Puerto de Pollensa, un destino muy familiar en Mallorca
Disfrutando de un clima muy agradable prácticamente a lo largo de todo el año, Puerto Pollensa es un magnífico destino turístico en la isla balear de Mallorca.
Puerto de Pollensa, o Port de Pollença, es uno de los lugares con más atractivo de la isla de Mallorca. El que fuera un antiguo pueblo de pescadores es en la actualidad un concurrido destino con una bonita playa y una magnífica oferta de alojamiento y restauración. Se halla a seis kilómetros de la localidad de Pollensa, en la bahía homónima, y hoy en día es un destino preferentemente para familias.
Entre los motivos que hacen de éste un lugar especial en las Islas Baleares son sus propuestas turísticas relacionadas con el mar, la montaña, la cultura o o el ocio. Entre las actividades náuticas, las que más éxito tienen, se encuentran la vela, el submarinismo o el sky acuático.
El clima local, de tipo mediterráneo, proporciona unas suaves temperaturas a lo largo de todo el año. Es por ello que desde principios del siglo XX se convirtió en un apreciado destino tanto para las familias adineradas, que construyeron aquí sus residencias de vacaciones, como para personajes ilustres, como es el caso de la famosa escritora inglesa Agatha Christie.
Qué ver en Puerto de Pollensa
Iniciamos la visita a Puerto de Pollensa recorriendo su animado paseo marítimo, que discurre junto a la gran playa local. Es ideal no sólo para caminar, también para ir en bicicleta o con patines. A lo largo de todo él se disfruta de unas estupendas vistas de la Bahía de Pollensa y de la isla de Menorca.
La playa local es la de Llenaire, más conocida como la Playa del Port de Pollensa, que tiene casi un kilómetro de longitud y suele contar con la distinción de la Bandera Azul. Otras playas cercanas son la Cala San Vicente, la Playa de Formentor o la Playa de Albercuix, y si preferimos pequeñas calas, más tranquilas, contamos con Cala Murta, Cala en Gossalba y Cala en Feliu.
Y aunque en Puerto de Pollensa no hay monumentos interesantes que ver, en los alrededores se pueden visitar el Puente Romano situado sobre el Torrente de Sant Jordi, el Calvario o el Museo Municipal de Pollensa.
Qué hacer en Puerto de Pollensa
La gastronomía de Mallorca es uno de sus grandes tesoros. Es una apreciada cocina de tipo mediterráneo, exquisita y sana, que podremos descubrir en Puerto de Pollensa a través de platos tan típicos como el arroz brut, las coques de trempó y verdures, el pa amb oli, el tumbet, la lechona, el frito de matanza o de freixura, las panades, los cocarrois, el arroz de pescado o la caldereta de langosta. De postre, nada mejor que un buen dulce artesanal, como el gató con almendras, los robiols, la ensaimada, la greixonera de brossat o los crespells.
En cuanto a qué se puede hacer en Puerto de Pollensa, los planes son ilimitados, desde disfrutar de un gran día de playa a salir de compras por el Paseo de los Pinos. Los aficionados al senderismo podrán recorrer el valle de Bocquer, repleto de bellos parajes, y hasta cuenta con una cueva escondida. Otro gran recorrido es el de Ruta de Piedra en Seco GR-221, que va hasta el antiguo Monasterio de Lluc.
También podremos ver atardecer desde el mirador de una antigua torre de vigilancia que hay camino de Cap d’Formentor; salir en barco a buscar delfines; hacer inmersiones en el mar tanto de día como de noche; jugar al golf en un campo de nueve hoyos, el Golf Pollensa, o hacer kitesurf, SUP, jet ski, esquí acuático, windsurf, kayaks y montar en barcos bananeros.