Las Cárcavas de la Sierra de Ayllón, en Madrid

Guardando cierta similitud con las populares Médulas de León o con los Mallos de Riglos, en Huesca, las Cárcavas son un tesoro de la Comunidad de Madrid escondido en la Sierra de Ayllón. Este peculiar paraje, que nos hará sentirnos como en otro mundo, es conocido popularmente como “el Valle de la Muerte”.

Se trata de un paisaje que lleva años y años azotado por el viento y las lluvias, y que por las condiciones del terreno, de tipo arcilloso, ha ido moldeándose hasta convertirse en un lugar entre mágico y casi extraterrestre, resultando incluso un poco siniestro. Y por si alguien no lo sabe, las cárcavas son una especie de socavones que se producen en rocas y en suelos arcillosos de lugares con pendiente debido a las avenidas de agua de lluvia.

Existen varias formas para llegar a este lugar encantado, con diferente grado de dificultad, pero todas tienen a su alrededor enclaves tan recomendables como los pueblos de Patones de Abajo, Patones de Arriba o La Cabrera y la Presa del Pontón de la Oliva, desde donde parten o llegan todas las rutas.

Rutas a las Cárcavas de la Sierra de Ayllón

La ruta más sencilla, la ideal para realizar con niños, se inicia tomando desde la presa del Pontón de la Oliva la ruta GR10, para luego desviarnos atravesando una finca de olivares. Desde allí parte un sendero que desciende hasta el arroyo de La Lastra, cuyo curso seguiremos hasta llegar a las Cárcavas, donde los más pequeños disfrutarán como si de un laberinto se tratase. Proseguiremos por el borde superior de estas curiosas formaciones, siempre procurando no acercarnos al borde, ya que correremos el peligro de que se derrumbe. La ruta termina en el arroyo de la Lastra.

Hay un ruta circular mucho más larga que comienza junto al curso del río Lozoya, el cual tendremos que cruzar varias veces, y que nos lleva hasta el pueblo castellano-manchego de Alpedrete de la Sierra, en la provincia de Guadalajara. Desde allí tomaremos un camino parcialmente señalizado, por lo que no estará de más llevar algún sistema GPS. Nos conducirá hasta una carretera y luego al camino de tierra que llega hasta el punto más alto de las Cárcavas, desde donde bajaremos al Pontón de Oliva. A lo largo de esta ruta también pasaremos por los cañones del Lozoya.

Finalmente hay una ruta muy fácil en la que no es necesario cruzar la presa, basta con dirigirse al lado opuesto, donde se encuentra la zona más alta de las cárcavas.

La Presa del Pontón de la Oliva

Considerado el sistema de canalizaciones y presas más antiguo del Canal de Isabel II, el que abastece la ciudad de Madrid, la Presa del Pontón de Oliva lleva mucho tiempo en desuso, pero resulta una obra hidráulica espectacular, y posee un hermoso entorno natural.

Fue edificada a mediados del siglo XIX, y en las obras participaron hasta 1.500 presos de las guerras carlistas, junto con más de 200 obreros, y varios centenares de animales. Muchos de los trabajadores, y animales, fallecieron durante la construcción, y no sólo por las duras condiciones de trabajo, también por una epidemia de cólera que afectó al campamento donde vivían.

Años después, y debido a las filtraciones que se producían debido a las inadecuadas condiciones del terreno, la presa cerró. Hoy en día es una atracción más junto al río Lozoya y próximo al arroyo La Lastra y a las peculiares Cárcavas, y hay un pequeño embalse donde bañarse en los meses de verano.