Quinta de los Molinos, Madrid
La Quinta de los Molinos es un parque de Madrid con 1.500 almendros. En febrero o marzo, cuando florecen, el parque se convierte en un espectáculo para los sentidos. Tiene una extensión de 25 hectáreas y sin duda es uno de los lugares más fotografiados de Madrid. Miles de personas lo visitan cada año para disfrutar de estas flores rosas y blancas.
Cuesta creer que este parque con 1.500 almendros en flor está en Madrid. Sin duda es uno de los rincones más especiales y fotogénicos de la ciudad. En los meses de febrero-marzo, cuando se produce la explosión y los árboles florecen, la Quinta de los Molinos se convierte en un espectáculo para los sentidos porque todo se tiñe de rosa y blanco y el olor de las flores lo inunda todo.
Para muchos recuerda a la floración de los cerezos en el Valle del Jerte. En la Quinta de los Molinos los almendros son el anuncio de la primavera. El buen tiempo llega a Madrid con esta maravillosa imagen que dice que los termómetros ya empiezan a subir y que hay que disfrutar al aire libre.
La Quinta de los Molinos es un jardín de uso público cuyo origen es una finca de recreo rústico urbana con zonas de explotación agrícola y un marcado carácter mediterráneo, que dispone de edificios y arquitecturas declaradas de alto interés. Cerrado en la totalidad de su perímetro con cinco puertas de acceso, limita al sur con la C/Alcalá, al norte con la C/ Juan Ignacio Luca de Tena, al este con la Avda. 25 de Septiembre y al oeste con la C/ Miami.
El acceso a esta finca es libre y gratuito y para los madrileños es un lujo pasear por el parque y desconectar de las prisas y el tráfico. Hay algo relajante y especial en el ambiente. Pero para disfrutar de ese relax es conveniente visitar el parque de lunes a viernes. Los fines de semana durante la floración da igual la hora a la que vayas, está siempre lleno, abarrotado de gente y eso le resta mucho encanto.
El parque es enorme, tiene 25 hectáreas así que si te alejas de la entrada principal podrás disfrutar del parque con mucha menos gente.
En la zona norte del parque hay un palacete del s.XX, con zonas de jardín con flores y extensión de césped. También hay un estanque, dos molino, varias albercas y el edificio llamado “Casa del Reloj”. La Quinta de los Molinos está recorrido por caminos de tierra y un camino pavimentado que lleva desde la entrada principal de la calle Alcalá, hasta el palacete.
El departamento de Educación Ambiental, del Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid organiza visitas guiadas, también sin coste, en las que parte de la explicación se centra en aspectos relacionados con su flora.
Es muy común encontrar fotógrafos profesionales haciendo sesiones y retratando a gente o incluso a pintores pintando cuadros.
Muy cerca de este parque hay otro maravilloso que también merece la pena visitar: El Capricho, el único parque del romanticismo que se conserva en Madrid. Otro parque de muchísima belleza.
La Quinta de los Molinos es uno de los pulmones verdes de Madrid más fotogénicos y bonitos, un lugar que te hace olvidar el asfalto de la gran urbe. Es recomendable estar atento y visitarlo cuando sus flores lo inundan todo. No te lo pierdas.