El histórico pueblo de Calvià, en Mallorca
Al pie de la Sierra de Tramuntana se encuentra Calvià, uno de los pueblos más bonitos y antiguos de la costa de Mallorca, en las isla Baleares.
Fuente de la imagen: Inmobiliaria Calvià
A sólo 20 minutos del aeropuerto de Mallorca, la localidad de Calvià es un destino que se adapta a las necesidades de sus visitantes. Puede ser un lugar tranquilo, para todos aquellos que deseen desconectar. Para los que buscan diversión, también la encontrarán, porque esta bella localidad costera cuenta con magníficas playas y pequeñas calas, bellos parajes, estupendos restaurantes y otros muchos atractivos más.
Con más de 300 horas de sol anuales y unas temperaturas medias de 27 grados en verano y de 14 en invierno, se trata de un destino que se puede disfrutar en cualquier momento del año.
Fuente de la imagen: Nova Mallorca
Qué ver en Calvià
La villa de Calvià puede presumir de su antigua arquitectura y de sus históricas calles, con edificios que se remontan al siglo XVII. Mucho más antiguas son las ruinas de Sa Mesquida, los restos arqueológicos de un villa aristocrática romana.
El perfil del pueblo se halla dominado por la Iglesia de San Juan Bautista, del año 1248. De imponente aspecto, fue construida sobre las ruinas de una iglesia del siglo XIII. Otros destacados edificios religiosos son la Ermita de la Piedra Sagrada, de estilo neorrománico, y la Ermita de Portals Nous, del año 1865.
Hay más lugares de interés que visitar, como los Qüanats, unas conducciones de agua de origen árabe que todavía se utilizan, como Sa Galareia d'aigua de Valldurgent y Sa Font de Sa Corriola; las antiguas viviendas Can Verger, Can Ros y Es Pontet, o la gigantesca cruz que se construyó en 1929 para conmemorar el séptimo centenario de la Reconquista. Durante la celebración anual tienen lugar junto a ella conciertos, actuaciones de teatro o conferencias.
Fuente de la imagen: Playas de Mallorca
Placeres de Calvià
Son muchos los placeres que Calvià ofrece a sus visitantes, como su rica cocina tradicional balear, con platos tan deliciosos como frito mallorquín, las sopas mallorquinas, el tumbet, el arròs brut, el pa amb oli o la porcella asada. No dejes de probar los embutidos locales, como la sobrasada, el butifarrón, el amaiot o el blanquet. Un buen sitio para degustar la cocina tradicional es El Mesón Ca’n Torrat.
Gran placer proporcionan también las playas de Calvià y sus alrededores, cuya oferta incluye hasta diez arenales reconocidos con el distintivo de la Bandera Azul. La lista está integrada por el Caló d’en Monjo, Cala Fornells, el Caló de ses Llises, la playa Palmira de Peguera, la playa Torà de Peguera, la Playa Romana de Peguera, la playa de Santa Ponça, el Caló d’en Pellicer, la playa El Toro, Cala Figuera, Sa Caleta de Portals Vells, Sa Platgeta de Portals Vells, la cala El Mago, la playa del Rei, Cala Bella Dona, Cala Falcó, Cala Vinyes, la playa de Magaluf, la playa de Son Maties, la playa de Palmanova o la playa Es Carregador, entre otras.
La Serra de Tramuntana es otra fuente de placer para cuantos visiten Calvià. Sus montañas están surcadas por preciosas rutas de senderismo que nos permiten adentrarnos en sus bellos parajes naturales y conocer otros muchos encantadores pueblos de la isla de Mallorca.
Fuente de la imagen: Otto Domes