Escapada a la localidad madrileña de Valdemoro
Un bonito casco antiguo, una encantadora plaza, históricos monumentos, buena gastronomía o un bello entorno natural hacen de Valdemoro un destino perfecto para una escapada de fin de semana.
De la existencia del pueblo madrileño de Valdemoro ya se tenía constancia en el siglo XII, aunque por entonces pertenecía a la provincia de Segovia, y no sería hasta principios del siglo XIX que pasó a ser parte de la provincia de Madrid.
En sus orígenes era una localidad eminentemente agrícola y ganadera, y llegó a contar con una pequeña industria textil y con un negocio de explotación de yeso. Pero primero la Guerra de la Independencia de 1808, y después la Guerra Civil, acabaron con su pequeño entramado industrial, que no se recuperó hasta la década de los 70 del siglo, cuando se crearon en la villa varios polígonos industriales, que entraron a formar parte del cinturón industrial de la ciudad de Madrid, situada a sólo 28 kilómetros.
Pero Valdemoro ha sabido mantener el encanto de los pueblos más tradicionales, como queda patente en su bonita plaza y en su casco antiguo, además de conservar unos bellos alrededores surcados por los arroyos de la Cañada y de la Cárcava, y por donde pasear, montar en bicicleta o disfrutar de la naturaleza.
El pueblo de Valdemoro
El principal encanto de Valdemoro reside en su centro histórico, que alberga la hermosa Plaza de la Constitución, de estilo castellano y con soportales, además de antiguos monumentos y muchas zonas ajardinadas, como el agradable Parque Duque de Ahumada.
Un recorrido monumental por la villa, además de la plaza, debe incluir la Ermita del Santísimo Cristo de la Salud, del siglo XVIII y estilo barroco; la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, edificada sobre un templo anterior del siglo XVI; la Fuente de la Villa y Lavadero Municipal, del siglo XVII y considerada uno de los mejores ejemplos de fuentes barrocas madrileñas; el Convento de la Encarnación, del siglo XVII, o la Casa de la Inquisición, que se halla en la Plaza de Autos.
Y para disfrutar de Valdemoro en sus épocas más animadas, toma nota de estos cuatro eventos: la Fiesta del Santísimo Cristo de la Salud, patrón de la villa, que se celebra el primer domingo después del día de la Cruz de Mayo; la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario, la patrona local, que es en septiembre; la Fiesta de San Marcos, el día 25 de abril, y la Feria Barroca, una recreación de un mercado artesano de época con representaciones y conciertos ambientados en el siglo XVII, y que tiene lugar el primer fin de semana de octubre en el casco antiguo.
El entorno natural de Valdemoro
Alrededor de la villa de Valdemoro abundan los olivares y los pinares, especialmente de pino carrasco. El mayor pinar de la zona es del Cerro de la Mira, que tiene 76 hectáreas y está en el punto más elevado del municipio, a 712 metros. Le sigue en tamaño el Cerro de la Piedra, con 46 hectáreas. Junto con parajes como las Laderas de Valderremata o el Cerro de la Cabeza del Águila, ofrecen a habitantes y visitantes una gran extensión de naturaleza para practicar el senderismo, montar en bicicleta o avistar pájaros.
También se puede pasear tranquilamente entre alguno de los muchos olivares que rodean el municipio, como el de Los Blancares, Valderremata, El Caracol, el Cerro del Telégrafo, El Majuelo, Valdeortigas o Valdajos.
Pero el parque preferido por los de Valdemoro es el Espacio Natural Bolitas del Airón, que en sus más de 440.000 metros cuadrados no sólo cuenta con praderas, árboles y arbustos, también con mesas y bancos, con fuentes de agua potable y áreas de juegos infantiles. Es aquí donde cada 25 de abril, festividad de San Marcos, tiene lugar una amena jornada con actividades lúdicas y degustaciones gastronómicas.
