Burgui, la villa navarra de los oficios
Situado en el Valle del Roncal, Burgui es un encantador pueblo navarro con un envidiable entorno natural y unas arraigadas e interesantes tradiciones
Muy cerca de la frontera con la Comunidad de Aragón, a la entrada del Valle del Roncal, se encuentra uno de esos pueblos que resultan totalmente encantadores a primera vista. Se trata de Burgui, un destino rural que siempre deja buenos recuerdos.
Y es que su espectacular entorno natural y su belleza monumental y arquitectónica, junto a sus grandes tradiciones, resultan fascinantes para todo buen viajero. A todo ello se une un recorrido de gran valor etnográfico, la Senda de los Oficios, y una emocionante celebración, el Día de la Almadía, un homenaje al oficio de almadiero, que eran los encargados de llevar por el río Esca la madera de los bosques navarros hasta su destino. Este evento está considerado Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Una visita a Burgui
Empezamos nuestro recorrido por Burgui un poco antes de llegar al pueblo, a unos tres kilómetros, haciendo una parada ante los restos que quedan del monasterio benedictino de Urdaspal, que llegó a contar entre sus visitantes con San Eulogio en el siglo VIII.
Una vez en este pequeño pueblo navarro del Valle del Roncal descubriremos joyas como su Puente Medieval, que conserva sus cuatro arcos de medio punto originales; la Iglesia de San Pedro, del siglo XVI y estilo gótico tardío; la Casa Consistorial, que se halla en un edificio del año 1850; la Ermita de Nuestra Señora del Castillo, ubicada en la parte más alta del pueblo, o la Ermita de la Virgen del Camino, que se halla fuera del casco urbano.
Son muchos también los tesoros naturales que posee esta villa navarra, y entre ellos destaca la impresionante Foz de Burgui, un profundo cañón esculpido por el río Esca en la roca de las Sierras de Illón y Peña. Está considerada Reserva Natural, y alberga una las mayores colonias de buitres de Europa, además de acoger otras especies de aves, como el águila real, el quebrantahuesos o el alimoche.
La Senda de los Oficios de Burgui
A Burgui se le conoce como “el pueblo de los oficios”, y es debido a un singular recorrido circular por el pueblo de cuatro kilómetros que invita a hacer un viaje muy especial al pasado. Se trata de la Senda de los Oficios, una original forma de conocer cómo eran las profesiones de antaño.
El trayecto comienza en el puente medieval, que representa el oficio de cantero, y en el recorrido se pasa por una almadía a tamaño natural, una carbonera, una nevera medieval para conservar la nieve, un horno de pan, una calera y un antiguo aserradero. Todo ellos constituyen importantes elementos etnográficos que han sido recuperados para preservar el sello de identidad de este territorio.
Y para conocer mejor uno de los oficios más arraigados de la zona, el de almadiero, nada mejor que acercarse al Museo de la Almadía, que se encuentra en el edificio del Ayuntamiento de Burgui. En él conoceremos el duro proceso de de los maderistas-almadieros, desde la subasta de los árboles hasta la entrega de los troncos ya transformados en maderos redondos o tallados a escuadra en lugares como la Ribera Navarra, Aragón, La Rioja o Catalunya.