Quinta del Duque de Arco

Las Quintas son conjuntos de recreo que fueron construyendo las familias aristocráticas de toda España en los alrededores de Madrid desde que ésta fuese establecida como capital. Quizá la más conocida por todo el mundo es la Quinta de los Molinos, por sus almendros en flor que cada año atraen a muchísima gente para hacer fotos. Pero Madrid tiene otra quinta menos conocida pero también espectacular: la Quinta del Duque de Arco.

Situada en El Pardo, se trata de una antigua quinta en la que hoy es posible recorrer sus jardines, huertos y olivos. Es uno de los mejores ejemplos de jardinería barroca de todo el país y se sitúa a tres kilómetros de El Pardo y en pleno monte.

El duque de Arco Alonso Manrique de Lara compró el palacete en 1717 y tras su muerte, su viuda donó la propiedad a los reyes Felipe V e Isabel de Farnesio, quienes la incorporaron al Real Sitio de El Pardo. Fue declarado Monumento Nacional en 1935.

Jardines Barrocos

En su momento estaban en las afueras, de hecho todas tenían un cierto carácter agrícola. Pero el crecimiento de Madrid anexionándose los alrededores, ha hecho que estas residencias ya formen parte de su término municipal. Desde 1994 y gracias a los esfuerzos del Servicio de Jardines, Parques y Montes del Patrimonio Nacional, en colaboración con la Escuela Taller de Jardinería y Medio Ambiente de El Pardo, se está tratando de recuperar este auténtico tesoro de entorno natural.

Junto a la casa de labor original y el palacete construido por el Duque de Arco, en sus más de 500 hectáreas se encuentran unos de los jardines barrocos más bonitos de España. El jardín es el elemento más importante en esta quinta y es una maravilla poder visitarlo y recorrer sus espacios, sobre todo en primavera cuando todo está en flor, se trata de uno de los mejores ejemplos del desarrollo de la jardinería barroca de patrocinio nobiliario en España.

Con un gran parecido en las formas a los de la Granja de San Ildefonso, la Quinta del Duque de Arco tiene estanque, cascada, fuentes, esculturas, rosales, coníferas, dos ejemplares de secuoya roja (el árbol más alto del mundo), olivares y el entorno natural del monte de El Pardo, consiguen un exquisito decorado.

Qué ver y hacer en la Quinta del Duque del Arco

Los edificios no se pueden visitar. El palacio está cerrado al público general, y solo se abre cuando alguien se lo alquila a Patrimonio Nacional para hacer un evento privado. Por otro lado, la casa de labor es un centro educativo para alumnos con necesidades especiales, así que un viajero tampoco puede entrar a verlo salvo si organizan unas jornadas de puertas abiertas.

Pero el conjunto y los jardines merecen la visita. En el muro de contención que separa la terraza superior se encuentra la pieza escultórica principal del conjunto: una cascada con cinco mascarones centrales, diez gradas laterales y la taza final que se eleva sobre una gruta artificial y que vierte sobre un estanque bajo.

El acceso a la Quinta se realiza por la Carretera de El Pardo. Además en la entrada hay un bar-restaurante (La Quinta de El Pardo) en el que, cuando acabes tu visita, te puedes tomar un aperitivo.

Datos de interés

Dirección: 28048 El Pardo, Madrid

Horario: De 8.00 a 20.00 h

Teléfono: 913 76 15 00