Tres pueblos medievales en la Comunidad de Madrid
A unos cuantos kilómetros de la ciudad de Madrid existen varios pueblos que siguen luciendo orgullosos su magnífica herencia medieval.
El Castillo de los Mendoza, en Manzanares El Real; el precioso casco medieval de Buitrago de Lozoya, con su muralla y su castillo; el patrimonio de la Edad Media de Torrelaguna, la localidad que vio nacer al Cardenal Cisneros, o los los restos prerrománicos de Patones de Arriba son sólo algunas muestras de las joyas medievales que atesoran los pueblos de la Comunidad de Madrid.
En Hoteles.net hemos seleccionado tres destinos madrileños que no sólo disfrutan de un buen patrimonio monumental de la Edad Media. También ofrecen a sus visitantes un bello entorno natural, buenas propuestas gastronómicas y una gran oferta de actividades, tradiciones y alojamiento: Rascafría, Chinchón y Talamanca del Jarama.
La localidad serrana de Rascafría
Es la localidad más alejada de la capital, casi 100 kilómetros, y está en plena Sierra de Guadarrama. Este pueblo de origen medieval pertenecía a la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia, y no pasó a ser de Madrid hasta principios del siglo XIX. Uno de sus lugares más emblemáticos es el antiguo Molino de los Batanes, que se movía con las aguas del río Lozoya. Fue en él donde se elaboró el papel que, tras ser vendido en la lonja de las Cuatro Calles de Madrid, sería utilizado para imprimir la primera edición de El Quijote.
Pero hay otras joyas medievales en Rascafría, como el Monasterio de Santa María de Paular, que se remonta al siglo XIV. Otros lugares imprescindibles son el Puente del Perdón, desde donde disfrutaremos de unas vistas espectaculares de la sierra; el Ayuntamiento de estilo mudéjar o la Iglesia de San Andrés Apóstol, del siglo XV.
La villa de Chinchón
Mucho más cerca de Madrid, a poco menos de 50 kilómetros, se encuentra Chinchón, donde se elabora el famoso anís. Lo que más llama la atención de esta población es su medieval Plaza Mayor, que recuerda a los cosos taurinos. Está rodeada por soportales donde abundan los bares y restaurantes, y sobre ellos están los preciosos balcones de color azul turquesa.
Todo el casco antiguo de la villa está considerado Conjunto Histórico Artístico, y en él destaca la Iglesia de San Andrés, del siglo VIII. Hay otros muchos lugares que dan fama a la villa, como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que alberga un cuadro de Francisco de Goya; el Castillo de los Condes, del siglo XVI; el Convento de las Clarisas, lugar de paso obligado par adquirir sus deliciosos dulces, o las famosas bodegas, como la del Nero, que ofrecen visitas guiadas.
El municipio de Talamanca del Jarama
Seguramente no lo sepas, pero Talamanca del Jarama fue una de las candidatas a ser la capital de España. Fur el rey Felipe II quien se decantó por Madrid por considerarla más desarrollada. Parte de su nombre se debe al río Jarama, junto al que se encuentra. De la Edad Media conserva varias joyas de estilo románico, como el ábside de los Milagros, popularmente llamado El Morabito, y la Iglesia de San Juan Bautista, del siglo XIII.
Pero hay muchas más reliquias medievales, como la muralla que mandó hacer Muhaminad I, el que fuera fundador de Madrid. Está considerada Monumento Histórico-Artístico, y fue realizada entre los siglos XII y XIII. Todavía se conserva un tramo de ella y algunos de sus accesos, como la Puerta de la Tostonera y la Puerta de Uceda. También quedan algunas torres defensivas y vigías y cuatro atalayas: El Vellón, Torrelaguna, El Berrueco y Venturada. El recorrido por el pueblo también nos permitirá conocer un puente romano o el Ayuntamiento, que está en un edificio del siglo XVII. Y no hay que desdeñar el entorno natural de Talamanca, donde podremos realizar recorridos tan atractivos como la Ruta de Campoalbillo, la Ruta de La Gravera- Los Puentes o la Ruta de la Retamera, entre otras.