El Castillo de Monteagudo, la fortaleza histórica de Murcia
El Castillo de Monteagudo no es solo una fortificación histórica, sino también un testimonio del legado cultural y político murciano durante siglos.

Uno de los elementos más identificativos de Murcia y sus proximidades es el famoso Cristo de Monteagudo, que puede verse desde lejos, vislumbrando sobre una colina. El Cristo original fue fundado en el año 1926, pero fue derribado en la Guerra Civil española y volvió a levantarse en 1951, siendo el este último el que vemos hoy en día.
El castillo de Monteagudo debió de ser, antes de la fundación de Murcia, un castillo rural donde se refugiaban los campesinos del entorno. Sin embargo, cuando la ciudad se convirtió en la capital del territorio, se transformó en un castillo urbano, verdadero fortín y atalaya defensiva.

Historia del Castillo de Monteagudo
El origen del Castillo de Monteagudo se sitúa en la época islámica, siendo mencionado por primera vez entre 1078 y 1079. En este periodo, la fortaleza formaba parte de un sistema defensivo destinado a proteger tanto la vega murciana como los caminos que conectaban a Murcia con Orihuela. Probablemente su construcción se produjo durante el primer reino musulmán de Murcia y fue bajo el reinado del conocido como “el Rey Lobo”, Ibn Mardanis, cuando adquirió su disposición actual y se integró en un complejo arquitectónico junto al Castillejo de Monteagudo y la fortaleza de Larache, clave para la resistencia hispanomusulmana contra los almohades.
En el año 1243, el reino taifa de Murcia pasó a formar parte de la Corona de castilla tras un acuerdo con Fernando III. Más adelante, Alfonso X el Sabio, lo convirtió en su residencia habitual en sus visitas a la región y lo entregó a su esposa, Violante de Aragón, como donadío. En el siglo XIV fue un baluarte defensivo clave frente a Orihuela, que había sido incorporada al reino de Valencia.
Durante la Baja Edad Media, fue protagonista de varios hechos bélicos y, aunque mantuvo su importancia militar hasta el siglo XVI, la estratégica disminuyó a la par que las disputas entre Castilla y Aragón. Ya en la actualidad, el Castillo de Monteagudo, fue declarado Monumento Nacional en 1931 por su valor histórico y arquitectónico.

Qué ver en el Castillo de Monteagudo
El Castillo de Monteagudo no se puede visitar hoy en día dado su avanzado estado de deterioro estructural, pues presenta un riesgo grave de colapso en varias zonas y, por lo tanto, se convierte en potencialmente peligroso para lso visitantes. Aunque se han hecho algunas obras de consolidación, todavía quedan muchas intervenciones pendientes y la falta de continuidad en la restauración ha agravado el deterioro, más si cabe. Tanto el Ayuntamiento de Murcia como el Ministerio de Cultura están gestionando las posibles vías de restauración y, por lo tanto, de apertura futura.
Aunque no se pueda visitar su interior, su exterior presenta una panorámica impresionante de la huerta murciana, pues se encuentra sobre una roca a 149 metros sobre el nivel del mar. Además, se puede contemplar la estatua del Sagrado Corazón, un elemento visual único e identificativo.
Sí que hay un Centro de Visitantes a los pies del castillo, que abre de martes a domingo, desde el que poder hacer una visita guiada en sus proximidades, y en la que se explica la historia del castillo y las culturas que lo habitaron. El recorrido incluye el mirador, las albercas árabes y el sistema de regadía tradicional. Y para el que quiera continuar explorando por su cuenta, también hay rutas de senderismo que rodean el castillo, permitiendo disfrutar así de diferentes perspectivas del conjunto arquitectónico histórico.