Marcilla, un bello pueblo navarro en torno a un gran castillo
El municipio navarro de Marcilla ofrece a sus visitantes una excelente oferta turística, que incluye monumentos, gastronomía, naturaleza y ocio.
La villa de Marcilla, ubicada en la merindad de Olite, en Navarra, es especialmente conocida por su gran castillo medieval. Pero esta población es mucho más, como lo demuestran otros lugares histórico-monumentales que podremos visitar, además de su gran riqueza cultural y natural.
Se encuentra situada en la comarca de la Ribera Arga-Aragón, a poco más de 60 kilómetros de la capital de la comunidad foral, la ciudad de Pamplona. El río Aragón se halla cerca, y la localidad limita con las localidades de Falces, Olite, Caparroso, Funes, Peralta y Villafranca.
Es uno de esos destinos perfectos para una escapada de fin de semana, porque a su gran oferta turística se une una excelente infraestructura de alojamiento, restauración y comercial. Marcilla puede ser tu próximo destino...
Qué ver en Marcilla
Es inevitable comenzar la visita a Marcilla conociendo su castillo-palacio de estilo gótico, que se remonta al siglo XV, aunque en la actualidad se encuentra totalmente restaurado. Está situado en pleno centro del municipio, junto a la Plaza del Ayuntamiento. Considerado Bien de Interés Cultural, es de planta cuadrada con cuatro torreones en cada uno de sus ángulos, además de contar con otros intermedios, entre los que sobresale la Torre del Homenaje. Está incluido en la Ruta de los Castillos y Fortalezas de Navarra.
Pero ya hemos comentado que, además del castillo, hay mucho más que ver en Marcilla, como la Ermita de la Virgen del Plú, del siglo XV, que está en el casco antiguo; la parroquia neoclásica de San Bartolomé, que fue construida sobre una antigua iglesia; el Convento Agustinos Recoletos, del siglo XIX, o el Convento Madres Concepcionistas, ubicado a las afueras de Marcilla.
A cinco kilómetros de la villa, en el monte de Funes, podremos realizar un bonita ruta señalizada que nos llevará hasta el Cortado de Peñalén. Se halla en un bello paraje donde confluyen los dos ríos más importantes de Navarra, el Arga y el río Aragón, y desde aquí podremos contemplar y fotografiar unas impresionantes vistas panorámicas de todo el valle y de las poblaciones ribereñas.
Gastronomía y fiestas de Marcilla
A la hora de comer, comprobaremos que la cocina tradicional de Marcilla es de lo más mediterránea y sana. Muchas de sus recetas más típicas se preparan con verduras y hortalizas de las fértiles huertas de la zona, como cardo, pimientos de Piquillo, espárragos, alcachofas o ajos tiernos. No es de extrañar que uno de los platos más populares sea la menestra de verduras. En esta parte de Navarra se recolectan abundantes setas, y también hay muchos caracoles.
Además podremos probar otras delicias navarras, como el cordero al chilindrón, el lomo con pimientos, el calderete o las costillas de cordero a la brasa, platos que se pueden maridar con los vinos de Denominación de Origen Navarra. De postre, siempre podremos endulzarnos con los roscos de San Blas y los hojaldres.
Puedes hacer coincidir tu escapada a la villa de Marcilla con alguno de sus animados eventos, como las Fiestas de la Juventud, que tienen lugar el último fin de semana del mes de abril; la Romería a Santa Rita, el día 22 de mayo; las Fiestas en Honor de la Virgen del Plú, que se celebran los días 4, 5 y 6 agosto; las Fiestas en Honor de San Bartolomé, del 23 al 30 de agosto, o la Feria de Artesanía y la Feria del Caballo, que coinciden el día 12 de octubre.