural, con rutas verdes o propuestas de senderismo para todos los públicos y niveles. Pero hay más.

Porque esta villa de unos 2.500 habitantes que es conocida por sus encierros del Pilón durante las fiestas de la Virgen de Nieva cuenta también con un interesante patrimonio histórico disperso entre las calles del casco antiguo. Además, puedes aprovechar esta ocasión para conocer otras localidades de Navarra cercanas a Falces como son Peralta, Marcilla o Funes.

Qué ver en Falces

La vida en Falces se articula alrededor de la Plaza de los Fueros y a partir de ahí puedes ir descubriendo poco a poco el patrimonio monumental de la villa. Existe una ruta de casas y palacios en la que verás, entre otros, la Casa Sala Badarán, el Palacio de los Larrea, el Palacio Díez de Texada y hasta una casa medieval excavada en el monte.

Puedes hacer una parada también en la iglesia de Santa María, con estilos arquitectónicos variados correspondientes a las diferentes remodelaciones sufridas a lo largo de la historia desde sus orígenes en el año 1.000. Tal vez te sorprenda encontrarte por toda la villa referencias a los visiones, hay incluso un Centro de Interpretación del Visón porque te encuentras en uno los últimos hábitats naturales del visón europeo.

En Falces también hay yacimientos romanos como el de San Esteban y el de los Villares. Y no hace falta alejarse mucho del casco urbano para visitar el Castillo de los Moros. Allí, en pleno paraje natural entre los barrancos del Pilón y la Busierra y a los pies de la Ermita del Salvador, se encuentran las ruinas de este castillo de Falahsan, cuyo origen se remonta al siglo VIII.

Patrimonio Natural en Falces

Como ves, en la visita a Falces el patrimonio monumental va de la mano del patrimonio natural porque es imposible desligar el turismo de naturaleza de la visita cultural. Naturaleza en estado puro que esta villa cuida para los suyos y para los visitantes en forma de propuestas de rutas naturales adaptadas a todos los niveles y públicos. Y si los visones son los protagonistas, no podemos olvidarnos de las cigüeñas, a las que podrás observar muy cerca del yacimiento romano de San Esteban.

Entre las propuestas más interesantes se encuentran el paseo del Humedal de Soto Abajo que sigue el curso del río Arga por su margen izquierda. Si buscas una ruta de senderismo, puedes hacerla en la Reserva Natural de los Sotos del Arquillo, un espacio natural protegido en el que verás las zonas de regadío y que tiene una longitud de unos 9 kilómetros.

Para ver una panorámica inolvidable de Falces no tendrás que caminar mucho. Puedes llegar hasta la Basílica del Salvador saliendo de la calle Arrabal, que es donde el barranco del Pilón llega a la villa, y subir las llamadas “cuestas viejas”. De camino hasta este improvisado mirador te encontrarás también el Castillo de Moro, por lo que el pequeño paseo puede alargarse más de lo que imaginas.