Las Vías Verdes de la Comunidad de Madrid

Si buscas realizar una ruta de senderismo sencilla y apta para personas de movilidad reducida, no lo dudes, las Vía Verdes son la mejor opción. Son estupendos recorridos realizados por trayectos que hace muchos años cubría un tren, y que hoy en día nos proporcionan la oportunidad de disfrutar de una perfecta excursión, contemplando la naturaleza o visitando encantadores pueblos.

La Comunidad de Madrid cuenta con 70 kilómetros de senderos realizados sobre antiguos trazados ferroviarios, y que se pueden recorrer a pie o en bicicleta, pero también con silla de ruedas e incluso con patines. Se reparten en tres Vías Verdes con una buena oferta de naturaleza y de elementos históricos y culturales: la Vía Verde del Guadarrama, la Vía Verde del Tren de los 40 días y la Vía Verde del Tajuña.

• Vía Verde del Río Guadarrama: con un recorrido de 5,8 kilómetros de longitud, discurre sobre el que fuera el trazado de un antiguo ferrocarril situado a las puertas de la ciudad de Móstoles, muy cerca de la capital, y la ruta transcurre junto a un agradable paisaje de campos de cultivo. Comienza en el Parque de El Soto de Móstoles, y termina en el bello puente ferroviario de celosía de hierro que hay sobre el río Guadarrama. Es una vía de tierra compactada apta para realizar a pie, en bicicleta y en silla de ruedas.

• Vía Verde del Tren de los 40 Días: se la conoce también como la Vía Negrín, y su nombre se debe a que, según cuentan, la vía de este tren fue construida en tan sólo cuarenta días para abastecer a un Madrid que por entonces estaba asediado por las tropas del General Franco. Actualmente, la vía representa un agradable y apacible paseo por la zona de los campos agrícolas del sureste madrileño. Tiene una extensión de 14 kilómetros y otros 14 de vuelta. Se encuentra entre las localidades de Carabaña y Estremera, y su firme es de asfalto, siendo apta para realizar a pie, en bicicleta y en silla de ruedas.

• Vía Verde del Tajuña: esta ruta es la más larga de las tres. Cuenta con más de 50 kilómetros de longitud, ya que ahora se adentra en la provincia de Guadalajara. La vía discurre por la que fuera el trayecto de los trenes remolacheros, junto al río del mismo nombre, y está rodeada por un agradable paisaje de vegas. Posee un firme de asfalto, siendo apta para realizar a pie, en bicicleta, con silla de ruedas o con patines. Si realizamos esta vía, o parte de ella, podremos aprovechar para visitar el Museo del Tren de Arganda, en el barrio de La Poveda, y hacer un pequeños viaje en alguno de sus trenes históricos.