Bunyola, en la mallorquina Sierra de Tramuntana
Siempre es un buen momento para acercarse a la isla balear de Mallorca y disfrutar de sus muchos encantos, como el encantador pueblo de Bunyola, en la Sierra de Tramuntana.
Cuanto más nos vamos alejando de la costa mallorquina, más tradicionales son los pueblos que encontramos. Éste es el caso de Bunyola, Buñola en castellano. Esta preciosa localidad de la isla de Mallorca, en las Islas Baleares, se halla en la maravillosa Sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en la categoría de Paisaje Cultural.
Con este escenario, sobra decir que la naturaleza es uno de sus principales atractivos. Al municipio pertenecen otros encantadores núcleos urbanos, como Orient, Sa Coma, Sa Font Seca, Son Amar, Caso Binissalamer, Caso Molino, Bajo de es Puig y Palmanyola. Aunque se halla hacia el interior de la isla, Bunyola sólo dista 14 kilómetros de Palma de Mallorca, y está también muy cerca de otras populares poblaciones mallorquinas, como Alaró, Sóller, Deyá o Valldemosa.
A la magnífica oferta de naturaleza que rodea este pueblo mallorquín, se une su agradable clima mediterráneo. El pueblo disfruta de una temperatura media anual de 15 grados centígrados. En verano, la media asciende a los 30 grados, y desciende en invierno a 4 grados. Respecto a las lluvias, la precipitación media anual es de casi 800 mm.
Recorriendo Bunyola
Pero no sólo bellos parajes y buen clima es lo que encontraremos en esta población mallorquina. Los aficionados a visitar monumentos disfrutarán con la interesante iglesia barroca de Sant Mateu (San Mateo). Fue edificada en el siglo XVIII, y en su interior hay una magnífica imagen gótica de Nuestra Señora de las Nieves.
Muy cerca de Bunyola podremos visitar los jardines de Alfabia, que durante la ocupación árabe albergaban la residencia de un importante soberano musulmán. También de esta época es la finca de Raixa, en la que hoy en día hay una antigua casa mallorquina rodeada de los jardines más hermosos y cuidados de la isla. Esta finca fue adquirida por el Ministerio de Medio Ambiente y el Consell de Mallorca en el año 2002, siendo reconvertida en un centro medioambiental internacional.
Para los que prefieran perderse por la naturaleza, en el término municipal de este pueblo balear se encuentra uno de los bosques más extensos de la isla de Mallorca, el cual está poblado por pinos y encinas, principalmente. Su nombre es Sa Comuna, y es de propiedad municipal. Su extensión es de 1.111 metros cuadrados, la mayor parte de ellos ubicados en área de montaña.
Disfrutar de Bunyola
El paseo por el campo siempre abre el apetito, y en Bunyola se puede saciar, y a la vez disfrutar, con la exquisita gastronomía mallorquina. La lista de platos tradicionales a tener en cuenta incluye los butifarrons, el trampó, el frit, las sopas mallorquinas, la caldereta de langosta, las cocas, la sobrasada o las ensaimadas.
Por el municipio pasa el original tren de Soller. Se trata de un antiguo y peculiar ferrocarril de madera de caoba y latón que lleva circulando desde hace mas de 90 años entre Palma de Mallorca y Sóller. A lo largo del día, para varias veces en la estación de Bunyola. Realizar su trayecto es de lo más recomendable. También es un buen plan visitar los sábados en la Plaza Mayor de la localidad un animado mercadillo, en el que podremos comprar artesanía y productos gastronómicos de la zona.
Y en el calendario de eventos local, señalar dos grandes fiestas que se celebran anualmente. La primera es la festividad en honor a la “Mare de Déu de les Neus”, que tiene lugar la primera semana del mes de agosto. La segunda fiesta se celebra el 21 de septiembre, con motivo de la festividad de Sant Mateu, el santo patrón de Bunyola.