Qué ver y hacer en Calasparra, en Murcia
Dotada de una privilegiada situación geográfica y de una gran herencia historia, la localidad murciana de Calasparra posee un atractivo realmente especial.
Situada en la Comarca del Noroeste de la Región de Murcia, Calasparra es una histórica villa con numerosos atractivos turísticos. Limita con el pueblo de Hellín, en la provincia de Albacete, y con los municipios de Cehegín, Mula, Cieza y Moratalla, todos ellos murcianos.
Su término municipal está bañado por cuatro ríos y dos pantanos, y la villa es famosa por su reconocido arroz con denominación de origen, y de cuyo cultivo en esta villa ya existen menciones en documentos del año 1634.
Y de que en la Antigüedad ya estuvo habitada de esta parte de Murcia dan fe los Abrigos del Pozo, una muestra de arte rupestre situada en el paraje del Cañón de Almadenes. Se sabe que en esta zona ya hubo seres humanos en el Epipaleolítico, hace 8.000 años. En el interior de los abrigos se conservan varias manifestaciones pictóricas que se remontan al año 4.300 a. C.
Qué ver en Calasparra
Los restos del Castillo de Calasparra, del siglo XIII y situado en lo alto de una loma, siguen siendo uno de los símbolos de esta villa murciana. Pero si por número de visitas se trata, es el Santuario de la Virgen de la Esperanza, situado a seis kilómetros del pueblo, el lugar que mayor interés despierta. Comenzó a construirse en el siglo XVII, pero ha experimentado reestructuraciones y añadidos hasta el siglo XX. Hoy en día es un importante centro de peregrinación. Se encuentra entre los cinco santuarios más importantes de España, y recibe alrededor de un millón de visitantes al año.
Hay otros edificios religiosos que despiertan interés, como la Iglesia de los Santos Mártires Abdón y Senén, del siglo XVII, que en el interior acoge unas tallas de los santos titulares realizadas por el escultor valenciano José Dies en el año 1942, que sustituyen a las anteriores, que fueron quemadas al inicio de la Guerra Civil. También destaca la Iglesia de San Pedro Apóstol, del siglo XV, que es el templo de mayor tamaño y más antiguo del municipio.
Nos quedan otros sitios por visitar en Calasparra, como el Molinico, del siglo XVI, un peculiar edificio con dos torreones desiguales a cada lado; el Pósito de la Encomienda, del siglo XVIII, que fue el antiguo granero de la Orden de San Juan, y que en la actualidad acoge el Museo Arqueológico Municipal; Torre del Reloj, original del siglo XVIII, pero cuyo aspecto actual se debe a una restauración de 1996, o la Fuente de la Corredera, del siglo XVIII, que se ha convertido en el monumento civil más importante del municipio.
Qué hacer en Calasparra
Hablar de Calasparra es hacerlo de su arroz, que en el siglo XVIII comenzó a cultivarse de manera estable en la villa. Su prestigio y las características que lo diferencian de otros arroces tienen mucho que ver con su entorno ecológico y con su sistema de cultivo. Las aguas y el clima de la zona, los sistemas de riego o el mantenimiento de semillas tradicional, son sólo algunas de las peculiaridades que dan lugar a su alta calidad. Así que no olvides comprar para llevar de vuelta a casa.
El agua es una constante en Calasparra, tanto en forma de ríos como de pantanos, condicionando los hermosos paisajes de la zona. Y el agua es también una continua fuente de actividades, como la espeleología o el barranquismo. Entre las propuestas con más éxito se hallan el descenso del río Segura y el rafting por el Cañón de Almadenes, atravesando el Espacio Natural Protegido de Bosque de Ribera, donde las últimas nutrias que quedan en la Región de Murcia conviven con una gran variedad de aves acuáticas.
Otro plan ineludible consiste en dar buena cuenta de las fiestas de Calasparra. El Carnaval, cuyo día grande es el Sábado de Piñata, que se celebra una semana después de lo habitual en el resto de España; la Semana Santa, cuya celebración aquí se remonta al siglo XV; las Fiestas Patronales en honor de los Mártires Abdón y Senén, que tiene lugar en verano, o la Feria de Calasparra, en honor de la Virgen de la Esperanza, que se celebra la primera semana de septiembre con actuaciones de reconocidos grupos musicales o solistas, exposiciones culturales, desfile de carrozas, el Festival de Folclore Internacional, el Festival “Un Río de Músicas”, el Certamen de Bandas de Música o una romería al siempre concurrido Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza.