El bello pueblo malagueño de Cortes de la Frontera

Ubicado en el Valle del Guadiaro, en la malagueña Comarca de la Serranía de Ronda, Cortes de la Frontera es uno de esos bonitos pueblos blancos de Andalucía. Rodeado por un bello entorno natural, ofrece a sus visitantes, además de un excelente recibimiento, un buen patrimonio monumental y un gran legado de tradiciones.

Cuenta con una población de alrededor de 3.700 habitantes, y está dividido en tres núcleos urbanos: Cortes de la Frontera, Cañada del Real Tesoro y Barriada El Colmenar. Pero, además del encanto que rezuma el núcleo urbano, el otro punto de atracción turística se centra en su privilegiada situación, entre los Parques Naturales de la Sierra de Grazalema y Los Alcornocales, un entorno natural de altura.

Qué ver en Cortes de la Frontera

Comenzamos nuestra visita a Cortes de la Frontera realizando un recorrido monumental, y la ruta comienza en el Ayuntamiento, un edificio de piedra que fue construido en el año 1784 por orden del rey Carlos III. Se edificó con dinero público, siguiendo un estilo neoclásico, pero del antiguo consistorio ya sólo se conserva su fachada.

El itinerario monumental también debe incluir la Casa de Piedra, una vivienda que fue excavada en la roca entre los siglos VI y VII d.C.; la Capilla de los Valdenebros, del año 1760, que en la actualidad es una vivienda particular; la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario, edificada a finales del siglo XVIII, o la Torre del Paso, una atalaya defensiva del siglo XIII.

Y realmente interesante es el antiguo asentamiento humano de Cortes el Viejo, yacimiento donde se han encontrado varios restos arqueológicos de la civilización romana y del periodo árabe. Y por supuesto hay que reservar tiempo para conocer los alrededores de Cortes de la Frontera, que incluyen el Área Recreativa de La Sauceda y los maravillosos Parques Naturales de Grazalema y de Los Alcornocales.

Qué hacer en Cortes de la Frontera

Llegada la hora de comer, Cortes de la Frontera nos sorprende con una cocina tradicional muy serrana, en la que se diferencia entre las recetas de invierno y las de verano. No hay que dejar de probar el gazpacho andaluz que preparan aquí, y hay que disfrutar de especialidades locales como el revuelto de espárragos, la caldereta de venado, el cordero de la sierra, la ternera cortesana, las tortillas de bacalao, el cocido refrito, el potaje de acelgas, las migas o el conejo al Guadiar. Para los más golosos cuentan con dulces como los roscones, los suspiros, los milhojas, los merengues, la compota de membrillo, las magdalenas, las torrijas o las uvas en aguardiente.

Los adictos a las compras podrán adquirir desde productos gastronómicos, como los buenos jamones y chacinas de Cortes de la Frontera, a trabajos artesanales, como los realizados en corcho; las sombrillas, setos y techumbres de brezo; las prendas de piel y marroquinería; las piezas de alfarería, los azulejos, los ladrillos rústicos o las tejas árabes.

Su entorno natural invita a disfrutar de actividades como el senderismo, contando con una preciosa ruta entre Cortes y Benaoján; los recorridos en bicicleta o la acampada, y de su calendario de eventos destacamos fiestas como el Carnaval, al que suelen acudir las populares murgas y comparsas de la provincia de Cádiz; la Semana Santa y el Corpus Christi; las fiestas patronales en honor de San Roque y San Sebastián, que se celebran del 23 al 27 de agosto, y la Romería de la Virgen del Rosario, que es la patrona de Cortes y se festeja a primeros de julio.