Destinos en Menorca: cala de Biniancolla
La cala de Biniancolla, en el municipio menorquín de Sant Lluís, es un tranquilo destino balear dotado de todo lo necesario para una agradable estancia.
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Biniancolla es una pequeña y coqueta cala de la isla de Menorca, situada entre las poblaciones de Binibeca y Punta Prima. Pertenece al municipio de Sant Lluís, y cuenta con su propio núcleo de población. De pequeñas dimensiones, dispone de viviendas turísticas tradicionales, un gran hotel y una zona boscosa.
Se trata de un destino eminentemente turístico en los meses de verano, pero que apenas cuenta con habitantes ni visitantes durante los meses invernales.
La cala de Biniancolla posee unas aguas cristalinas que invitan a darse un baño en cualquier época del año, aunque en invierno el tiempo a veces no acompaña demasiado. Y es que a pesar de contar con un clima de tipo mediterráneo, los inviernos suelen ser lluviosos. Los veranos son calurosos y secos, y la zona disfruta de 2.700 horas de sol al año. Se concentran principalmente en los meses de mayo, junio, julio, agosto y septiembre.
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Qué ver en Biniancolla
Además de la bonita cala local, en los alrededores se hallan otras sugerentes calas, como las de Binissafúller, Rafalet, Binidalíes de Maó o Binibeca. Todas estas calas cuentan con el atractivo de estar rodeadas por las típicas casitas blancas de pescadores.
En torno a Biniancolla también se pueden visitar varios cabos e islotes, así como distintas torres medievales de defensa repartidas a lo largo de la costa. Son característicos de la zona los caseríos rurales centenarios, siendo un claro ejemplo de la arquitectura tradicional menorquina.
Otros lugares cercanos de gran interés son los restos de talaiots prehistóricos, como el de Es Pujol o el de Binisafúller, además de varios molinos de viento centenarios, como el Molí de Dalt, que alberga un Museo Etnológico. Para los aficionados a sumergirse en la naturaleza, hay una extensa red de caminos rurales que atraviesan el pueblo de Sant Lluís, y que se pueden recorrer tanto a pie como en bicicleta.
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Motivos para visitar Biniancolla
Biniancolla es un tranquilo destino, algo no muy habitual en las Islas Baleares. Se trata de un lugar para disfrutar en familia o en pareja. La estrella local es su cala de arena, sin piedras, pero con algunas rocas alrededor. No cuenta con duchas, y tampoco tiene servicio de socorro, pero sí dispone de aparcamiento. Junto a la calita hay también un restaurante y una zona de amarre para barcas. Es habitual encontrar en ella tanto pescadores como gente practicando snorkel. Otras playas cercanas son las de Na Blanca, a 371 metros; Platja de Punta Prima, a 1.690 metros; Cala Torret, a 1.818 metros, y la Platja de Binibèquer Nou, a 2.386 metros.
Aprovecha tu estancia en Biniancolla para disfrutar de la cocina menorquina. Prueba platos tan tradicionales como las habas, las alcachofas al horno, las berenjenas
rellenas, los tomates y patatas al horno, los garbanzos cocidos, el arroz de la tierra, el estofado de ternera con setas, el brou i bullit, la perdius amb col, la caldereta de llagosta o el típico oliaigua con tomate, que significa “aceite y agua”, y que se suele acompañar con tortilla de patatas, con patatas fritas, melón o higos.
Si te va la fiesta, en Sant Lluís, el municipio al que pertenece Biniancolla, celebran sus fiestas patronales el último fin de semana del mes de agosto. En ellas podrás ver los típicos jaleos con caballos, además de conciertos, carrozas, orquestas y un espectacular castillo de fuegos artificiales.