Son Brull, santuario rural y spa en Mallorca
Si estás buscando un lugar en el que desconectar de todo para sanar de la rutina diaria, este hotel es perfecto. Descubre su historia y déjate seducir por este maravilloso lugar en la isla de Mallorca.
Muy cerca de Pollensa, en el norte de Mallorca, concretamente a los pies de la sierra de Tramuntana, se encuentra este hotel de 5 estrellas. Se trata de Son Brull Santuario Rural y es uno de los alojamientos más lujosos de la isla balear. Sus habitaciones y suites, un total de 23, están decoradas pensando en sus visitantes, como parejas en busca de una escapada romántica y tranquilidad. Pero también dispone de 4 villas, pensadas especialmente para familias que quieran un extra de privacidad.
Aunque ahora es de gestión privada, su origen se remonta a un antiguo monasterio jesuita del siglo XVIII y todavía mantiene ese encanto que le da estar rodeado de naturaleza. Mantiene algunos detalles arquitectónicos originales, pero también posee un diseño contemporáneo. Uno de sus imprescindibles es el spa, que ofrece tratamientos naturales y unas panorámicas al valle en las que dejar volar la mente.
Son Brull Santuario Rural
La primera construcción en la que hoy se asienta el hotel fue, probablemente, una alquería del siglo XII, durante el dominio árabe de Mallorca. Siglos más tarde, concretamente en el siglo XVIII, el cristianismo ganó terreno y la edificación albergó un monasterio jesuita. Sus monjes trabajaban la tierra y alojaban a todos aquellos viajeros que necesitaban refugio y alimentos. Esa hospitalidad sigue viva tres siglos después, aunque con un entorno mucho más lujoso que el de antaño.
La familia Suau fue la encargada de restaurar este antiguo monasterio en el año 2003, y el resultado ha sido uno de los mejores hoteles boutique de Mallorca. Durante su restauración se han querido dejar visibles las huellas de su patrimonio, como la antigua almazara en la que está el bar del hotel.
En los alrededores del hotel hay increíbles playas, pueblos con mucho encanto y naturaleza viva en sus montañas. Desde allí, por tanto, se puede optar por hacer pequeñas excursiones diarias o de algunas horas para conocer más sobre esta hermosa isla. Destaca la Cala de San Vicenç, la playa de Puerto d’Alcudia o la playa y el Cap de Formentor.
Gastronomía y bienestar en Son Brull
La cocina tradicional que ofrece este hotel es uno de sus puntos fuertes. Cuenta con diferentes opciones que se adaptan a cada momento y preferencia de sus huéspedes: desde experiencias gastronómicas de alta calidad a comidas más ligeras propias de la cocina mediterránea, pasando por posibilidades más gourmet con tapas fusión y cócteles. En resumen, una experiencia inolvidable para los más sibaritas en la que descubrir la cocina regional de Mallorca.
Si la gastronomía es un punto fuerte, el spa es otro de sus mayores reclamos. Sus visitantes buscan en él una experiencia que brinde la desconexión que necesitan y la obtienen desde el primer paso que dan en su interior. La calma inmediata y el cuidado posterior en el circuito termal o en sus tratamientos de lujo con ingredientes naturales y productos únicos hacen el resto. Es por esto que se ha convertido en el único spa de lujo en Pollensa.
La paz llega hasta los cinco sentidos en este lugar rodeado de montañas. Aquí se pueden realizar todo tipo de tratamientos: faciales, masajes con ingredientes propios de la isla, tratamientos en pareja, etc. También hay un gimnasio y clases de yoga para aquellos que también quieran ejercitar su cuerpo.