Mallorca: escapada bohemia a Deià
Pocos lugares como Deià capaces de combinar el ambiente excéntrico y bohemio de los artistas con el turismo de alto nivel. Pero si lo encontramos en algún sitio, está en la isla de Mallorca.
Sobre una colina de la Sierra de Tramuntana se encuentra Deià o Deyá, como prefieras. Se trata de un lugar especial con aires bohemios y excéntricos que ha atraído a numerosos artistas.
Pero no te engañes por el carácter bohemio de uno de los pueblos más pintorescos de Mallorca, porque también es un destino de alto nivel, con un turismo de calidad que aprecia la tranquilidad y la esencia mediterránea por encima de todo.
Qué ver en Deià
Deià es pura inspiración y lo sentirás nada más llegar. Resulta todo un placer recorrer sus calles tranquilas y respirar el aroma del Mediterráneo, pero además hay mucho por ver en este paraíso mallorquín.
La iglesia parroquial de Sant Joan es del siglo XVI y en su interior te fascinará el altar barroco. Al lado de la iglesia está el Museo Parroquial con una interesante colección de obras de arte. También hay un Museo Arqueológico fundando en los años 60 por el pintor y arqueólogo William Waldren.
Si de personajes célebres hablamos, el escritor Robert Graves se sitúa como el más ilustre. En su Casa Museo podrás ver la sala, la cocina, el estudio del escritor y también documentación personal.
Otro de los lugares fundamentales en la visita cultural en Deià es el Museu Arxiduc Lluís Salvador de Son Marroig, que además acoge el Festival Internacional de Deià de música de cámara.
Qué hacer en Deià
Aunque a este lugar de la Sierra de Tramuntana se llega buscando tranquilidad, hay algunas cosas que no podrás dejar de hacer. El shopping adquiere aquí otra dimensión. No es un pueblo plagado de tiendas, pero sí encontrarás algunas muy exclusivas y de alto nivel.
El senderismo, siguiendo el ritmo tranquilo e inspirador que te envolverá enseguida, es la actividad principal. Hay rutas bien señalizadas para maravillarte en plena naturaleza por los alrededores de Deià y a través de ellas puedes llegar al Monasterio de Miramar, una joya que te encantará.
No hay que renunciar al mar en este pueblo de montaña porque también hay rutas que te llevan hasta la península Sa Forada, un espectáculo natural que antes fue un islote en el que tuvo lugar una batalla histórica en el siglo XVI y que hoy es un mirador fabuloso. Y el baño, por supuesto no te puede faltar un baño en aguas mediterráneas en la Cala de Deià, a 20 minutos de la localidad.
Comer en Deià
Como no podía ser de otra manera, la gastronomía en Deià tiene un papel protagonista que comparte con la riqueza paisajística, el ambiente bohemio y la inspiración artística. Estás en un buen lugar para ir de tapas recorriéndote los principales locales de restauración probando las delicias de la zona acompañadas de un buen vino mallorquín.
Entre los platos típicos omnipresentes se encuentran los caracoles en salsa, el lomo de setas o el pan con aceite. Las aceitunas de la zona tienen merecida fama y para los más golosos están las clásicas ensaimadas mallorquinas rellenas de cabello de ángel.
