Llucalcari, un bello destino en la Sierra de Tramuntana
Situado entre el mar Mediterráneo y la montaña, este pueblo mallorquín es uno de los destinos más bonitos de las Islas Baleares.
La Serra de Tramuntana es un reducto de naturaleza y de encantadores pueblos en la isla de Mallorca, y uno de esos lugares tan especiales es Llucalcari. Ubicada entre los populares municipios de Sóller y Deià, se encuentra situada sobre la ladera de una montaña con vistas al Mediterráneo, y se puede decir, sin lugar a dudas, que es una de las poblaciones mallorquinas más bonitas.
Y tan bella como el pueblo es su pequeña playa, la escondida Cala de Es Canyeret, compuesta por rocas y piedras. Es habitual en ella la presencia de aficionados al nudismo, y son varias las fuentes de agua dulce que surgen de las rocas formando charcos donde la gente suele darse baños de barro.
Qué ver en Llucalcari
En torno a una calle, la Carrer de Llucalcari, se diseminan un puñados de casas, una pequeña capilla y un hotel de cuatro estrellas sólo para adultos. A este pequeño tipo de poblaciones, en Mallorca se les denomina “llogarets”, y no poseen ayuntamiento. En el caso de Llucalcari, la localidad pertenece al municipio de Deià.
Rodeado por olivos y grandes masas de pinos, es un destino de lo más silencioso y tranquilo. Su entorno natural es ideal para los aficionados al senderismo, siendo uno de los recorridos más bonitos el conocido como el Camino de los Pintores, que llega hasta la Cala Es Canyaret, para luego continuar hasta el pueblo de Deià.
En los alrededores se conservan algunas antiguas torres de vigilancia, ya que por su altura, este destino balear era ideal para el avistamiento de corsarios y piratas, y por tanto para la defensa y protección de la isla. De las cinco que existieron en la zona, actualmente sólo conservan tres: Can Simó, Can Apol.loni y Casa d’Amunt.
Qué hacer en Llucalcari
La playa de Llucalcari es mucho más que un lugar donde bañarse y tomar el sol. Y es que en la Cala Es Canyaret, de entre sus rocas y abundante vegetación, manan varias fuentes naturales, las cuales originan charcos de agua en los que se forma barro. Este barro es muy apreciado, ya que en la zona aseguran que posee beneficiosas propiedades para la hidratación del cuerpo y terapéuticas, además de ser un actividad muy relajante.
Las transparentes y limpias aguas de la cala la convierten en el lugar ideal para los aficionados al buceo y al esnórquel, aunque deberán tener precaución con las abundantes rocas del fondo marino. Además, ésta es la zona ideal para el avistamiento de algunos cetáceos.
Desde Llucalcari es casi obligatorio acercarse a la localidad de Deià, situada a sólo siete minutos en coche. Esta pequeña y encantadora localidad de la Sierra de Tramontana posee una larga tradición como refugio de numerosos artistas, entre ellos el famoso escritor Robert Graves.