Colmenar, un pueblo malagueño con aroma a miel

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Situado en un enclave privilegiado, en la rica región de la Axarquía, en pleno Sistema Bético, el municipio malagueño de Colmenar tiene su origen en el siglo XV. Surgió a partir de cinco cortijos situados en la zona, tomando la población el nombre de uno de ellos.

Este pueblo blanco se halla a 44 kilómetros de Vélez Málaga y a sólo 30 de Málaga, en el corazón de un bellísimo paraje denominado Los Montes, por eso es conocido como la "Capital de los Montes de Málaga".

Por su altura, 694 metros, el mar ni se huele, pero sí nos envuelve el aroma a romero, tomillo, azahar y ahulagas, un arbusto también conocido como aliaga o tojo. Todas ellas son plantas que, tras ser libadas, son transportadas a las colmenas por las abejas, donde elaboran la extraordinaria miel de esta zona.

Fuente de la imagen: Pueblos de España

Pasión por la Candelaria

La devoción de los habitantes de Colmenar gira en torno a la Virgen de la Candelaria, cuya ermita, del siglo XVII, se erige como principal edificio monumental-histórico de la villa. Su edificio posee una nave de techo plano que desemboca en un presbiterio cuadrado con bóveda semiesférica.

En la fachada destaca un gran arco de medio punto y una espadaña con tres arcos. Respecto a la imagen de la Virgen, se calcula que es una escultura de la escuela granadina del primer tercio del siglo XVIII, aunque tuvo que ser restaurada tras la Guerra Civil Española.

Otros puntos que merecen una detenida visita son la Iglesia de la Asunción, del siglo XVI; la Puerta de la Cruz, que se encuentra en el acceso principal al pueblo, o las casas solariegas con patio andaluz del siglo XIX, que están diseminadas por las estrechas y empinadas calles de la población. Visita obligada es la del Museo de la Miel, producto estrella de esta tierra que está plagada de olivos, almendros y viñas.

Fuente de la imagen: Miel de Málaga

La cocina de campo de Colmenar

La cocina típica de este pueblo de la Axarquía gira en torno a los productos de la tierra, como el las uvas con las que elaboran el vino. Entre los platos más típicos del lugar se encuentran el plato de los Montes, las migas, el puchero de garbanzos, el chivo o los caracoles, entre otras posibilidades.

Son también excelentes las chacinas y embutidos locales, como el lomo, el chorizo o la morcilla, sin olvidar el aceite de oliva autóctono y, por supuesto, la exquisita miel de abeja.

Para los más golosos, en Colmenar elaboran deliciosos roscos de huevo, borrachuelos caseros, el hornazo, la carne de membrillo y la Meloja, que se prepara con fruta, calabaza y miel.

Fuente de la imagen: Diario Sur

Con sabor a pueblo

Colmenar es uno de esos municipios que ha sabido evolucionar preservando su historia y sus tradiciones. Su cuidado núcleo urbano está compuesto por bonitas calles y encantadores rincones, amplios en la parte más baja del pueblo y más estrechos según se va ascendiendo.

Para los amantes del senderismo, existen dos emblemáticas e históricas colinas que antes delimitaban la ubicación del casco urbano, y que actualmente constituyen un auténtico paraíso natural. Por su parte, los apasionados por las compras no deben abandonar la localidad sin haber adquirido productos del lugar como la miel, el aceite de oliva o los embutidos.

Las costumbres del lugar se traducen en tradiciones tan festejadas como la Matanza, la Pisa de Uvas o la Castración de Colmenas (proceso para extraer la miel de las colmenas), sin olvidar las festividades de su dos patronos, La Candelaria y San Blas. Sin duda todos son buenos motivos para disfrutar de este singular pueblo serrano que huele y sabe a miel.