El pueblo navarro de Aibar, en Tierras de Javier
Aibar es un peculiar y bello pueblo de la Navarra Media con un magnífico trazado medieval, y que cuenta con un interesante patrimonio monumental y cultural.
Aibar, es euskera Oibar, es un bonito municipio situado en la merindad y comarca de Sangüesa, en la Comunidad Foral de Navarra. Se halla a 44 kilómetros de la capital de la comunidad, la ciudad de Pamplona. Forma parte del llamado Consorcio Turístico Tierras de Javier.
Está ubicada a orillas del arroyo Uñezar, sobre una ladera entre las poblaciones de Sada y Sangüesa, a una altura de 531 metros sobre el nivel del mar. En su término municipal se encuentra la sierra de Izco, cuyo pico más alto es el Olaz, con 1.884 metros.
A los habitantes de Aibar se les conoce popularmente como los duendes, y pueden presumir de un precioso pueblo de origen medieval instalado sobre la ladera de un cerro. Su construcción en forma de atalaya tuvo, hace siglos, una finalidad de tipo defensivo.
Qué ver en Aibar
Esta villa navarra conserva su antigua estructura urbana de trazado medieval, con calles estrechas y empedradas en las que podremos ver casas señoriales, arcos y viviendas de diferentes épocas.
Entre los edificios más antiguos de la localidad se encuentran el portal de la Hueca y la casa Iziz. Se cree que ambos formaban parte de la antigua muralla medieval. Por el laberinto de calles se llega hasta la iglesia románica de San Pedro, que se halla en lo más alto del cerro donde está ubicado el municipio. En su interior se encuentra el Cristo del Amparo, una escultura gótica de dos metros de altura.
Otras visitas imprescindibles en Aibar son las de la casa de doña Sancha, la plaza porticada de la Virgen, el lavadero o el antiguo ayuntamiento, que actualmente acoge el Aula de Energías Renovables.
Qué hacer en Aibar
Te proponemos un delicioso plan en Aibar: disfrutar de su oferta gastronómica. La cocina típica de la localidad sigue la línea de la gastronomía tradicional de Navarra. Entre sus platos más tradicionales se encuentran el revuelto de setas, las costillas de cordero, el chuletón a la brasa, el salmón a la plancha, la trucha a la navarra, el queso con membrillo y nueces, los canutillos de crema o la cuajada.
Otra interesante propuesta consiste en recorrer su bello entorno natural. Sus parajes son perfectos para realizar senderismo, en especial por dos estupendas rutas: la antigua nevera de la Bizkaia, ubicada en el parque eólico de la sierra de Izco, y la del Pozo de las Hiedras, un paraje idílico en el que incluso podremos darnos un baño en verano.
Esta población navarra posee una gran tradición musical y artística en general. Buen ejemplo de ello son eventos como el concurso de pintura al aire libre “Pintor Crispín”, las obras de teatro del Taller de Teatro, los conciertos que ofrecen la Banda, la banda Txiki y las corales Aritza y Menditxuri, o los Conciertos de Acordeón del Campus de Acordeones.